MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Por la mujer y la sociedad

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El papel de la mujer en la historia de la humanidad siempre ha sido de marginación y castigo. Desde la religión se le ha señalado como la portadora del pecado y la incitadora a éste; Hesíodo en la "Teogonía" habla de la creación de los dioses y, entre tanto, cuenta la historia de Prometeo, y es ahí donde aparece Pandora, acusada de mil horrores. En "Los trabajos y los días" agrega: No engañe tu mente una mujer de trasero emperifollado, susurrando palabras seductoras mientras busca tu granero: quien confía en una mujer, ése confía en los ladrones.

      En la literatura, poca justicia también se le ha hecho, pues de renombre solo pocas mujeres han sido conocidas, no porque no haya, sino porque la misma sociedad las ha mantenido ocultas. Hoy en pleno siglo XXI y frente a “un activo” grupo de representantes por los derechos de la mujer, poco se ha avanzado para poder terminar con esta marginación, pues no solamente en las bellas artes está acentuado el problema, también en el núcleo familiar y en el plano económico.

    Si nos ponemos a analizar las condiciones sociales en las que se encuentra un hombre y una mujer, se hallan muy desfasados, pues, aunque la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos asegure que debe de existir igualdad de género -como pasa con la mayoría de los artículos- solo se queda solamente en el papel.

    En México la realidad es otra: las mujeres ganan mucho menos que los hombres -ya hablemos de obreras, especialistas o en alguna otra profesión-. Es un hecho que las condiciones laborales son muy diferentes, que, aunque se diga que estamos avanzando en materia de igualdad de género, todo ello es puro discurso, y las posibilidades que tienen para poder progresar, en comparación con las de un hombre, son muy diferentes. Muchas de ellas fungen como jefas de familia, sostén de este núcleo, otras como esclavas sexuales, amas de casa que “no hacen nada” y no tienen una remuneración y viviendo a la sombra de un hombre y no han logrado salir adelante.

    Hoy no hace falta celebrar, lo que hace es legislar, no solo a favor de las mujeres, sino de todos los desprotegidos de esta sociedad. Que nadie se llene la boca diciendo que lucha por los intereses de las mujeres, pues el hecho de luchar por unos intereses en particular, va marcando la diferencia de género entre miembros de una misma clase social; hoy hace falta que los que están administrando el país no solo garanticen seguridad a las mujeres, sino a la población en general; que entiendan, por otro lado, que el precio de la canasta básica va cada día en aumento, y que es necesario que los salarios aumenten, tanto de hombres como de mujeres.

    Antorcha llama a la unidad, no solo por las mujeres de nuestra patria y del mundo, sino por nuestros hermanos de clase, por los desprotegidos, por los que cada vez sufrimos más el embate de esta sociedad que nos golpea con inseguridad, altos precios, salarios bajos, falta de servicios, sin salud gratuita. Por todos ellos y por nosotros mismos debemos de seguir creando esta fuerza social que represente los intereses de la clase trabajadora, hasta entonces, la igualdad de la mujer será posible.

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