Durante el porfiriato nacieron y se extendieron las llamadas tiendas de raya, lugares donde los obreros y campesinos estaban obligados a comprar los productos que requerían para sus familias y, debido a que no les alcanzaba lo que ganaban, no les quedaba otro camino que endeudarse con el patrón.
Las tiendas de raya se encontraban dentro de las haciendas o fábricas de un sistema económico que estaba muriendo, y era el lugar donde, por obligación, los obreros y campesinos debían hacer sus compras.
Surgieron durante el siglo XIX y tuvieron su época de plenitud con el gobierno de Porfirio Díaz, cuando los sectores empresariales fueron favorecidos para explotar los yacimientos naturales y para tener mano de obra barata. Entonces, los obreros y campesinos eran pagados a través de fichas y vales, mismos que intercambiaban en las tiendas de raya por todo tipo de productos como semillas, ropa, comida.
Los vales y fichas eran diseñados por la compañía patronal, por lo que un trabajador no podía comprar en otro lugar y eso implicaba que se limitaba su libertad de consumo con un negocio circular.
Al final, el patrón recuperaba gran parte de los sueldos, pues aseguraba que los mismos fueran gastados en su propio negocio. Las tiendas de raya imitaban el sistema implementado en Estados Unidos, Inglaterra y Francia.
El pasado jueves 17 de marzo de 2022, con 229 votos a favor y 199 en contra, fue aprobada por la bancada morenista el regreso a las tiendas de raya.
Presentada como medida para regular el crédito de nómina, la reforma para incluir en el sistema financiero la figura de cobranza delegada beneficiará principalmente a cinco bancos, que tendrán garantizado el cobro de préstamos a trabajadores, en un mercado anual de 252 mil 900 millones de pesos.
Las sociedades financieras de Objeto Múltiple (Sofom) resultaron ser un abuso. La falta de competencia y de regulación adecuadas las convirtieron en instituciones opacas con exageradas ganancias, pues, llegan a cobrar intereses de hasta 92 por ciento por un crédito de nómina de 20 mil pesos y del 109 por ciento por uno personal. Esto es mucho más que los bancos dónde las tasas máximas son del 45 y 76 por ciento, respectivamente.
Con la aprobación hecha por los diputados de Morena, ahora los empleadores serán utilizados como cobradores, pues, a través del salario será pagada la deuda del trabajador y los intereses.
Está reforma atenta contra el empleo y contra el salario, y también está la figura de la libranza que es irrevocable, esto quiere decir que una vez que el trabajador adquiere un crédito no podrá impedir, bajo ninguna circunstancia, el descuento de su nómina.
Queda claro que estas disposiciones beneficiarán de una forma inequitativa y desproporcionada a las entidades financieras y por supuesto las clases trabajadoras serán las menos favorecidas.
No podemos seguir cruzados de brazos y acatar todo lo que dispone una bancada de diputados que solo ven por sus intereses y de los grandes banqueros, quienes de por sí obtienen ganancias excesivas.
Pero qué pasa contigo comerciante, ama de casa, campesino, obrero. ¿Estás dispuesto a seguir endeudándote por el resto de tu vida por las malas decisiones que toman los diputados de Morena que en realidad no te representan?
Es hora de organizarnos y trabajar juntos no solo para evitar todas injusticias sino para que nuestras familias tengan mejores condiciones de vida.
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