Desde la llegada a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador dejó clara su postura acerca de los órganos independientes. “Yo no estoy planteando la desaparición. Yo lo que estoy planteando es que no han funcionado o no han ayudado para que no se violen derechos humanos, para que no haya corrupción. Han guardado silencio”. Eso es lo que decía acerca de estos organismos que hacen la función de contrapeso a las decisiones y arbitrariedades que se puedan tomar y realizar desde el poder.
Con estas declaraciones en 2019, comenzaba ya a sentar las bases para lo que, en año de elecciones se dejaría ver. Se venía metiendo en el discurso oficial lo fallido que habían sido todos estos órganos y que solo costaban mucho dinero al pueblo de México y, en consecuencia, debería de reducírseles el presupuesto para ajustarse a “la austeridad republicana” bandera del presidente. También, y con mucho sigilo, fueron acomodando las circunstancias para poner al frente de estos a algunos de sus muy cercanos colaboradores y partidarios de sus ideas y así, se hicieran de la vista gorda, como suele decirse, o cumplieran a cabalidad los mandatos que les llegaban desde palacio nacional. La CNDH es uno de estos casos. Otros nombramientos en el mismo sentido se dieron en la Comisión Reguladora de Energía (CRE), con Leopoldo Mechi; en la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), con Rogelio Hernández Cázares; en el Coneval, con José Nabor Cruz, y en el Banco de México (Banxico) con los subgobernadores Jonathan Heath y Gerardo Esquivel.
Otros de los más sonados fue el nombramiento del titular de la fiscalía general de la república, Alejandro Gertz Manero. Todos estos con un vínculo muy cercano al presidente. Se lograba así, mantenerlos activos, pero con sus funciones al servicio del presidente. También se cuentan entre los órganos independientes liderados por allegados al presidente el instituto nacional de acceso a la información, tribunal electoral del poder judicial de la federación y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Todas estas instituciones mencionadas aceptan por obediencia o por miedo a una sola voz de mando, la del presidente de la república y si no lo hicieran, siempre estará ahí, la UIF, siempre dispuesta a perseguir a los que no cumplen con los mandatos de su señor.
Así, una vez establecida la medida y sabedor de que, si no puede imponer a sus allegados a la cabeza de estos, se les ahorcará presupuestalmente y por esta vía su desempeño será mínimo y así, una vez más, se tendrá el terreno ganado para decir una vez más, este no sirve, no cumple sus funciones, hay que desaparecerlo, ya lo hemos visto.
Ahora le toca al INE. Como mencionaba párrafos arriba, desde hace un tiempo se venía atacando pasivamente al Instituto Nacional Electoral (INE) con los gastos excesivos y eso no era posible, debían de sujetarse a la austeridad republicana y había un despilfarro de insumos; los consejeros, además, ganaban salarios demasiado altos que les permitían vivir como príncipes. Esta es la principal causa de la que el presidente se agarraba para decir que el INE se negará férreamente a la reducción de su presupuesto, como lo estaban haciendo en todos los organismos del gobierno. Después, vino el remplazo de cuatro consejeros cuyo periodo legal había concluido, los nuevos que tomarían el cargo, obviamente serían afines a las políticas del presidente, esto ocasionó que la guerra en su contra bajar de nivel y las aguas se calmaron un poco, pero siguió latente la amenaza hasta que al final lograron recortar su presupuesto y así, el INE recibe muchísimos menos recursos que en sexenios pasados, aun con el proceso electoral más grande e importante del país se llevarán a cabo, no nos extrañe entonces que en estas elecciones se tengan serios problemas en la contienda debido a este recorte.
La escalada en contra de este organismo resurgió luego de que se prohibiera a los funcionarios de gobierno hacer campaña con dinero público para apoyar a sus candidatos así como publicitar la obra pública y hacerla pasar como logros del partido o también, repartir beneficios comprado con el presupuesto de las dependencias acompañada de propaganda electoral, pero la gota que derramó el vaso fue cuando se le prohibió al presidente hacer campaña desde la mañanera, debían entonces de suspenderse o por lo menos dejar de subirse a las redes y a los medios. Con esto, como digo, comenzaron nuevamente los ataques desde palacio acusándolo de enemigo de su gobierno, de atentar contra su derecho a la libre expresión y a la libre manifestación de sus ideas.
Después de esto vino la decisión del INE de retirarles la candidatura a gobernadores a Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón, de los estados de Guerrero y Michoacán respectivamente, esto por no haber entregado su informe de gastos de precampaña como lo establece la ley, esta sanción está totalmente apegada a derecho. Éstas son las más sonadas por su relevancia, pero no son los únicos a los que se le aplicó esta sanción, ya que desde hace 6 años y se ha venido aplicando consistentemente, en aquel entonces también se le negó la candidatura a gobernador a dos aspirantes, pero en esta ocasión se negó el registro a casi cincuenta precandidatos que no cumplieron con este requisito que, dicho sea de paso, no lo tiene que presentar quien no haya hecho actos de precampaña.
Entonces, puestas así las cosas queda más que claro que las verdaderas intenciones del presidente de la Republica no es defender los derechos de todos los precandidatos que se les negó el registro, ni las otras causas aquí mencionadas, sino simple y llanamente se está llevando a cabo el linchamiento y desprestigio hacia un organismo que no ha podido controlar pacíficamente y a toda costa quiere desaparecerlo y otorgarle sus funciones a quien sí cumpla con todos sus caprichos y mandatos. La tenacidad y agresividad de la guerra contra el INE se han reforzado e intensificado en los últimos días precisamente porque este ha resultado un enemigo difícil de vencer.
La guerra contra el INE es una guerra total de exterminio, ya que no cumple con el propósito del partido en el poder, tener y controlar el país a su saber y entender y que además nadie le haga sombra y le moleste en esta aventura que nos llevará totalmente al fracaso. Es por eso que como dijo el ingeniero Aquiles Córdova Moran en su pronunciamiento del jueves pasado: “el INE es de todos los mexicanos y solo a ellos corresponde calificar su desempeño y decidir su futuro” (ACM).
Así que compañeros y amigos que puedan hacerme el favor de leer esta colaboración, defendamos al INE de los caprichos.
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