En México, la situación del coronavirus SARS-CoV-2, conocido por todos como covid-19, es imposible pensar que su incremento tan exponencial en materia de contagios se deba únicamente a una curva natural de contagios.Tantos contagiados, tantos muertos, tanto daño a la salud pública de nuestro país, es sin duda resultado de una muy mala interpretación del virus mismo, así como de pésimas acciones para contrarrestarlo.Esta pandemia, tiene cómplices y promotores, tiene amigos leales que lo solapan y lo promocionan, lo consienten, lo promueven y son los dos López, López Obrador y López-Gatell.¿Por qué afirmo lo anterior? A continuación, desarrollo el tema y expongo mis razones.
El día 31 del mes de diciembre de 2019 se dio a conocer ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) que había una epidemia de salud que fue asociada a la familia de virus conocidos como coronavirus, catalogada dentro de los virus mortales de Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS) en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei en China.Se hablaba de que podría ser de proporciones mayores y, de que existían severos riesgos de que se saliera de control, según los cálculos de los expertos nacionales chinos, saldría primero de la ciudad de Wuhan, se expandiría a las demás provincias y luego saldría del país para propagarse por el mundo entero.Para tratar de minimizar los contagios, así como su proliferación, los expertos en salud de China, cerraron la ciudad de Wuhan, nadie entró y nadie salió, cerraron las fábricas, así como los centros escolares y se cancelaron todos los eventos, deportivos, culturales y religiosos.
El curso de la historia nos señala que inevitablemente la covid-19 salió de Wuhan, inundó China, brincó a Europa y después se adueñó del mundo.Todo este recorrido, si bien, fue breve, sí permitía prepararnos como país, poner en marcha las medidas necesarias que sirvieran de barrera de contención o por lo menos de mitigación para evitar un golpe frontal.Algunos países llevaron a cabo las medidas necesarias para poder enfrentar lo que ahora ya era incontenible, se prepararon con tiempo, prepararon hospitales, reforzaron las medidas sanitarias, se confinó a los ciudadanos en sus casas, se cerraron fronteras y así, enfrentaron a la peor pandemia en lo que va del siglo XXI.
Los resultados no fueron los esperados, por ser una enfermedad nueva, no existen anticuerpos y al no existir una vacuna que evite su contagio, ni medicamento que lo cure, el Covid-19, arrasó con ciudadanos de riesgo, se enseñoreó primero, con los adultos mayores y, ya después con pacientes de diversas enfermedades como diabetes, cáncer, hipertensión, obesidad mórbida, personas con fallas renales, así como inmunes deficientes como el VIH y un sinfín más de personas vulnerables.
Ante esto, los líderes del mundo acudieron a sus expertos, se llevaron a cabo estudios serios y concisos que permitieron elaborar esquemas, programas, planes y desarrollos que permitieron que, a pesar del golpe tan fuerte provocado por la pandemia, el daño no los rebasara.Se tomaron medidas como la sana distancia, el uso obligado de cubrebocas, se convenció a la gente de no reunirse de manera innecesaria, de no acudir a tiendas y plazas comerciales, de encerrarse en sus casas y no salir ni a comprar, cualquier cosa que necesitaran, los tenderos, restauranteros y demás comerciantes, lo llevaban a su casa.
Se apoyó a los ciudadanos, empresarios y comerciantes, se diseñó un esquema que permitiera poder vivir de manera digna y no diera lugar a romper el confinamiento.Así, se pudo aminorar el número tan creciente de muertos en países como Italia, España, Francia, Andorra, Alemania, Portugal.Mientras, en México todavía no llegaba ni un solo contagio, el gobierno solo era testigo fiel, e inactivo de lo que pasaba en el mundo, nada ni nadie se movía.
Y aquí y ahora en México, uno de los dos López, el presidente López Obrador, el responsable de enfrentar tan devastadora ola de coronavirus, es un presidente que se rehúsa de manera categórica a usar el cubrebocas, "porque sería enviar un mal mensaje a la gente" sic.(16/03) y que, en plena ola de contagios en Europa, invitaba a comer en fondas, merenderos, en puestos semi fijos a un costado de las carreteras, a abrazarse y besarse, presumiendo sus desayunos a base de atole y tamales de chipilín.
A negarse categóricamente a confinar con tiempo y en forma a una población, que, en su mayoría, es factor de riesgo de contagio.No importándole un bledo lo que dijera y sigue diciendo el director de la OMS, Tedros Adhanom sobre todas las medidas necesarias para prevenir los contagios masivos, aquí, López Obrador, se montó en su macho y como si fuera un experto en Salud Mundial tomó la decisión de no hacer nada para prevenir lo que ya era una pandemia de dimensiones colosales y más aún, lejos de prevenirla, la auspició con tanta invitación al desorden y a la irresponsabilidad.
Claro que no lo hizo solo, para ello contó con un cómplice, me refiero al otro López, a Hugo López-Gatell, egresado de la universidad John Hopkins, un funcionario de tercer nivel.Un subsecretario con funciones de secretario, que demostró desde los primeros días que estaba ahí, exclusivamente para ser comparsa de López Obrador y, lo demostró cuando ante pregunta expresa sobre las posibilidades de contagio para su jefe, respondió que "las posibilidades de contagio del presidente son nulas, porque su fuerza no es una fuerza de contagio, sino una fuerza moral" sic.
Ante tamaña insensatez, no reculó ni guardó silencio, sino que habrá que anexarle esta joya, el día 14 de marzo, a otra pregunta elaborada por pseudo reporteros en la mañanera respecto a suspender clases respondió que "es mejor que se contagien varios niños que uno solo", así defiende su estrategia, basada en el famoso "punto de inflexión".
Así, este par en contubernio, no hicieron nada por evitar lo que en otros países ya vivían, nos engañaron con pavadas, gazapos y dislates, dejaron entrar la enfermedad y dejaron que nos agarrara desprevenidos, y así y ahora, siguen permitiendo que los mexicanos nos convirtamos en estadística.Mientras en Nueva Zelanda y en el Vaticano declaran estar libres del virus, aquí en México no podemos aplanar ninguna curva.
Ahora, que es de todos conocidos que la covid-19 es un virus de muy alta letalidad en México ya que casi el 13 por ciento de los contagiados terminan muriendo, mientras que en China fluctúa entre el 2 por ciento y el 4 por ciento, ahora que sabemos que ha destrozado la economía de los ciudadanos y empresarios mexicanos que no recibieron ni un solo apoyo por parte del Gobierno federal y, que por el contrario los ha dejado en el abandono y en la indefensión total y absoluta, mientras en los demás países si tuvieron esos apoyos extraordinarios, hoy, que tenemos los elementos para poder comparar sus acciones con líderes de otros países, ahora que ya rebasamos los 50 mil decesos y 462, 690 casos de contagio confirmados oficialmente, aparece ante nuestros ojos una realidad inequívoca e innegable, los dos López, son cómplices de la peor tragedia en los últimos 102 años, desde la "Gripe Española" que cobró la vida de casi medio millón de mexicanos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario