De acuerdo con la información de la página de México ¿Cómo Vamos?, la inflación en el país es del 8.76 por ciento al término de la primera quincena de septiembre, la más alta registrada en todo este siglo, la mayor registrada era del 6.69 por ciento en diciembre de 2017, cifra que se nutre con datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi). 

Las mayores alzas de precios, en lo que se traduce la inflación, se han registrado en los alimentos, principalmente en los productos de origen animal como huevo, pollo, leche y carne de puerco y en los de despensa como el aceites, sopas, pan y tortilla; y en las verduras y vegetales como son la cebolla, limón tomate y papa.

En respuesta al alza de precios por el fracaso del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), en mayo pasado, idea del presidente Andrés Manuel López Obrador, al ser insuficiente para contener el alza inflacionaria en los 23 productos que contiene y que duplicaron el incremento general de los precios, el Gobierno federal morenista ha vuelto a anunciar otro plan antiinflacionario que será totalmente ineficaz, como ocurrió con el primero. 

Durango se encuentra ubicado como la tercera entidad con el porcentaje de inflación más alto en el país, con el 10.3 por ciento; en el sexto puesto se encuentra Zacatecas con 9.9 por ciento; en octavo Coahuila con 9.8 por ciento, después Nuevo León con empate técnico junto a Chihuahua con 9.4 por ciento, inflación por encima de la media nacional, hasta la primera quincena del mes de septiembre, la mayor inflación que se ha registrado es en el tomate, electricidad y la cebolla.

López Obrador va por un segundo intento en busca de contener los altos niveles de inflación, con un nuevo acuerdo, con la iniciativa privada, complementario al PACIC que anunció a inicios del pasado mes de mayo, pero no se ve por ningún lado que este nuevo acuerdo tenga un impacto significativo en la inflación, pero sí tiene el agravante de que puede ocasionar problemas de calidad de los alimentos, lo que pone en riesgo la salud de los mexicanos. 

Los incrementos y mayores alzas registradas son en los alimentos de la canasta básica, han deteriorado con ello aún más la escasa economía familiar de los más pobres, pues quienes surten su despensa de los productos básicos como son el aceite, sopas, pan y tortilla; y en las verduras y vegetales como son la cebolla, limón, tomate y papa, son las familias trabajadoras.

La Organización Mundial de Salud (OMS), pone en alerta de que al producir alimentos baratos puede ocasionar que sean de mala calidad, por ello, advierte que las enfermedades transmitidas por los alimentos son generalmente de carácter infeccioso o tóxico y son causadas por bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas que penetran en el organismo a través del agua o los alimentos contaminados.

El organismo mundial destaca que las enfermedades de transmisión alimentaria imponen a la salud pública, el bienestar social y las economías. Se ha subestimado a menudo debido a la notificación espontánea y la dificultad para establecer una relación entre la causa y el efecto entre las contaminaciones de alimentos y las enfermedades o muertes por ellas provocadas, queda claro que es difícil detectar oportunamente a la empresa o empresas que importen productos en mal estado y asuman su responsabilidad si hay una desgracia o una epidemia. Ya que solo pide y da confianza.

Como vemos hoy, igual que con el primer intento por detener las alzas inflacionarias, además de que puede ocasionar problemas de calidad en los alimentos, deja de lado a las micro y pequeñas empresas a su suerte, y continúa pegando a las finanzas públicas.

Por otra parte, ha sido bastante señalado que la inflación en México no sólo es generada por las cuestiones de oferta y demanda, sino también por los temas de inseguridad, pues en varias localidades el crimen organizado cobra piso, amenaza a los productores, y les saca dinero, lo cual también es transferido al precio final del producto.  

Por ello, ante la ineficacia de la 4T, el pueblo mexicano debe disponerse no solo a quitar a López Obrador y Morena del poder, sino a sustituir su descontrolada política económica por otro modelo económico superior. México necesita una administración federal que entienda el problema de la pobreza de nuestro país de otra manera. Que ponga el progreso económico, los avances científicos y tecnológicos al servicio del pueblo. 

Los mexicanos que buscamos un futuro mejor, debemos conocer la verdad de nuestra economía, de cómo manejan la política nuestros gobiernos y así, una vez que conozcamos la verdad, trabajar y luchar por cambiarla. De no hacerlo, los mexicanos tendremos lo que no queremos, por ello es necesario educarnos y unirnos por los intereses de los trabajadores y creadores de riquezas.