El idealismo, junto con el materialismo, es una de las dos grandes corrientes filosóficas en las que se pueden clasificar casi todas las escuelas de pensamiento de la historia. De modo abreviado podríamos decir que según esta forma de ver el mundo las ideas tienen primacía sobre la realidad. Esta ideas son representadas de diversas maneras, según a quien le preguntes, algunos le llaman Dios, otros lo llaman voluntad, algunos más karma, destino, etc. Si esto es cierto, según los idealistas, basta acudir a estas "ideas” para transformar la realidad que vivimos. De esta manera tenemos que la solución sea para los idealistas la oración, echarle ganas o, simplemente, la inacción hasta que el destino juegue su papel.
Estas son soluciones, para quienes coincidan con estas formas de pensamiento, a un nivel personal, pero, definitivamente, no bastan en el arte del gobierno y la política. Antes de parecer irrespetuosos queremos enfatizar la frase "no bastan”. A un gobernante no le basta, o no le debe bastar este tipo de soluciones para resolver los problemas concretos de sus pueblos.
El gobierno de nuestro país ha exhibido muchas veces su carácter eminentemente idealista (su llamado a crear una "republica amorosa&rdquo, cuidarse de la covid-19 con estampitas y hoy vuelve a mostrarlo con su campaña "apoya un poco, apaga un foco” que acaba de ser anunciada a raíz de los recientes apagones en varios estados de nuestro país derivados de la escasez de gas en Estados Unidos, concretamente en la zona sur como Texas. Según esta iniciativa, se pretende limitar el uso de energía y aparatos no esenciales a partir de las 6 de la tarde y hasta las 11 de la noche.
Al respecto queremos hacer algunas breves consideraciones. En primer lugar la campaña habla de "aparatos no esenciales” cuya dificultad estriba en definir qué es lo no esencial. Lo que para alguno es esencial para otro puede no serlo. Intentando ser más concreto y disculpando lo simplón de los ejemp nos podemos preguntar si es esencial para una madre dejar la luz encendida para su hijo, o el uso del teléfono para redes sociales o dejar conectado un aparato electrónico, etc. Medidas similares se han implementado en otras ocasiones sin resultados palpables como en el sexenio de Luis Echeverría. ¿Qué garantiza que esta vez sea distinto?
Al ser una medida subjetiva es difícil hacer una medición objetiva del fenómeno. Sera posible medir si hay un ahorro en la energía, pero será difícil medir cuanto de esto será derivado de este llamado que hace el señor presidente y no explicable por otras causas. ¿Podría convertirse esta campaña en solo un medio de propaganda a raíz del contexto electoral que viviremos este año? Algunos dirán que es pronto para asegurar pero sin duda podemos hacernos esas legítimas preguntas.
Lo que si podemos asegurar, porque la realidad así lo demuestra, es que México tiene una dependencia excesiva de la economía estadounidense. Casi un 60 % de la energía eléctrica de nuestro país es producida con gas natural y el 70% de ese gas proviene de nuestro vecino norteamericano. Dadas las condiciones climáticas actuales en este país, agravadas por el daño ambiental causado por las corporaciones ansiosas de la ganancia máxima, sumadas a la pésima infraestructura eléctrica de nuestro país que tampoco ha remontado este gobierno pese a incrementos constantes en las tarifas de electricidad no es extraño que nuestro país haya sido vulnerable a estos apagones. No podemos ocultar que este gobierno hace unos días anuncio la compra de barcos de gas para lidiar con la situación. Sin embargo, de esto podemos colegir que la compra de gas no será una medida suficiente de lo contrario no sería necesaria emprender esta campaña.
Si "apoya un poco, apaga un foco” es tomada en serio por las autoridades fracasará por su carácter idealista limitado a la buena voluntad de la gente. Y no porque la gente sea mala sino porque no es una medida concreta. De lo contrario, si no es tomada en serio, es sólo un intento de aparentar que se están tomando medidas concretas en espera de limpiarse un poco el rostro rumbo a las elecciones. Esperamos equivocarnos en bien de nuestro país.
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