Después de observar que los programas y estrategias implementados en Coahuila, por el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, en diversos rubros, han dado excelentes resultados, basta imaginar que, si se replicaran a nivel nacional, las cosas mejorarían para todos los mexicanos, por lo que se podría decir que el coahuilense sería un excelente presidente de México.
Lo anterior, a pesar del arrebato de recursos económicos que le enjaretó al estado el Gobierno federal, llamado de la Cuarta Transformación y emanado de los reductos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que dirige Andrés Manuel López Obrador, esta tierra se ha consolidado como el anillo de oro del país.
Es decir, los coahuilenses viven tranquilos, hay seguridad, educación, salud y otros aspectos que a nivel nacional se han abandonado, siendo el proyecto riquelmista suficiente para la llegada de mayor número de inversionistas tanto nacionales como extranjeros que están generando los empleos necesarios o suficientes para nuestras familias.
Además de ello, se cuenta con presidentes municipales entregados de lleno a mejorar cada uno de los lugares que gobiernan, destacando el trabajo realizado por José María Fraustro Siller, en la capital coahuilense y su tocayito Chema Morales Padilla, en Ramos Arizpe.
Por ello, decimos que los mexicanos deben parar la oreja y escuchar la voz de Coahuila, porque si el deseo es contar con un mandatario que transforme a la Nación en una tierra progresista como lo es la nuestra, ahí está el principal elemento llamado Riquelme Solís.
Baste referirme tan solo a la política laboral establecida en la actual administración estatal, basada en el diálogo entre los sectores gubernamental, obrero y patronal, ocasionando que en Coahuila el empleo formal siga creciendo y que su tendencia se perfile al alza para lo que resta del año.
El mandatario coahuilense señaló recientemente que, de cara a los últimos meses de su gobierno, trabajará para que todos los indicadores positivos se mantengan firmes, y dejar así las bases fuertes para que sigan llegando inversiones y expandiéndose empresas que le apostaron al estado.
Con ello, es evidente que el desarrollo económico de la entidad seguirá avanzando, y más ahora con la amplia gama de posibilidades que se abren ante el inicio de la manufactura de automóviles eléctricos.
De enero a mayo se generaron 29 mil 362 fuentes de empleo, de acuerdo a las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y recuperados desde la pandemia 73 mil 840. En mayo la cifra fue de 3 mil 610.
Actualmente, Coahuila ocupa el lugar número ocho a nivel nacional en empleos generados durante lo que va del año, y se mantiene en primer lugar en cuanto a formalidad laboral. Organismos como el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señalan la estrecha relación que existe entre la seguridad con los positivos niveles de competitividad que tiene el estado, que atrae además las inversiones y a su vez se crean más empleos.
Las cifras de empleo son positivas y apuntan a incrementarse en los meses siguientes debido a las inversiones que siguen llegando, y porque hay confianza en las condiciones de seguridad, paz laboral y Estado de Derecho.
Entonces, mis queridos compatriotas, ustedes tienen la palabra, o nos vamos con el canto de las sirenas respaldando en la elección venidera a cualquiera de las ambiciosas “corcholatas” del presidente, o pensamos seriamente en convertir a México en un Coahuila grandote, donde prevalezca un mejor futuro para nuestros hijos.
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