Son altos los riesgos que se sufren en el sureste del país, en donde enfermar y morir es la suerte que le tocó vivir a los habitante. Quienes viven en los municipios más olvidadas de Tabasco, así como de Campeche, Chiapas y Quintana Roo son los ejemplo reales del mal funcionamiento del sector en la administración de la 4T, porque las entidades se encuentran en graves problemas.
Chiapas tiene el 94 por ciento de la población en situación de pobreza o de vulnerabilidad por carencias o ingresos, nada más seis de cada 10 chiapanecos acuden a los servicio de salud de gobierno, pero son dados de alta porque los hospitales públicos no cuentan con los insumos, la tecnología y medicamentos necesarios para atenderlos. Dos acuden a servicios particulares que ofrecen bajos precios, pero en intervenciones quirúrgicas buscan ayuda de familiares, amigos organizaciones porque no alcanzan a cubrir los gastos. Aunque un número importante ha optado por pagar un seguro, son ineficientes, ya que ha aumentado la demanda, pero retrocede la calidad del servicio.
Está claro que el gobierno de la Cuarta Transformacional tiene una deuda pendiente con el estado, pues se agrava la desigualdad y exclusión social que padece la población chiapaneca en el ámbito de la salud. Las familias ven inalcanzable la posibilidad de curarse, los servicios particulares son elevados y los públicos están abandonados.
Hasta hace una década, este mal se veía más remarcado en las zonas rurales, pero actualmente se agrava en las zonas urbanas, testimonios de mujeres ofrecen su propia visión de la salud, la enfermedad y la atención sanitaria, y han desarrollado diferentes estrategias para afrontar las dificultades. A pocos días de iniciar 2023, las denuncias de los chiapanecos se ven caracterizadas por la pobreza y olvido institucional, pues las enfermedades se convierten incurables y solo se resignan a la voluntad de Dios.
No nos olvidemos que este mal se vino a desmantelar desde la pandemia que dejó miles los muertos por la falta de atención, de equipos y medicinas en los hospitales; que esto mismo llevó a otros enfermos a verse obligados a interrumpir el tratamiento de sus males crónicos degenerativos o de enfermedades de difícil erradicación: niños y adultos con cáncer, cardiópatas, diabéticos, hipertensos, infectados de VIH. Todos ellos son víctimas del mal manejo en el sector salud y del pésimo estado del sistema de salud pública.
Ha este mismo mal se sumó la caída de la economía, la falta de empleos, los bajos salarios, la reducción del ingreso familiar, la creciente ola de inseguridad, la ausencia de obras de infraestructura y saneamiento para pueblos y colonias y mucho más.
Todas las malas de desiciones y la famosa campaña de austeridad de Andrés Manuel López Obrador resultó ser tragedia para lo más pobres. Por esta razón hago un respetuoso llamado a todos para que pensemos bien y elijamos mejor en la elección que viene porque solo eso nos puede salvar del desastre anunciado.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario