Los morenistas están que no creen en nadie porque, según ellos, las encuestas ponen a su candidato, Andrés Manuel López Obrador, por encima de los otros 4 aspirantes a la Presidencia de la República. Su optimismo, euforia y convencimiento los ha llevado a un grado de desequilibrio. Su fanatismo los lleva a insultar, amenazar y agredir verbal o físicamente a quien exprese la mínima disensión de lo que ellos consideran "la salvación de México".
Pero, en MORENA deben diferenciarse dos grupos:
1) Andrés Manuel López Obrador y toda la élite de personas y personajes que venían juntos anteriormente y otros que se han venido uniendo en los últimos tiempos. Es innegable para este grupo que aun cuando dice que uno de sus principios es "no traicionar", en realidad todos ellos son traidores abiertos y descarados a los partidos en los que anteriormente militaron, pero es precisamente este sector del partido el que sabe perfectamente que la gran mayoría de las propuestas que hacen como promesas de campaña, son inviables y/o prácticamente imposibles de cumplir.
Las necesidades y los riesgos para hacerlo son complicadísimos y dicho partido no tiene ni la ideología, ni siquiera la intención, de cumplir lo que están prometiendo. Es posible que realicen algún intento de cumplir lo que dicen pero que puedan hacerlo no va a ser posible y, si no, a los hechos nos remitimos pasada la elección.
2) El grupo mayoritario que no podemos o debemos confundir con el anterior; el de los Morenistas de buena fe, el de las muchas o pocas masas populares que creen sinceramente en las promesas de los lideres principales del partido MORENA. Este grupo que está formado por individuos que, cansados de las actitudes arribistas, traidoras, burócratas, corruptas y elitistas del sistema politico y piensan o creen que, cuando menos que hay que intentar cambiar de ladrones en el poder y, a lo mejor por una casualidad, hasta se hace realidad lo que prometen. Mi comprensión y respeto para este grupo, pero la experiencia y el análisis frío e histórico me permiten decir que tal hecho no va ser factible.
Con el respeto que me merece cualquier persona, aun cuando esté equivocada, yo no les reconozco a los disque "morenistas", los méritos que muchos de ellos pudieran, quisieran tener o presumir para ocupar puestos de elección popular. Muchos de ellos son, como ya se dijo, ex militantes de otros partidos, consecuentemente con los mismos vicios que tenían en el partido que militaron y, otros con poca o nula trayectoria política y por lo tanto, sin una experiencia que los avale para tener la capacidad de trabajar desinteresada y honesta a favor del pueblo pobre de México.
No se trata de descalificarlos automáticamente sino de advertirles que, como dice el dicho popular "una cosa es ser borracho y otra es ser cantinero". Es decir, no es lo mismo ser crítico e inconforme del sistema, que ser parte del mismo y que, aun cuando el slogan principal, del líder principal de MORENA sea CERO CORRUPCIóN, el sistema burocrático y todo el sistema económico-político en general tiene como mal consustancial la falta de honestidad de la absoluta mayoría de sus integrantes. No se deben olvidar las enseñanzas de Don Miguel De Cervantes Saavedra en el sentido de que, un hombre no es corrupto porque no haya robado, sino porque, pudiendo hacerlo (es decir, robar) no lo hace. Mucha gente presume de ser honesta, pero porque nunca ha podido robar pues, si hubiese podido lo habría hecho. Muchos Morenistas podrán presumir de ser honestos actualmente, pero ahora falta que en caso de que gane el Gobierno Federal, verdaderamente sigan siéndolo y salgan tan limpios como entraron. Eso ya lo veremos.
Sí, están inconformes contra el sistema y sus vicios, pero el cambio no lo puede hacer cualquier gente ni cualquier grupo, para eso hay que formar una estructura, un partido con gente nueva, distinta, mejor en todos los sentidos, probada en su congruencia y honestidad, de otra forma todo quedaría en buenas intenciones. Para este sector del partido Morena, le reconozco su deseo del cambio, pero le advierto que se equivocaron de partido.
Debo aclarar, por enésima ocasión que, en la actual coyuntura política los antorchistas volvemos a decir: aquí no se trata de escoger al mejor sino el menos peor.
Si se nos obliga decir cuál es la mejor opción la decimos sin rubor, ni proselitismo político ni exageración ni nada, solo en lo que creemos y hemos probado: El Movimiento Antorchista, que ha demostrado en 44 años de lucha: progreso, desarrollo cultural, deportivo, etcétera, para amplias masas populares. Somos, aunque no lo acepten otros partidos políticos, la organización de los pobres de México.
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