…Cantamos porque el grito no es bastante
Y no es bastante el llanto ni la bronca
Cantamos porque creemos en la gente
Y porque venceremos la derrota…
El 27 de octubre el Movimiento Antorchista en Michoacán, realizó el Concurso Estatal de Voces en el municipio de Maravatío, lugar donde viven personas de todas las edades a las que les gusta cantar, llevando así alegría al público que se mantuvo atento por varias horas en el salón de usos múltiples de la Casa de la Cultura Municipal.
En el evento participaron niños, jóvenes y adultos de todo el estado quienes demostraron tener grandes cualidades para el canto.
Usted se preguntará por qué cantamos. Tal vez alguien piense que no hay razón para festejar ni para estar contentos, esto es totalmente cierto, los mexicanos sufrimos grandes y graves tragedias que ocurren todos los días y, a pesar de eso y debido a la situación económica tan deplorable que afecta a todo el país, la gente enfrenta la vida con gran ánimo y tratan de no detenerse ante las circunstancias tan complicadas, a pesar de los riesgos que implica salir muy temprano de casa y regresar muy tarde, buscando trabajo o vendiendo algo que le ayude a sobrevivir, “le echan ganas” como se dice en México.
El Movimiento Antorchista, desde hace ya 50 años está concientizando y educando a través de los eventos culturales que se realizan año con año, demostrando que es posible aculturar a los más desprotegidos; que a pesar de las condiciones en las que viven, sí es posible que aspiren a una mejor vida.
Así, con los limitados recursos materiales y económicos que tiene esta organización, con la colaboración de gente buena que con muchas horas de trabajo y esfuerzo, hace posible lo que pareciera imposible de realizar.
Los participantes dan gran vida a estos eventos: participan niños desde 7 años hasta adultos mayores que quieren demostrar sus habilidades y sensibilidad, y no tienen que pagar ni un centavo.
Continuarán los eventos culturales como el realizado en Maravatío, dando alegría al público que asiste y engrandeciendo como seres humanos a los organizadores y participantes al tener el honor de contar con la simpatía de los más sufridos, de los más olvidados, pero al mismo tiempo de los más valiosos, de esos que logran que seamos la economía número doce en el mundo, pero que no se quedan con prácticamente nada porque gracias a su esfuerzo, los más ricos de este país ganan miles de pesos.
Los pobres no disfrutan de la riqueza que generan porque el salario no les alcanza ni siquiera para alimentarse y alimentar adecuadamente a su familia; cuando alguien enferma tienen que endeudarse para poderlo curar, salen a la calle con miedo por la terrible inseguridad que se vive diariamente.
Debemos cantar y seguir cantando; seguir educando y organizando, convenciendo a más personas de que unidos es posible vivir en una mejor patria a la que todos debemos aspirar, pero principalmente la que todos merecemos y podemos ayudar a construir.
…Cantamos porque llueve sobre el surco
Y somos militantes de la vida
Y porque no podemos ni queremos
Dejar que la canción se haga ceniza.
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