La OMS recomienda 2.4 médicos por cada mil habitantes; Chimalhuacán solo cuenta con 401 médicos para atender a 735 mil 415 habitantes
El sistema de salud pública en Chimalhuacán sufre una crisis profunda: hay falta de medicamentos, de médicos especialistas, de equipo médico y no hay apoyo de las instituciones estatales ni nacionales. Todo esto provoca serios problemas a miles de pacientes: los enfermos son abandonados por las instituciones de salud y, con sus propios recursos, es muy difícil encontrar alguna solución, por lo que a muchos no les queda más que esperar un desenlace fatal.
Además, en el municipio se presentan casos que evidencian negligencia administrativa y falta de sensibilidad para atender las necesidades de la población humilde. Dos casos recientes —los del señor Moisés Bernabé y la hija de la señora Marcela— son ejemplos del problema sistémico que existe en el país y en Chimalhuacán, y que requiere atención urgente.
La falta de asistencia médica y de medicamentos ha provocado el deterioro de Moisés, quien vive en el Barrio Transportistas. Al sufrir un accidente automovilístico al retornar de su trabajo, presentó un problema de movilidad de la mandíbula inferior, lo que le impide hablar, comer y soportar un dolor intenso.
La hija de Marcela, que vive en la colonia Niños Héroes, sufrió un accidente en uno de los llamados mototaxis. Presentó una fisura en el cráneo y pocos esperanzas de vida; no obstante, la familia se aferró a su atención médica, no escatimó gastos y la joven se recupera en casa.
Es crónico el desabasto de medicamentos en el Hospital General “90 camas” y en las clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS): “no reciben suficientes insumos, por lo que solo se limitan a proporcionar analgésicos básicos”, informó Jovita, quien se atiende en un centro de salud.
El 31 de marzo del presente año, los médicos del Hospital General “90 camas” realizaron un paro de labores exigiendo insumos para la atención de sus pacientes.
La falta de especialistas y de equipos provoca que el caso de Moisés se complique. No hay suficientes traumatólogos, cirujanos maxilofaciales ni neurocirujanos en las clínicas y menos en el municipio. El paciente ha tenido que acudir a otros hospitales, como La Raza o el de Texcoco, donde tampoco se le garantiza la atención que requiere.
Los hospitales no tienen tomógrafos, resonadores magnéticos ni quirófanos equipados para emergencias complejas. La demanda y saturación de pacientes provocan deficiencias que llevan a las familias a gastar lo que no tienen y a atenderse en clínicas particulares. Moisés fue operado para corregir el problema maxilofacial y ahora se encuentra en terapias que paga con el apoyo de su familia.
El dirigente de Antorcha en el municipio señaló que “Chimalhuacán tiene una población en crecimiento, pero su infraestructura médica no se ha ampliado proporcionalmente. Las clínicas del IMSS y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) no cubren la demanda y los hospitales generales no están preparados para atender a los enfermos”.
Además, la burocracia y falta de coordinación entre instituciones médicas provocan casos como el de Moisés y la hija de Marcela. Los pacientes son rebotados de una institución a otra y faltan al protocolo de atención médica. No hay camas de hospital ni ambulancias suficientes para traslados urgentes.
En muchos casos las familias ven cómo mueren sus pacientes de enfermedades crónicas o traumatismos graves; mueren por falta de un tratamiento oportuno, y además se empobrecen más por el pago de hospitales privados o la compra de medicamentos en farmacias de alto costo.
La población desconfía del sistema público de salud: “a las clínicas de salud solo acudimos cuando tenemos una emergencia, cuando ya no tenemos de otra”, aseguró doña Catalina, del barrio Curtidores.
El sistema de salud en México está colapsado por el abandono institucional, y Chimalhuacán es un ejemplo de ello. “Mientras no haya una reforma estructural que priorice la contratación de médicos, la compra de medicamentos y la modernización de hospitales, no va a mejorar el sistema de salud, pero la salud de la población no puede ser un privilegio, es una necesidad”, finalizó el dirigente antorchista.
Según datos del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), Chimalhuacán cuenta con tres hospitales —el Hospital General “90 camas”, el Hospital General San Agustín y el Materno Infantil Vicente Guerrero—, la clínica del Issste 189, tres Centros Especializados de Atención Primaria a la Salud (CEAPS), siete centros de medicina general y una unidad móvil para atender a 735 mil 415 habitantes.
La Organización Mundial de la Salud recomienda 2.4 médicos por cada mil habitantes; en Chimalhuacán sólo hay 401 médicos reportados en el sector salud; muy por debajo de esa recomendación.
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