Fue un grito unánime de denuncia y exigencia que corearon miles, cientos de miles, millones de gargantas a lo largo y ancho de la República Mexicana, desde Mérida, Yucatán hasta Tijuana, Baja California y desde Guadalajara, Jalisco hasta Xalapa, Veracruz. Es decir, de frontera a frontera y de costa a costa, en las capitales de los 32 estados del país. También con la palabra escrita en pancartas, mantas, cartulinas, volantes, octavillas; Con la movilización, mítines, marchas, cadenas humanas y plantones; Con la tecnología en redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram, mensajes, correo electrónico, WhatsApp; en asambleas, reuniones de grupo; en la radio, en la televisión; el pueblo Pobre de México organizado en el Movimiento Antorchista informó a la opinión pública nacional, protestó públicamente, denunció ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y exigió al Congreso del Estado de Hidalgo, iniciar proceso de juicio político contra el Gobernador de Hidalgo Omar Fayad Meneses.
Por haber incurrido en violaciones graves y sistemáticas a las garantías individuales y sociales tales como: El derecho de petición, pues a pesar de que se han presentado en tiempo y forma como lo mandata la Constitución, los pliegos petitorios, es decir, la relación de demandas de ejidos, colonias, pueblos y comunidades, que en reuniones con el propio mandatario se han tomado acuerdos precisos –que están incluso en minutas– para resolver dichas demandas, el gobernador incumple sistemáticamente con los acuerdos.
Lo mismo sucede con la garantía de la libertad de asociación y manifestación de protesta contra estos actos de autoridad que niegan la solución del pliego petitorio. El pasado 10 de abril de los corrientes cuando grandes contingentes se trasladaban de diferentes municipios del interior del estado de Hidalgo hacia la capital Pachuca, para participar en la manifestación de protesta y de exigencia al cumplimiento de los acuerdos, la policía estatal detuvo los autobuses e impidió continuaran con su trayecto.
Lo que quiso callar el gobierno del estado a través de la intervención de la policía al parar los autobuses que transportaban a los manifestantes, se le revirtió como a todos los que no escuchan y se erigen en gobernantes autoritarios, absolutos, y entonces lo que logró su acción represiva fue que la protesta creciera exponencialmente ya no aritméticamente.
Porque el pueblo unido es una caja de resonancia que alertó en todo el país, en todos los rincones de la patria que desde siempre han sido despreciados, pues en ellos viven los humildes, sin embargo, hoy por la fuerza transformadora de la organización de los pobres de México, hoy estos rincones olvidados son una gran fuerza, un eco que brota no de la entraña de los montes o de la sierra, ¡no!, es un eco que parte y se repite desde las entrañas del pueblo humilde, del pueblo reprimido que ha sufrido, que ha aprendido gracias a su lucha y a su organización a distinguir al verdadero enemigo de la lucha del pueblo trabajador; un grupo social que ya no representa la ley del desarrollo, la ley del progreso y que por el contrario no sólo usurpó a las organizaciones mayoritarias del pueblo, sino que al hacerse del poder con el apoyo del propio pueblo trabajador, hoy se olvida de sus compromisos y los niega irresponsablemente, pero ello lo lleva también inevitablemente a utilizar el único recurso de quienes ya no encarnan –como lo dijimos– el necesario incremento del bienestar de los mexicanos: La represión policiaca, veamos:
A la altura del kilómetro cuarenta de la carretera Pachuca-Huejutla, en la fría madrugada del día 10 de Abril a las 3 horas un nutrido grupo de la policía estatal detiene sobre el asfalto a los autobuses que transportaban campesinos, jornaleros, estudiantes de escasos recursos económicos, que asistían a la marcha programada por el Movimiento Antorchista Hidalguense en la capital del Estado de Hidalgo, Pachuca. ¿Cuál es la razón? ¿Cuál es la base legal para esta acción policial?.
Este jueves 2 de mayo en la ciudad capital del estado de Hidalgo, Pachuca a plena luz del día y sin ninguna orden de aprehensión, policías de Hidalgo detienen a cuatro estudiantes que realizaban pintas donde denunciaban la falta de solución a sus demandas por parte del C. Gobernador del estado Lic. Omar Fayad Meneses. ¿Cuál es la razón?, ¿Cuál es la base legal para esta acción policial?
Dos de la mañana con 17 minutos del día 28 de septiembre 2017, policías de Hidalgo reprimen el plantón del Movimiento Antorchista ubicado frente a Palacio de Gobierno, el cual exige solución a varias demandas y que el Gobernador cumpla los compromisos firmados en la minuta en reuniones anteriores.
Grupos de golpeadores aparecen la tarde del 13 de mayo de 2019 y agreden el plantón que cumple ya tres días frente a palacio de gobierno en Pachuca, Hidalgo.
Podríamos continuar con la información sobre los atropellos de la policía hidalguense, pero sólo los aquí señalados muestran el grado de descomposición de los grupos policiales y por supuesto, de sus altos mandos.
¿Será que al haber ocupado el Sr. Gobernador infinidad de cargos que tenían que ver con la seguridad, desde jefe de los departamentos de documentación jurídica y ejecutiva de la PGR (1985-86), Procurador General de Justicia de Hidalgo (1996-1998), hasta Primer Comisionado de la Policía Federal Preventiva (1999), se familiarizó demasiado con las tareas represivas? y esto le ha hecho olvidar que fue elegido por el pueblo de Hidalgo para gobernar y no como represor.
Compañeros de Hidalgo adelante con su lucha, los Antorchistas tamaulipecos y los Antorchistas de todo el país estamos con ustedes, y hoy el país entero conoce la situación de Hidalgo; pedimos al Gobernador solución inmediata a las demandas sociales y que deje de reprimir.
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