Cuando se habla de pobreza extrema comúnmente solemos poner ejemplos de zonas rurales, donde se vislumbra más claramente la precariedad de los campesinos o las comunidades indígenas. Sin embargo, la pobreza extrema arremete también no sólo en las periferias urbanas, sino en el interior de una ciudad, como en la capital michoacana, en este caso.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), Morelia tiene 228 mil 710 personas que padecen pobreza, el 27.3 por ciento de su población. No hace falta ir muy lejos a buscar ejemplos, pues como vemos, más de la cuarta parte de morelianos son azotados por la pobreza, pues hay colonias enteras donde apenas se alcanza a sobrevivir con 100 pesos para el gasto en insumos alimenticios y además esto en familias de más de cinco miembros. Pero hay más, el mismo CONEVAL contrasta en números esta realidad: 28 mil 593 morelianos en pobreza extrema; 117 mil 848 morelianos con rezago educativo; 278 mil 621 morelianos sin acceso a los servicios de salud; 44 mil 334 morelianos sin un espacio adecuado en su vivienda, 42 mil 172 morelianos sin servicios básicos en su vivienda y 123 mil 894 morelianos sin acceso a la alimentación.
Esta situación es ya algo común al menos para las familias que habitan en la capital, pues apenas alcanzan el salario mínimo para subsistir y muchas veces el sustento no llega a todos los hogares. Además, al menos el 60 por ciento de la población ocupada de Morelia pertenecen al sector del empleo informal. Mismo coneval reporta que hay 291 mil 216 morelianos con un ingreso inferior a la línea de pobreza.
La capacidad adquisitiva del ciudadano moreliano sigue siendo baja, debido tanto al alza generalizada de los precios (inflación) por una parte, como porque día con día se incrementa el desempleo. Como vemos, este fenómeno no es exclusivo de comunidades lejanas a la urbanización, pues a los costados de la urbe una gran cantidad de habitantes sufren carencias económicas. En Morelia, familias enteras viven bajo el mismo techo, en un espacio no mayor a cinco metros cuadrados, situación que ante la contingencia sanitaria ponen en peligro su vida.
Hay mucho desempleo, cada vez más compañeros que frecuento me narran como de la noche a la mañana se han quedado sin trabajo y viven con la incertidumbre por no tener que llevar a sus hogares. En estos tiempos de vísperas navideñas , cuando las temperaturas alcanzan los cuatro grados centígrados, habitantes de colonias como Presa de los Reyes, Gertrudis Sánchez, 13 de abril por mencionar algunas en Morelia, Michoacán, que conozco bien, enfrentan continuamente enfermedades respiratorias que con la emergencia sanitaria solo se han agravado, pero resulta que tampoco cuentan con acceso a la salud, es más, tan grave es la situación que hay colonias que no cuentan si quiera con el acceso al transporte para poder trasladarse a sus áreas de trabajo, escuela, o médico si es que este último fuera requerido.
Además, la mayoría de los programas federales, estatales y municipales que están dirigidos a grupos vulnerables, parecen perder el rumbo, estas ayudas no llegan desde hace tres años a las colonias mencionadas. No hay obras como pavimentaciones, electrificaciones, sistema de drenaje completo y no se diga de construcción de clínicas al alcance de este tipo de colonias, donde puedan atenderse de manera gratuita y de calidad. Aspectos importantes que de alguna manera cambiarían el estilo de vida de los morelianos.
Este municipio, como la gran mayoría del país, se encuentra olvidado y como vemos no hace falta ir a la Sierra Tarahumara para encontrar pobreza extrema. Este fenómeno también golpea a las zonas urbanas y su explicación es, como lo ha dicho Antorcha, la injusta distribución de la riqueza social, problema estructural de la economía mexicana al que ni AMLO, ni la 4T, ni ningún partido político ha querido entrar.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario