MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Los “gringos” confiesan sus golpes de Estado

image

El 12 de julio pasado, el periodista de CNN, Jake Tapper, entrevistó al viejo político gringo John Bolton, quien fue asesor de seguridad del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Bolton se autodefinió como un político que ha ayudado a planear golpes de Estado en varios países. ¿Por órdenes de quién? Del Gobierno de Estados Unidos, para imponer la política económica del imperialismo, someter a los pueblos y explotar a los trabajadores.

Jake Tapperd, dijo: “ uno no tiene que ser brillante para intentar un golpe”. Bolton le contesta: “No estoy de acuerdo. Como alguien que ha ayudado a planear golpes de Estado, no aquí, sino en otros países, puedo decir que requiere de mucho trabajo”. Esta entrevista destapó lo que ya todos sabíamos: los manejos de EE. UU. en la política interior de otros países.

John Bolton asume con normalidad el avieso intervencionismo estadounidense en la política de todos los países del mundo. Bolton rompió la norma no escrita del silencio ante la política invasora de Estados Unidos. Y su confesión reivindica las opiniones de numerosos analistas que desde hace muchos años sostienen que Estados Unidos fue orquestador de la Guerra Fría, de las matanzas contra los comunistas en varios países de Europa, el promotor de las dictaduras sanguinarias de Latinoamérica, de los golpes de Estado contra Chávez y Maduro en Venezuela, de los intentos de asesinato contra Fidel Castro, y ya no se diga de las invasiones militares en el Medio Oriente o de las famosas, por lo violento, Primaveras Árabes. Actualmente, por ejemplo, asesoran y le dan armas a Ucrania en la guerra contra Rusia y, también, intentan desestabilizar a China apoyando a Taiwán.

Muy bien, pero ¿quién es este criminal confeso? John Bolton ha sido un político de muy alto nivel en Estados Unidos, siempre ocupando cargos importantes al lado de presidentes como Ronald Reagan, George H. W. Bush padre, George W. Bush hijo y el propio Donald Trump, además fue representante permanente de Estados Unidos ante Naciones Unidas entre 2005 y 2006. Bolton es considerado un halcón republicano favorable al intervencionismo de Estados Unidos en la política interna de otros países. Bolton, como muchos fascistas estadounidenses, era aplaudido en su tierra.

John Bolton reconoció que él y el gobierno de su país participaron en el golpe de Estado contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el 30 de abril de 2019, cuando era asesor de Seguridad Nacional durante la presidencia de Donald Trump, para reconocer como presidente interino de Venezuela al opositor Juan Guaidó. En ese entonces, Nicolás Maduro describió el movimiento como un intento de golpe impulsado por “los esfuerzos obsesivos de la derecha venezolana, la oligarquía colombiana y el imperio estadounidense”.

En América Latina fue duramente criticado Bolton, porque el gobierno estadounidense ha usado a nuestro territorio como su patio trasero para sus maniobras de desestabilización, por los importantes intereses económicos y políticos en juego. 

El diario El País publicó hace unos días: “El ejemplo más grave fue la invasión de Panamá en diciembre de 1989. Fue denominada oficialmente Operación Causa Justa y su objetivo fue desalojar del poder a Manuel Antonio Noriega. En 2020, los Archivos de Seguridad Nacional revelaron la participación de Washington en la desestabilización de Chile, que se sustanció en el golpe de Estado de 1973 contra el presidente Salvador Allende y que fue orquestado en la sombra por el todopoderoso secretario de Estado Henry Kissinger. El papel de la CIA en el derrocamiento del primer ministro nacionalista iraní Mohammad Mosaddegh (1953), que había osado nacionalizar el petróleo, pasando por las invasiones de Afganistán (2001) e Irak (2003) este siglo, revelan la directísima injerencia de Washington en el extranjero. Sin embargo, es muy poco habitual que altos funcionarios reconozcan abiertamente su papel en el fomento de la desestabilización o golpes un de Estado en países extranjeros”.

Nosotros nos sumamos a la condena contra el intervencionismo de Estados Unidos en otros países. Condenamos que Estados Unidos le dicte a México lo que debe hacer y cómo lo debe hacer. Y decimos: solo cuando el pueblo humilde gobierne a este país, nuestra nación será soberana y libre. Hasta el momento, todos los partidos políticos actuales, desde el PRI hasta Morena, han seguido las órdenes de los gobiernos de Estados Unidos. Nosotros debemos decirles: hasta aquí.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más