Es un pensamiento universal que rastreamos hasta la antigüedad, particularmente hasta la cuna de la cultura occidental, la civilización griega, y es la necesidad de ejercitar el cuerpo humano para mantenerlo activo y sano, y la necesidad también, auténticamente humana, de poner en práctica algún deporte o actividad física para mantenernos mentalmente estables.
“Mente sana en cuerpo sano” es la expresión más ampliamente conocida que nos permite asimilar esa verdad. Lo cierto es que, sin dejar lugar a dudas, científicamente se ha demostrado que la actividad física en la vida cotidiana de los seres humanos tiene un impacto altamente positivo en lo que respecta a la psique, es decir, a la actividad cerebral que nos permite mantenernos equilibrados y sanos de la mente, y por lo tanto, consecuentemente aptos para desarrollarnos como individuos sociales.
Desde su nacimiento, el Movimiento Antorchista lo comprendió. Y es que, no promulgamos una ideología parida de la improvisación, sino producto de la historia del pensamiento, de su evolución y concatenación. Proceso que halló su cauce y su vertiente en la teoría marxista, donde finalmente pudo convertirse en conocimiento científico para el estudio y la transformación de las sociedades. En todos los regímenes progresistas del mundo y de la historia, que conocen y llevan a la practican el marxismo, se han llevado a cabo acciones que ponen al deporte y a la cultura como motores indispensables del desarrollo humano.
¿Quién podría cuestionar una premisa como esa? Si son los mismos defensores y representantes del sistema socioeconómico que rige en la actualidad los que llevan a la práctica el tan difundido eslogan de los griegos de manera sistematizada. Son ellos quienes, mejor que nadie, conocen sobre la importancia del deporte (sobre su capacidad de prevención de algunos trastornos mentales) para mantener una mente sana, que permita al individuo explotar todo su potencial en aras de alcanzar los objetivos que le propone el sistema.
El Movimiento Antorchista tiene entre sus preocupaciones el que todas las personas puedan desarrollarse y desenvolverse en el ámbito deportivo. Desde hace ya 22 años, el antorchismo nacional celebra justas deportivas de enorme calidad, en las que deportistas de alto rendimiento, emanados del pueblo raso, tienen la oportunidad de competir sanamente y demostrar sus enormes capacidades y aptitudes para las disciplinas deportivas. La sede nacional de dichas justas es el municipio de Tecomatlán, Puebla, lugar en el que las administraciones municipales, de extracción antorchista, se han esforzado en crear un patrimonio de infraestructura deportiva para beneficio del pueblo.
Durante las tres administraciones del Movimiento Antorchista en Ixtapaluca, Estado de México, también se puso en marcha un proyecto con esas características. A lo largo y ancho del municipio se invirtió en la construcción de recintos deportivos: gimnasios al aire libre, gimnasios polivalentes, canchas de fútbol, albercas semi olímpicas y, en el último año de la administración pasada una, ciudad deportiva única en su clase en todo el oriente mexiquense, dotada de todo lo necesario para recibir, incluso, unos juegos olímpicos internacionales, algo nunca antes visto y ni siquiera pensado por otros gobiernos en el municipio. Y todo esto hecho en beneficio de la población de Ixtapaluca.
Los parques y gimnasios fueron abiertos al público en general, fomentando e impulsando con ello la práctica del deporte. Se realizaron ligas de futbol o basquetbol en lugares como el deportivo “La Antorcha” en el cerro del Tejolote. Los más destacados en materias como la natación reciben apoyo por parte del Movimiento Antorchista para continuar con su aprendizaje y preparación y, posteriormente, son ellos quienes representan al Estado de México en las justas deportivas nacionales de Antorcha, conocidas como Espartaqueadas deportivas.
Es un largo etcétera al hablar de todas las acciones benéficas que los gobiernos con Más Sentido Humano pusieron en marcha para garantizar el desarrollo de los habitantes de Ixtapaluca. Ahora, haciendo un uso mañoso y faccioso de la desinformación, los que encabezan el nuevo gobierno de filiación morenista se apropian los logros del pueblo organizado, pregonando que: “En materia deportiva, la inclusión de todos los sectores de #Ixtapaluca, incluyendo deportes adaptados, así como la integración de nuevas disciplinas y el uso de las instalaciones de nuestro municipio para estos fines (una declaración aberrante, como si durante las administraciones pasadas, responsables de la construcción de dicha infraestructura, esas instalaciones hubieran sido utilizadas con otro fin. Un verdadero absurdo) es ya un derecho para beneficio de las y los ixtapaluquenses”. Pero si desde antes era un derecho que beneficiaba a todos.
A pesar de toda esta verborrea, la gente ha comenzado a manifestar su inconformidad por el cierre de instalaciones deportivas que el nuevo gobierno ha hecho. Esa inconformidad podemos verla en redes sociales se ha manifestado dicha inconformidad.
Está claro que la campaña de desprestigio en contra de Antorcha esta próxima en Ixtapaluca, se dedicarán, con todo el ímpetu posible, a levantar falsos y a difundirlos hasta convertirlos en verdades universales. Pero, como podemos observar, incluso en civilizaciones remotas, los logros materiales de los gobiernos con Más Sentido Humano se levantarán como testimonio ineludible de que en Ixtapaluca se llevó a cabo una revolución. Esas enormes moles de metal y concreto que son las instalaciones deportivas, aún en su existencia silenciosa, hablarán de las hazañas de un pueblo que, al decidir organizarse, persigue y logra materializar sus sueños.
Que vengan los enemigos del pueblo con la boca llena de mentiras, pero más temprano que tarde, como escribió Mario Benedetti: “Se tragarán sus molares, caninos e incisivos y se morderán juiciosamente el hígado”. Los hechos hablan más que las palabras y en Ixtapaluca los hechos nos demuestran que Antorcha ha trabajado siempre para el pueblo. Después de todo, ¿qué es el Movimiento Antorchista si no el pueblo organizado, educado y concientizado de la necesidad de su lucha?
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