MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

PEF 2023: ¿Sigue siendo Morena la esperanza de México?

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En la semana que concluyó, la Cámara de Diputados recibió, de manos del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, el Paquete Económico para el Ejercicio Fiscal 2023, compuesto fundamentalmente por la iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Decreto de Egresos de la Federación; en pocas y claras palabras, cuánto y de dónde plantea ingresar el gobierno de la Cuarta Transformación en su quinto año de gobierno y, con base en los ingresos esperados, cuánto y en qué propone gastar.

Tratándose del penúltimo año de la gestión de Andrés Manuel López Obrador y de su propósito de que alguno de sus delfines ocupe la presidencia de México en 2024, no debiera sorprendernos el hecho de que, comparado con este año, el próximo se pretenda gastar más en sus programas para el bienestar, priorizando las pensiones para adultos mayores y para las personas con discapacidad permanente. Así como tampoco el hecho de que, a pesar de que lo presupuestado en 2022 para sus obras insignia ya haya sido rebasado, y con mucho, se sigan contemplando más carretadas de dinero público; por ejemplo, para el Tren Maya se plantean 143 mil millones de pesos más.

De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se plantean ingresos por un monto de 7.1 billones de pesos, un crecimiento de 9.9 por ciento con respecto a este año, a través de ingresos petroleros, de ingresos no petroleros y de la adquisición de deuda; por su parte, los egresos se incrementan en 11.6 por ciento, siendo de un total de 8.3 billones de pesos.

El gobierno, pues, se plantea endeudar más a los mexicanos, puesto que la diferencia entre ingresos y egresos, que es de 1.2 billones de pesos, será cubierta con la adquisición de deuda. “Un elemento para destacar” -dice la SHCP- “es que en 2023 se garantizan recursos para continuar robusteciendo la red de apoyos directos a la población a través de los Programas para el Bienestar”, que tendrán un incremento de 12.7 por ciento. Mientras que para educación será de 5.9 por ciento, y en salud, apenas de 1.9 por ciento, por lo que, aunado a las campañas políticas adelantadas de Morena que hemos estado mirando, seguirá la compra de voluntades a través de la entrega directa de dinero público, mientras que la educación y la salud, que son un gravísimo problema, seguirán deteriorándose.

Se reafirma que dentro de las preocupaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador no ha estado ni estará mejorar el sistema de salud pública ni la educación de millones de niños y jóvenes. Su preocupación está centrada en su imagen para que Morena conserve la presidencia del país.

De ahí sus dádivas y sus obras faraónicas que, como lo han dicho varios especialistas, simplemente no serán funcionales. Tomemos como ejemplo la refinería de Dos Bocas, Tabasco. Fue la propia Auditoría Superior de la Federación (ASF) la que señaló que: “La nueva refinería de Dos Bocas, uno de los megaproyectos principales de la administración de Andrés Manuel López Obrador, podría no ser viable económicamente, pues está basado en proyecciones financieras poco razonables, ha sido opaco en la asignación de contratos, y su implementación no tomó en cuenta sus impactos ambientales negativos ni el hecho de que se construyó sobre un predio que tiene ‘riesgos altos de inundación marina y fluvial’…, se afirmó que la refinería tendrá un uso superior al 90 por ciento, cuando sus propias cifras estiman su utilización a un 78.5 por ciento -las demás refinerías operan en promedio con un 36.4 por ciento de su capacidad-, y las cifras no toman en cuenta el derrumbe en la producción de crudo de Pemex observado en la última década.” (Proceso, 21 de febrero de 2021.) Y así por el estilo está el resto de los megaproyectos del presidente.

Mientras se siguen echando carretadas de dinero a un barril sin fondo, la educación pública, que ya antes de la pandemia de covid-19 estaba mal, ahora que han bajado los contagios y se ha regresado a clases de manera presencial, tanto maestros como padres de familia saben bien que los niños y jóvenes inician un nuevo ciclo escolar con un mayor rezago educativo y, además, que la infraestructura de los centros escolares está todavía peor, en virtud de que estuvieron vacíos y no se les dio mantenimiento ni arreglo previo al inicio del nuevo ciclo.

De acuerdo con el Coneval, al abandono escolar y a las afectaciones en los aprendizajes en la educación básica, contribuyeron “la inestabilidad laboral o carencias económicas de las familias, la incidencia del trabajo infantil y adolescente, así como la presencia de rezagos educativos previos.” Y ¿qué decir de la salud? Que el servicio a derechohabientes y sus familias sigue siendo deficiente; que sigue sin haber medicamentos, ni siquiera los del llamado cuadro básico, por lo que el enfermo tiene que comprarlos si quiere curarse; que la infraestructura de los mismos es pésima, al grado de que pone en peligro no solo la salud, sino la vida de los pacientes, de médicos y enfermeras y de todo el personal que en ellos trabaja. ¿Qué tanto podremos mejorar en estos dos importantísimos sectores, si el egreso que se les asigna en el presupuesto 2023 no alcanza ni el 8 por ciento entre ambos?

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), acaba de publicar su Informe 2021-2022, en el se incluye el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que mide las condiciones que brinda un país -en salud, educación e ingreso- para que su población tenga calidad de vida y oportunidades de crecimiento. Allí se reporta que, con relación al año pasado, México cayó 12 lugares en dicho índice, colocándose en el lugar 86 de 191 países analizados.

“Uno de los indicadores que más influyeron en el desplome de México en el IDH, fue la drástica reducción en la esperanza de vida”, pues pasamos de 75 años a 70, es decir, perdimos cinco años en nuestra esperanza de vida.

“Otro rubro que contribuyó al descenso del IDH fue el ingreso per cápita”, que sufrió una baja de 6.5 por ciento tan solo en 2021. A ello hay que agregar, además, que los precios de los alimentos de la canasta básica no han dejado de subir desde enero de este año, colocándose en el mes de julio con un alza de 12 por ciento, por lo que el famoso Paquete contra la Inflación y la Carestía (PACIC) de poco o nada ha servido, pues los ingresos de las familias van a la baja mientras los precios de los alimentos van en aumento.

Estos son tan solo algunos de los resultados del gobierno de la 4T, por lo que es legítimo preguntar ¿sigue siendo Morena la esperanza de México?

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