Como en un auténtico circo se convirtió la Cámara de Diputados en los cuatro días que duro el debate para la discusión de Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año 2022. Sobre todo, por la forma en que se condujeron los diputados de Morena, que sin cuidar las formas y la representación que tienen, defendieron e impusieron a capa y espada la propuesta de Presupuestos de Egresos del Ejecutivo. Nuevamente por cuarto año consecutivo, las clases más desfavorecidas de nuestro país sufrirán las equivocadas decisiones del gobierno federal y las de los diputados de su partido, y del Verde Ecologista que aprobaron el pasado domingo dicho presupuesto. Los diputados dieron una muestra de incongruencia entre sus discursos y las acciones concretas encaminadas a favorecer los proyectos emblema del Presidente de la Republica a cambio de dejar en el atraso, abandono y marginación a millones de mexicanos. Fueron 273 votos de los diputados oficialistas que condenaron a las colonias populares sin servicios, a los campesinos sin apoyos para proyectos productivos, a los ayuntamientos sin presupuesto para obras, a la juventud sin mejores escuelas. Mientras que los 214 diputados de oposición que votaron en contra nada pudieron hacer, a pesar de haber observado 1,994 impugnaciones o reservas al contenido de la propuesta de egresos.
Entre los males que vendrán a raíz de la aprobación del Presupuesto 2022, será el agravamiento de la crisis económica y social, como consecuencia de la pandemia y los recortes presupuestales hechos cada año al plan de Egresos por el actual gobierno federal y sus diputados. Como se ha dejado ver en los últimos cuatro años, este presupuesto prioriza el gasto destinado a los programas asistencialistas del presidente de la república que como ya se dejaron ver en las elecciones de junio, son programas clientelares disfrazados de apoyos a los más necesitados, pero que como en tiempos pasados, en realidad pretenden tener a la ciudadanía cautiva para las elecciones, programas que no incluyen a la población más vulnerable sino a ciertos ciudadanos con claras inclinaciones al partido en el poder; mientras que muchos de los 10.8 millones de personas que viven en la pobreza extrema no son beneficiados. Por otro lado, desaparece el programa de microcréditos, la única posibilidad que tenían las pequeñas empresas para su financiamiento, pues este sector representa más del 60% de la economía mexicana dejando sin trabajo, no solo a los propietarios sino también a los empleados cuyo trabajo era la única fuente de ingresos para sus familias. Tampoco se contempla incremento al sector salud, aun cuando está en riesgo la ciudadanía por las nuevas variantes del coronavirus; en cambio, los ganadores como cada año son: el Tren Maya, al que se le destinaron 63 mil 231 millones de pesos, el 68% más que en el PEF del 2021, de igual manera la Guardia Nacional a quien se le asignaron 29 mil 803 millones, el 70% más que en el presente año..
7 billones 88 mil millones de pesos es el presupuesto que los diputados aprobaron, pero no serán suficientes para las prioridades del Jefe del Ejecutivo Federal, pues como sabemos, está más interesado en terminar sus obras emblema que por cierto están muy cuestionadas, y no solo se duda del funcionamiento correcto de ellas, sino la viabilidad financiera una vez que entren en funcionamiento, es decir que sean autofinanciables o del contrario, se convertirán en un barril sin fondo con cargo al erario público. Pero el otro gran riesgo que corremos los mexicanos es que, para lograr recaudar los 7 billones de pesos, se esta reformando la ley fiscal para incrementar los impuestos a los sectores menos desfavorecidos, mientras que para los grandes capitales esta ley permanece intacta, lo que significa que éstos no pagarán impuestos de acuerdo a las utilidades. Así que, al pueblo mexicanos, se le cancela la posibilidad de mejorar la educación, no habrá posibilidades de que reciba una mejor atención en salud, no habrá obras y servicios en los municipios y en las colonias de los centros urbanos, como pavimentaciones, drenajes, electrificaciones, etc. y además se le echa encima la carga de los impuestos.
Al presidente no le queda claro, o no quiere entender que lo mejor para México en estos momentos es un presupuesto que contemple la recuperación económica, para lo cual es necesario la creación de empleos formales, dignos y productivos y que por lo tanto se requiere un gasto público que fomente la producción de riqueza. La ceguera de la 4T es tan grande que le reduce a la Secretaria de Economía el 45% de su presupuesto, cuando es la dependencia encargada de fomentar la inversión y el crecimiento económico. Aparte de la reducción del 94% al financiamiento de las empresas familiares, redujeron el presupuesto al 93% a los programas de apoyo al empleo, el 11% menos a la ciencia y la tecnología y el 22 % menos para el campo.
Los mexicanos debemos conocer esta nueva embestida del gobierno morenista, es otro año más sin calles pavimentadas, sin mejores viviendas, sin drenaje, sin agua potable, sin construcción de espacios deportivos y culturales, sin buena salud y sin buena infraestructura educativa. Es un duro golpe dirigido a los más pobres del país. Los trabajadores debemos darnos cuenta del engaño del gobierno morenista y decidir a organizarnos para luchar con éxito por un presupuesto que contemple, en primer lugar, la solución de fondo de las carencias de los pobres de esta patria, que incentive el trabajo y la producción de los satisfactores de toda la sociedad, y que con el esfuerzo de todos saque del empobrecimiento al pais entero; pero para eso necesitamos poner a los verdaderos hijos del pueblo en el gobierno y en la Cámara de Diputados, de lo contrario, seguiremos observando año con año, la farsa de los gobiernos en turno.
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