No cabe duda, que la mejor manera de decir es hacer. Esta reflexión que ahora escribo, me surge al escuchar todos los días y a cada minuto de cada hora, el inmenso arsenal de discursos, anuncios, declaraciones, acusaciones, descalificaciones, etcétera, etcétera, que todos los candidatos y candidatas nos echan literalmente encima, con tanta vehemencia y denuedo, buscando a como de lugar, convencernos de que son ellos y sólo ellos, la única y mejor alternativa digna del merecimiento de nuestro voto ciudadano. ¿En verdad creen todos, merecer el voto de confianza?
Pero en fin, así es nuestra democracia. De acuerdo a datos publicados por los institutos electorales, se sabe que en Colima andan ya, literalmente en las calles pidiendo el voto, más de 1013 candidatos, para los diez ayuntamientos, las 16 diputaciones locales, las dos diputaciones federales y los tres escaños en el senado. Aquí, habrá que sumar también, a los candidatos que se conocen como plurinominales, que, aunque en menor grado, también andan haciendo su "luchita". Tan sólo para las alcaldías, se tiene un registro de 752 postulantes, de ellos, 52 son candidatos a alcaldes con sus respectivos suplentes; 52 a síndicos y suplentes, y 272 regidores, también con sus suplentes. Tantos candidatos prometiendo soluciones y Colima hundido en la pobreza e inseguridad.
Pero a todo esto, las preguntas fundamentales que ahora conviene hacernos son: ¿Qué hacer con nuestro voto?, ¿cómo debemos usarlo, los pobres y olvidados de siempre, para sacar de la elección que viene, el mayor provecho posible en beneficio de la mayoría?, y ¿cómo distinguir, de todos los candidatos y candidatas, a quien miente y quien dice la verdad en su discurso? En el Movimiento Antorchista Nacional, tenemos ya casi 45 años haciéndonos este tipo de preguntas, y la experiencia en la lucha por los que menos tienen, nos ha dado la única y posible respuesta: organizar y educar al pueblo pobre, también para votar.
"Por sus frutos los conoceréis", se lee en las santas escrituras. En este socorrido fragmento, que también se le atribuye al autor del tercer Evangelio, al apóstol Lucas, -llamado por algunos como el evangelista de la misericordia-, se dice lo siguiente: "Por su fruto se conoce el árbol. Pues no hay árbol sano que dé frutos podridos, ni a la inversa, árbol podrido que de frutos sanos. Porque cada árbol se conoce por el fruto que da. No se recogen higos de los espinos, ni de un abrojo se vendimian uvas." (Lc. 6:43-44). Y a esto justamente, nos atenemos todos los antorchistas a la hora de elegir por quién votar. ¿Qué árbol es aquel, que no dando fruto alguno, ofrece saciarnos el hambre y la necesidad? ¡Alerta todos, con las promesas de campaña! Mienten los árboles de espinas y de abrojos, cuando ofrecen - por interés electoral -, higos y suculentas uvas. ¡Alto a la simulación!
Pero, ¿y qué hemos cosechado los antorchistas, ateniéndonos a esta socorrida parábola evangelista? Hechos, como dije, hechos antes que palabras. Y para muestra daré sólo un botón. Hace no más de dos semanas, los antorchistas colimenses arrancamos, en el municipio de Manzanillo, una jornada de eventos festivos y culturales, para cortar los listones de inauguración, de las primeras obras ya ejecutadas y gestionadas por todo el Movimiento Antorchista Nacional ante el Gobierno Federal; fueron 28 millones 200 mil pesos el recurso que conseguimos, y con ello, el municipio de Colima construyó, con 16 millones de pesos, un Complejo Cultural y Deportivo en la colonia La Antorcha, ubicada al noroeste de la ciudad de Colima; y con otro millón y 500 mil pesos, el ayuntamiento de Manzanillo construyó la única cancha techada que ahora existe, en los alrededores de la comunidad del Llano de la Marina.
Pero lo más sorprendente es que, con 10 millones y 700 mil pesos, los antorchistas logramos cambiar la historia de los cientos de jóvenes campesinos que estudian, en los bachilleratos rurales llamados de Educación Media Superior a Distancia (EMSAD) y Tele Bachillerato Comunitario (TBC). Ahora son seis nuevos edificios, que se levantaron de la nada, para beneficio de estudiantes pobres, en cinco municipio del estado, como un imponente monumento al esfuerzo organizado del pueblo pobre y trabajador de Colima. La presencia de estos nuevos edificios, como monumentos imbatibles, les recordará a las futuras generaciones de lo que es capaz de hacer el pueblo organizado, cuando se decide a luchar para vivir mejor. De ahora en adelante, ya nadie, nunca más se atreverá a decir, que los antorchistas no podemos cambiar la situación de los pobres.
Pero este no es todo el fruto sano cosechado del árbol bueno de Antorcha. La Secretaría de Planeación y Finanzas del Gobierno del Estado de Colima, tiene ya en su poder, otros 10 millones y 200 mil pesos más, gestionados por Antorcha ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico (SHCP), para que la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano (SEIDUR), continúe con la construcción de cinco nuevos edificios más, para Bachilleratos de EMSAD y TBC en dos municipios del estado. No hay duda, "Porque cada árbol se conoce por los frutos que da", Antorcha es educación y progreso.
No hace mucho, en todo el país, los Antorchistas fijamos ya nuestra posición, en relación al proceso electoral nacional del próximo 1° de julio. Por eso hoy, solo diré que, como todo ciudadano mexicano, los antorchistas también tenemos el derecho a elegir libremente la opción política que mejor convenga a nuestros intereses, y el mismo derecho tenemos también, si así lo quisiéramos, de compartir y promover entre nuestros compañeros, las opciones políticas que mejor nos convencen. Y nada más.
Pero no significa esto, ni mucho menos, que, como un paquete de oferta comercial, los antorchistas colimenses estemos obligados ya, a aceptar sin más, las opciones políticas locales, que siempre nos han ignorado. En esto, me atengo aquí, a lo escrito por nuestro líder nacional, el Maestro Aquiles Córdova Morán: "Quien quiera sumar lealmente a los antorchistas, tiene que asumir el compromiso de reconocerlos públicamente, sin reservas, como un aliado honorable del que no hay motivo para sentirse avergonzado. Tiene que tener el valor de reconocer, si fuera necesario, que sabe y le consta que todo lo negativo que se ha dicho, escrito y publicado en su contra, son mentiras, calumnias e infamias sin ningún fundamento, difundidos con propósitos distintos al de informar verazmente a la nación, y que su crecimiento en masas y en prestigio popular son una prueba fehaciente, incontestable e irrefutable de ello. [...] No hay duda, en este proceso electoral, Antorcha, como el autor del tercer Evangelio, sí sabe lo que conviene al pueblo.
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