El día de mañana, domingo 10 de abril, el país entero será testigo del gran fraude electoral que llevará a cabo el gobierno federal y Morena en la consulta de revocación de mandato, una simulación burda de lo que debería ser un ejercicio democrático al servicio de la ciudadanía, pues ante la falta de interés real de la mayoría de los mexicanos por participar, el régimen ya se prepara para practicar el relleno de las pocas urnas que se instalarán y el acarreo de algunas personas, pues de otra manera es difícil que reúnan la cantidad mínima de votos para no hacer el ridículo.
Debido a que se le recortaron más de 5 mil millones de pesos al presupuesto del INE, solamente se instalarán 57 mil 570 casillas en todo el país, apenas el 35% de las 121 mil que se instalaron en 2021, durante la última elección federal. Por lo que mucha gente ni siquiera sabe en donde podría votar, pues no habrá casillas en todas las secciones electorales. Por ello, tal como se hizo en las elecciones del año pasado lo más seguro es que los morenistas realizarán el embarazo de urnas con papeletas previamente marcadas a favor de que AMLO siga.
La tarea no se les dificultará puesto que no habrá representantes de casilla de los partidos de la oposición, que decidieron no participar en esta patraña, únicamente Morena registró a sus representantes en las más de 57 mil casillas, hasta en un 110% de participación según un reporte del INE, por lo no habrá nadie que se queje o los denuncie de tales irregularidades. Tampoco el INE contará con el número suficiente de observadores electorales y funcionarios que estén vigilando el correcto desarrollo de la jornada, debido al escaso presupuesto que la Secretaría de Hacienda asignó a este ejercicio.
La otra vía que utilizarán para conseguir algunos votos será el acarreo de personas, utilizando recursos públicos, tal como lo hemos venido observando con colocación de propaganda a favor de que el presidente siga y en el acarreo a los mítines de campaña, a pesar de que dichos actos están prohibidos por la Constitución.
El periodista Leonardo Kourchengo, en su columna del 5 de abril para el Financiero, dio cuenta de una filtración desde Palacio Nacional, en la que se supo que el presidente López Obrador reunió a los gobernadores de Morena el pasado 4 de marzo y les exigió utilizar todos los recursos a su alcance para conseguir la misma cantidad de votos que obtuvo en 2018 en cada una de las entidades que gobiernan, lo que significa que la cuota para el gobierno de Veracruz es de poco más de 1 millón 400 mil votos.
“Existe desde la Presidencia la aprobación tácita para que las y los gobernadores echen mano del presupuesto para apoyar la consulta, sin que después, ningún órgano de control estatal o de Hacienda, vaya a exigir comprobaciones ni demostraciones de gasto”, señaló Kourchengo.
El 6 de abril, el periodista veracruzano Arturo Reyes Isidoro relató en su columna la forma en que en Veracruz se está preparando un operativo denominado “Vamos por todas las canicas”, del cual asegura tener copia, que consiste en una estructura territorial montada por el gobierno del estado para obligar a los concesionarios del servicio de taxis a participar en el acarreo de los ciudadanos, pues de lo contrario les revocaron el permiso para trabajar en esta modalidad de transporte público.
“Su estructura la dividieron en tres grandes zonas, la norte con siete regiones, la centro con ocho y la sur con cinco, que contempla todos los municipios. Están pidiendo a los ‘contactos’ que salgan a votar y los ‘inviten’ a que lleven por lo menos cuatro acarreados” … “La estructura es piramidal y tiene un jefe al que responden los coordinadores distritales, ‘jefe’ al que identifican como Eleazar Guerrero Pérez, primo del gobernador Cuitláhuac García y subsecretario de Finanzas”. El primo que maneja las finanzas del estado.
Así, en medio de tantos problemas por los que atraviesa el estado y el país entero; entre tantas carencias que vivimos los mexicanos, la prioridad del gobierno federal no es resolverlos ni mejorar la suerte de los ciudadanos, su prioridad es crear la falsa impresión de que el presidente López Obrador y su partido cuentan con un amplio respaldo de la mayoría de los mexicanos, aunque no sea así; también hacen un ensayo de cómo van a actuar en las elecciones de 2024 y preparan un golpe para destruir al Instituto Nacional Electoral, organismo autónomo que cuenta con un gran prestigio por haber sido impulsado por las corrientes progresistas que existen en el país.
Mientras el país se les cae a pedazos por que la inseguridad se incrementa, la inflación crece a pasos agigantados, el empleo no se recupera, no hay obra pública, el campo está en el abandono, el gobierno está más preocupado por seguir engañando y manipulando a sus seguidores a los que les está haciendo creer que realmente este es un ejercicio democrático cuando en la realidad le han conculcado al pueblo sus derechos de organización, petición y libre manifestación. Coincido con los que dicen que lo más digno que podemos hacer es no salir a votar.
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