MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Pobreza en Nayarit va en aumento

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De acuerdo con Información general sobre pobreza y rezago social publicada en el Diario Oficial de la Federación en enero de 2020, el estado de Nayarit tiene un millón 288 mil 971 habitantes y representa el 1% del total nacional. Su población en situación de pobreza es del 34.8%, de la cual en pobreza moderada es el 28.9% y en pobreza extrema el 5.9%. Asimismo, los habitantes vulnerables con carencias son del 35.9%, por ingresos es de 4.9% y la población no pobre y no vulnerable corresponde al 24.4%.

Reconoce el documento que hay 61 mil 400 nayaritas que viven en piso de tierra, 30 mil 800 que tienen su vivienda con techo de material endeble, con muros endebles 13 mil 600 y 96 mil 600 viven hacinados. Mientras los que no tienen acceso al agua potable asciende a 122 mil, 68 mil 300 no cuentan con drenaje, 22 mil residen sin electricidad y 105 mil 900 habitantes que usan leña o carbón.

La población económicamente activa en el estado de Nayarit es de 684 mil personas, de éstas, el 57% labora en la informalidad y la tasa de desempleo es de 4.01%. Los sectores productivos importantes se ubican en la agricultura, ganadería y pesca que producen el 7.3% del Producto Interno Bruto (PIB), la industrialización de azúcar y tabaco que produce el 20.6%, y el más importante, el sector de los servicios que representa el 60% del PIB estatal. 

La pandemia por covid-19 afectó la economía de todo el país y la de Nayarit no fue la excepción. De acuerdo con una nota publicada en El Occidental y La Jornada del 7 y 10 de junio de 2020, respectivamente, para esa fecha se habían perdido 140 mil empleos. La mayor parte de los afectados por el desempleo se ubicaban en el sector informal.

De los oficios formales, las autoridades reconocen que se perdieron 20 mil fuentes de trabajo en la pandemia. De las plazas perdidas al día de hoy no se ha recuperado ni el 50%, según la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en una nota publicada por Meganoticias el 11 de marzo. De los empleos informales que desaparecieron durante la endemia no se dice ni una sola palabra a pesar de que este sector aporta el 23% del PIB estatal.

Es conocido que el único esfuerzo para apoyar a la población durante la pandemia por parte del Gobierno estatal, es recomendar quedarse en casa para proteger la salud. No hay ningún apoyo para los 10 mil desempleados del sector formal y mucho menos para los miles y miles de desocupados del informal. Son los trabajadores los que producen la riqueza del Estado y del país y la autoridad no se ha dignado en devolver una porción de ella para socorrerlos “en estos tan calamitosos tiempos” como dijera Don Quijote de la Mancha. No se apoya a las micro, pequeñas y medianas empresas y muchas de ellas posiblemente no sobrevivan a esta crisis con sus consiguientes efectos.

En estas condiciones la pobreza en el Estado va a incrementar y a agravarse. De hecho, desde antes de la pandemia, no existía ni existe un plan para siquiera disminuir la miseria del pueblo. De acuerdo con los datos mencionados arriba, solo un 25% de la población no tiene la preocupación, porque no es ni vulnerable ni pobre. Sin embargo, hay cerca de 900 mil nayaritas que sí son vulnerables, pobres, y muchos no tienen ni qué comer. Carecen de los servicios más indispensables, de vivienda digna y decorosa, viven hacinados alrededor de 100 mil de ellos y ahora se han quedado sin empleo, como efecto directo de la endemia.

El panorama en Nayarit no es nada halagüeño. Ahora es más frecuente ver en las ciudades importantes del Estado el aumento de la indigencia y de la mendicidad, individuos cuya única alternativa para sobrevivir es recurrir a la caridad pública. Es apreciable el incremento de las personas que en cada semáforo de las principales vialidades hacen de todo con el objeto de obtener algo para llevar el pan a casa. Han aumentado los puestecitos colocados en las puertas de las viviendas que ofrecen un sinfín de mercancías para contribuir al sostenimiento del hogar y, como hija natural de la pobreza, ha incrementado la delincuencia de cualquier tipo.

En estos días que se desarrollan las campañas políticas, y como siempre, los políticos tradicionales ya empiezan a prometer el oro y el moro para que los incautos votantes los apoyen el día de las elecciones. Con muy honrosas excepciones, si es que las hay, ninguno de ellos propone ni por asomo el combate frontal a la pobreza en Nayarit, sus fórmulas son repetitivas, lo más que están dispuestos a hacer es decir mentiras u ofrecer más dinero a cada votante para comprar su voluntad y salir triunfador en la contienda que se avecina.

Sin embargo, el panorama complicado que se presenta tanto en Nayarit como en el país, se necesita de nuevas propuestas y acciones concretas para atacar los problemas torales que afectan a nuestra patria, requiere de nuevos políticos verdaderamente comprometidos con las demandas y reclamos de los mexicanos. Mas el pueblo debe tomar conciencia de la difícil encrucijada en que se encuentra, dejar de confiar en iluminados que se ostentan de salvadores, pero que no son otro aspecto más que viles embaucadores.

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