MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Miles de familias capitalinas inundándose; Sheinbaum en campaña

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Las miserables condiciones en que viven miles de los gobernados por Claudia Sheinbaum en la importante Ciudad de México, corona política, económica y social del país es para avergonzar a cualquier gente de bien, más no a la actual jefa de Gobierno. Gente humilde sin agua, drenaje, vivienda propia, que cargan su cruz hacinadas en desagradables covachas y que en tiempos de lluvia no saben ni cómo desalojar y protegerse del frío y enfermedades con los suyos, salir del agua sucia que inunda sus hogares. Y ahí forzosamente tienen que vivir sin escapatoria a la miseria. El abandono de la autoridad no es más que el desprecio a lo más necesario en servicios de los más desprotegidos. He aquí entre miles, un ejemplo.

En el predio El Porvenir de la alcaldía Tláhuac habitan en viviendas provisionales 200 familias, el sábado 25 de junio con los aguaceros de la temporada el predio se inundó en su totalidad y 45 familias perdieron desde alimentos y cobijas, pues el agua subió hasta 35 centímetros; estas familias perdieron y tuvieron que tirar alacenas con sus alimentos y colchones hoy tan caros por la inflación. A personas de edad avanzada las tuvieron que sacar de sus viviendas. Fueron tres días sin luz y en medio del agua pestilente, mezcla de lluvia y de drenaje que crean enfermedades. En la zona que se encuentra El Porvenir el drenaje se colapsa en cuanto llegan las lluvias, por lo cual las 200 familias han estado pidiendo a su alcaldesa de extracción morenista el desazolve del drenaje que baja por su calle, pero han encontrado oídos sordos.

Es un caso de pobreza extrema de capitalinos de las clases trabajadoras que se repite por decenas, cientos y miles de veces que igual que ellos piden a sus autoridades ayuda una y otra vez hasta cansarse y desanimarse. La respuesta es desdén, desprecio y olvido para los que votaron por ellas, mientras se regodean quienes están en el poder. Es su Biblia, su costumbre, menos favorecer y atender como se deben a los más desprotegidos cuál es su responsabilidad. Tienen recursos suficientes para las obras tan elementales que les solicitan: drenaje, luz, la ayuda correspondiente y necesaria cuando se pierden por desastres naturales los enseres domésticos o de trabajo. Satisfacer elementales servicios como los anteriores son derechos constitucionales en la nación entera.

Los morenistas que hoy gobiernan se ufanaron, y presumieron desde las nubes a los capitalinos que legislando con otros partidos aprobaron la Constitución Política de la Ciudad de México antes de finalizar el gobierno mancerista. Derechos, que estaban escritos y aprobados. Claudia Sheinbaum no se cansa de repetir para convencernos, que el lema de su gobierno es, “Ciudad innovadora y de derechos”, ¿entonces, en qué quedamos? Derechos plasmados en las leyes que no se cumplen ni se hacen cumplir por la autoridad dan lugar a la rebelión espontánea de la población y consecuentemente a la represión oficial a los descontentos.

La jefa de Gobierno y la alcaldesa de Tláhuac trabajan a marchas forzadas y hasta se desmañanan y desvelan para que la corcholata preferida de AMLO sea la presidenta del país, y les importa un comino que humildes 45 familias de Tláhuac padezcan entre aguas contaminadas, sucias y tengan que tirar las modestas pertenencias de sus hogares y ropas echadas a perder por la inundación. El tiempo del pueblo trabajador, que nada olvida lo cobrará cuando crea conveniente.

“Ya no es lo mismo que antes, no somos iguales”, son las frases preferidas y recurrentes de los gobiernos morenistas cuando se les reclama o denuncia su incumplimiento. Sin embargo, la realidad está presente día con día en cada injusticia que cometen, en cada afrenta contra los habitantes. Los malos tratos no se olvidan. Los antorchistas educamos políticamente al pueblo de esta ciudad y lo venimos organizando desde hace mucho tiempo porque estamos convencidos que las grandes mayorías de la población están tomando consciencia que merecen otro gobierno, un gobierno de ellos, nunca parecido al de los políticos actuales a quienes repele y repudia por que no cambian ni van a cambiar nunca. La organización y la lucha, la movilización de cada sector, clase y grupos inconformes, y un partido político de nuevo tipo es el camino.

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