Los antorchistas de la Ciudad de México cumplen ya dos meses de plantón, exigiendo solución a demandas elementales, tales como vivienda, electrificaciones, construcción de escuelas, que desde hace cuatro años han venido planteando al insensible gobierno de la Ciudad de México, que encabeza el nefasto perredista Miguel ángel Mancera Espinosa, quien aplicando una política discriminatoria no resuelve ninguna de las peticiones, si no provienen de los grupos afines a su partido político.
La protesta se instaló después de una imponente marcha de 40 mil antorchistas de la zona metropolitana, realizada el 17 de septiembre, que de manera pacífica se dirigía a la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, donde con mucha pompa se llevaba a cabo el cuarto informe del Jefe de Gobierno. Todo un aparato policiaco se montó para impedir que los manifestantes cumplieran su objetivo de llegar a expresar su exigencia de solución a un muy legítimo pliego petitorio.
A partir de esta fecha, se han realizado manifestaciones, mítines, cadenas humanas, eventos culturales, en diversos lugares de la ciudad, con el fin de hacerse escuchar por las autoridades de la Ciudad de México y la respuesta ha sido represión, cero diálogo y mucho menos solución.
Esta política de oídos sordos, característica de los gobiernos autoritarios, se explica porque quien ostenta el cargo de Jefe de Gobierno se encumbró en este puesto como premio a su "brillante e impecable trayectoria policíaca", echemos un vistazo: Asesor de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia en la Asamblea Legislativa, Director de Investigaciones y Procedimientos, Director de Seguimiento de Policías Complementarias, Asesor del Secretario de Seguridad Pública, Subprocurador de Procesos de la Procuraduría General de Justicia y Procurador General de Justicia, todos estos cargos en el CDMX. ¿Qué se puede esperar de un gobernante educado en los cuerpos policiacos, al estilo de "obedeces y te callas"?
Un gobernante que impone su autoridad violando la legislación vigente, que utiliza el predominio de la fuerza policiaca es un dictador, eso es Mancera. Ya se le olvidó a este señor que es un "demócrata de izquierda" como se autoproclama su partido, pues lejos de servir a las mayorías empobrecidas, les niega incluso el uso de los espacios públicos (del zócalo entre otros) para ejercer su derecho constitucional de manifestación pública, sin embargo, durante cuatro años consecutivos y por 22 días continuos el zócalo ha sido ocupado por la Aldea Digital de Telcel, resguardada por fuerte operativo de seguridad a cargo del gobierno. El zócalo se ha convertido en un escaparate para que los poderosos exhiban sus mercancías. ¡Para los poderosos el zócalo está a su servicio, para los andrajosos el zócalo está prohibido!
Víctimas de esta política mezquina de un poder puesto al servicio de los poderosos, fueron las familias que viven en La Ciénega, ubicada en la Delegación Tláhuac, y que el 5 de febrero, el gobierno fascista de Mancera, sin ningún miramiento destruyó las modestas viviendas de quienes legalmente habían adquirido sus lotes con grandes esfuerzos. Pudo más el poder económico de Wal-Mart para convencer a Mancera de construir un complejo comercial de esta trasnacional, que el derecho a la vivienda de 300 familias humildes. "La honra del amo descubre la del criado; según esto, mira a quién sirves y verás cuán honrado serás". No hay duda Mancera, es un lacayo de los intereses de las cúpulas de poder económico.
Por si hubiera duda, recordemos que en diciembre de 2013, a un año de iniciado el gobierno de Mancera, éste no tuvo empacho en aumentar en un 66% el precio del boleto del Metro pasando de 3 a 5 pesos, medida antipopular que afecta a más 5.5 millones de usuarios diarios de este transporte. El argumento fue que iba a mejorar el servicio y a tres años, ya se habla de otro aumento, no obstante el Metro no ha mejorado ni un ápice. También recordemos el millonario fraude al erario de la Ciudad de México ocasionado en la construcción de la línea 12 del Metro, no se informa sobre cuánto se ha recuperado o en su defecto, cuántos funcionarios han sido sancionados por este motivo.
Por eso, no nos sorprenden los resultados de la encuesta realizada por Reforma que indican que el 68% de los capitalinos, es decir, 6 millones 64 mil habitantes, reprueban la gestión del Jefe de Gobierno, prácticamente todos los pobres con algún grado de vulnerabilidad (5 millones 674 mil) y parte de la clase media de acuerdo a los datos del Coneval.
Ante este oscuro panorama de cerrazón, falta de diálogo y represión, el Movimiento Antorchista dará la lucha como siempre lo ha hecho, con la razón, en el marco de la ley y con la fuerza del pueblo organizado hasta lograr solución a las justas reivindicaciones de los colonos humildes de la Ciudad de México. Contando con la solidaridad del Antorchismo Nacional.
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