Han pasado más de tres años, desde que los antorchistas de la CDMX, acudimos respetuosamente en tiempo y forma a la sede del Gobierno capitalino con nuestro pliego petitorio, que enumera sencillas demandas de carácter social que de resolverse vendrían a paliar la pobreza en que viven miles de familias de la periferia de la Ciudad, que carecen de vivienda digna, de servicios básicos, en fin de los más elemental para poder llevar una vida decorosa, como todo mexicano se merece.
La respuesta a nuestras demandas ha sido nula, y a últimas fechas hemos sido víctimas, además de los engaños propiciados por la director de gobierno, Horacio Robles Ojeda, quien frena la indicación de solución dada por la secretaria de gobierno Patricia Mercado, y desconoce los acuerdos, y cada vez que haciendo uso de nuestro derecho constitucional a la manifestación pública acudimos a las oficinas del gobierno de la ciudad para manifestar nuestra inconformidad nos mandan a policías para reprimirnos y encapsularnos, teniéndonos varias horas a pleno sol sin la más mínima contemplación y sin importar que entre nuestros manifestantes vayan mujeres y niños pequeños.
Nuestra organización nació hace más de 40 años, 41 para ser exactos, enarbolando la bandera de acabar con la pobreza en nuestro país; esta tarea la hemos cumplido al pie de la letra y cada día se suman más brazos y cerebros a nuestro movimiento que conquistados por la verdad de nuestras acciones deciden entregarse a la lucha en favor de los que menos tienen.
Por eso, ante estas razones queremos dejar en claro que nunca hemos pretendido desestabilizar a ningún gobierno, pero estamos conscientes que quienes ostentan el poder tienen la obligación de resolver las demandas del pueblo pobre, utilizando los recursos que se obtienen por distintas vías como los impuestos que le cobran a ese mismo pueblo, y lo que pedimos es perfectamente posible y necesario de que se cumpla.
Cada periodo de elecciones vemos como candidatos de todos los colores hacen campaña y se toman la foto con los más pobres haciendo caravana y prometiendo la solución de problemas, la realización de obras posibles, claro que sí, y cuando alguno de ellos obtienen la victoria y se sienta en la silla del poder (quién sabe que polvos mágicos tiene esa silla para olvidar) le da amnesia y todas las promesas hechas al pueblo las desconoce, incluso ni recibe al pueblo, sólo se limita a viajar, a hacer relaciones públicas y construir obras para los más ricos, y para muestra un botón, el gobierno capitalino.
La organización en todo momento ha estado abierta al diálogo y prueba de ello es que la movilización que teníamos programa con 7 mil antorchistas para el 9 de diciembre al Zócalo Capitalino, donde iríamos a exigir la intervención del jefe de gobierno, Dr. Miguel ángel Mancera, para resolver las demandas de la gente pobre y por supuesto, cese la represión si motivo, que ha sostenido en contra de nuestra organización, la suspendimos, porque hubo compromisos de solución, sin embargo, esos compromisos es la fecha que no se cumplen, y necesitamos respuestas firmes, ya no más palabras, si no nos veremos en la necesidad de ejercer nuevamente ese derecho tan genuino de protestar.
Cabe mencionar que con el arribo del Doctor en Derecho Miguel ángel Mancera al gobierno de la CDMX, hace ya tres años, los ciudadanos de esta gran urbe, la más importante del país y sede de los poderes de la nación, esperábamos soluciones a los graves problemas que padece nuestra ciudad: la falta de vivienda para las habitantes con menos recursos y por tanto merecedores de atención y solución; educación pública, que alivie del enorme peso de las colegiaturas de las escuelas privadas a los sufridos padres de familia; un transporte masivo y ecológico de altura tal cual merecen los usuarios, en su mayoría carentes de automóvil, y la consiguiente protección al medio ambiente, dañado por los recientes incrementos de los niveles de contaminación, y una mejora en la seguridad pública, que haga recuperar la confianza en las autoridades de la Capital. La verdad es que en todas esas áreas el desempeño del gobierno de la Ciudad ha quedado muy lejos de las expectativas de la población.
El actual gobierno de la Ciudad no se está aplicando para colocar en serio a la Ciudad de México en el lugar destacado que debe ocupar. Y los problemas se siguen acumulando. Mal servicio del Sistema de Transporte Colectivo Metro que perjudica diariamente a alrededor de medio millón de pasajeros, a lo que hay que agregar las descomposturas en aumento, por falta de la obligada revisión, en las líneas restantes del vital servicio, que por un aguacero detiene su recorrido con pasajeros a bordo, a pesar de que se atestó un golpe a la economía de los capitalinos con el aumento del mismo a cinco pesos, con la promesa de mejorar y esto por lo visto fue sólo el pretexto, porque nada se ha visto. Como dijo el Premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz "modelo económico que no proporciona bienestar a los ciudadanos, es un fracaso".
Cegados por su visión limitada de la política, en el terreno de atención a las necesidades que grupos numerosos y representativos de capitalinos presentan a las autoridades centrales de la ciudad, poca es la respuesta y largo el peregrinar de oficina en oficina. Porque existe la idea de bloquear cerradamente a los solicitantes que no sean del partido gobernante. El gobierno "democrático y de izquierda", dando clases de sectarismo y clientelismo político. Lo que siempre fue su bandera de lucha hoy se convierte, por obra del poder, en institución, en una regla aplicada inflexiblemente a quienes no son de su grupo político.
Y para prueba, los antorchistas de la CDMX entregamos en tiempo y forma, en el año 2012 el pliego de nuestras peticiones, y desde entonces las actuales autoridades hicieron compromisos que no han cumplido: 1) viviendas para grupos de precaristas, organizados para obtener un lugar propio para vivir. 2) La regularización de los asentamientos humanos con muchos años de existencia en las delegaciones de Xochimilco, Tláhuac y Tlalpan, los cuales se encuentra desde hace años consolidados, y cuyos pobladores carecen de los servicios mínimos a que tiene derecho todo mexicano en su tierra. 3) Comedores familiares en las delegaciones Azcapotzalco, Iztapalapa, Xochimilco y Gustavo A. Madero. 4) Construcción de la Esc. Secundaria Wenceslao Victoria Soto que funciona en la colonia antorchista 6 de Junio, delegación Gustavo A. Madero y de la cual, Antorcha gestionó para su construcción 6 millones de pesos con el gobierno federal, recurso que tiene secuestrado el gobierno capitalino 5) Entrega del inmueble comprometido por las anteriores y actuales autoridades de la ciudad, para la Casa del Estudiante Calmécac, que da albergue a 200 estudiantes, decenas de ellos de la UNAM, provenientes de provincia, 6) solución para la demanda de aumento de pensión para ex trabajadores de la policía auxiliar, que después de una vida entregada a su corporación ahora en su retiro reciben una pensión de hambre, 7) así como la entrega de un terreno para la construcción de la Casa del Estudiante para Periodistas, entre otras.
Ninguna, absolutamente ninguna de estas solicitudes ha sido resuelta en tres años de la presente administración capitalina. Las únicas respuestas a estas demandas tan elementales de los antorchistas, han sido las promesas falsas, los compromisos incumplidos, las puertas cerradas al diálogo, a cargo de los principales funcionarios manceristas y la represión vivida en carne propia. Hasta el momento hemos demostrado paciencia, pero ésta también se agota.
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