Algunos “analistas” piensan que los antorchistas andamos espantados debido a los recientes hechos suscitados contra la organización en Puebla, pero nosotros respondemos con tres ideas: no violamos la ley de ninguna manera en nuestras acciones (nadie ha probado lo contrario), no mentimos cuando salimos a hacer declaraciones en defensa de nuestra organización y los antorchistas de todo el estado están listos, ¡como siempre!, para enfrentar las complicaciones coyunturales de la lucha antorchista.
Los antorchistas estamos muy contentos porque la historia de la transformación de un pueblo completo sale a la luz para que la estudien, analicen y, de ser posible, la copien
Muy por el contrario, los antorchistas de Puebla estamos de fiesta y felices, y les diré por qué: el domingo 9 de marzo, con más de 25 mil asistentes sólo ese día, terminó la Feria Tecomatlán 2025, una feria gratuita en todos sus eventos, a la que mucha gente de la región y de otros estados acudió por la calidez con que los reciben los tecomatecos y porque es la feria más segura del estado y del país.
Ni un robo ni un delito se cometió en una feria que dura nueve días y a la que acuden poco más de 150 mil personas. Fue un éxito completo. Eso nos da una felicidad infinita y nos brinda tranquilidad, porque es una tarea más cumplida, como debe ser.
Pero no es todo. Este fin de semana, en otro de los bastiones antorchistas, el gran municipio de Huitzilan de Serdán, vamos a realizar otro gran evento político, resultado del desarrollo de este pueblo organizado y trabajador.
Los huitziltecos festejan 41 años de unirse a Antorcha Campesina. La lucha en aquel municipio de la Sierra Norte no fue fácil ni sencilla: nos costó mucho trabajo, sacrificio, valentía y el asesinato de muchos de los líderes indígenas de la zona, quienes cayeron bajo las balas de los caciques, como la Unión Campesina Independiente (UCI) y los familiares de Alonso Aco.
Sin embargo, junto con Antorcha, los indígenas de Huitzilan lograron derrotar a esos caciques sanguinarios e imponer un modelo de desarrollo que destaca a Huitzilan como un municipio pacífico, con todos los servicios básicos, escuelas, espacios deportivos, escuelas de arte y un sinfín de mejoras en beneficio de los indígenas huitziltecos. Quien tenga duda, lo invitamos a que vaya a la zona y sea testigo de lo que aquí narro.
Toda esa historia de progreso se plasmó en un libro titulado Huitzilan de Serdán, la derrota de los caciques, escrito por el periodista Alejandro Envila Fisher y publicado por Editorial Esténtor. Se trata de una obra historiográfica que recoge una serie de entrevistas con quienes fueron actores importantes o testigos de lo ocurrido en Huitzilan, así como las circunstancias que los llevaron a convertirse en un referente de lucha, valentía y convicción, pues la realidad les impuso la tarea de transformar su municipio con el apoyo de una vanguardia que verdaderamente representara sus intereses y los guiara hacia un futuro más próspero.
El libro se presentó en la ciudad de Puebla hace un año. Ahora se presentará ante los campesinos y jóvenes huitziltecos el domingo 23 de marzo, a las 12:00 del día, con la participación del autor Alejandro Envila Fisher, el vocero nacional de Antorcha, Homero Aguirre Enríquez, la directora de Editorial Esténtor, Libia Carvajal, y líderes de Antorcha de varios estados del país.
Así que los antorchistas estamos muy contentos porque la historia de la transformación de un pueblo entero sale a la luz para que la estudien, analicen y, de ser posible, la copien los pueblos de todo México que hoy son víctimas de la explotación laboral, que viven en la marginación y la pobreza, que no pueden llevar a sus hijos a la escuela porque no las hay, que no pueden curarse de sus enfermedades porque no hay clínicas, doctores, medicinas u hospitales; es decir, que forman parte de los millones de mexicanos y poblanos que viven en la pobreza más insultante y denigrante.
Huitzilan luchó y sigue luchando para erradicar ese mal: la pobreza y la desigualdad económica, y su lucha ha rendido frutos. Así que, a pesar de que el camino implica coyunturas de golpeteo mediático, represión estatal aguda o intentos por liquidarnos, los antorchistas logramos las cosas buenas que nos proponemos, y Huitzilan de Serdán es un ejemplo de ello. Todo eso se narra en el libro de Alejandro Envila, a quien le agradecemos infinitamente su trabajo.
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