*El orador revolucionario tiene como reto reconquistar para la humanidad entera el amor a la palabra: Gloria Brito.
Humberto Gutiérrez Sifuentes y Oliver Saavedra ángeles, representantes de la Ciudad de México, ganaron el primer lugar en la disciplina de oratoria, al participar en la categoría Activista- Profesionista y Libre Estudiantil en la XX Espartaqueada Cultural Nacional 2019.
El discurso que desarrolló fueron "Las lecciones que nos deja Venezuela y la Situación en Nicaragua", donde los oradores detallaron con contundencia que "El pasado 25 de enero, el opositor Juan Guaidó se autoproclamó presidente legítimo de Venezuela, ante la sorpresa de la opinión pública mundial.Amparándose en el artículo 233 de la constitución venezolana y con el contubernio y beneplácito de Estados unidos y sus lacayos del círculo de Lima, Juan Guaidó desafió la voluntad de los millones de venezolanos que votaron por Nicolás Maduro en las recientes elecciones.Estamos ante un nuevo ataque de la derecha mundial contra el ya de por sí golpeado pueblo venezolano".
Y que "a punto de cumplirse 40 años del triunfo de la Revolución Sandinista, Nicaragua, sufre el embate de los medios de comunicación, principalmente de las gigantescas e influyentes agencias noticiosas que difunden por todos lados las mismas noticias: "Ortega condujo a su país a un pavorosa guerra entre hermanos con tal de imponer sus ideas sacadas del bote de la basura", "aumenta el número de muertos del régimen de Ortega".Ante el aparato mediático del imperio y su avasallador poder económico la respuesta de los gobiernos progresistas tiene que ser educar y cultivar al pueblo, y es ahí donde los estudiantes, los hijos del pueblo pobre educados en el espíritu de conseguir un mundo mejor, tienen que salir a las calles a defender a su clase".
Gloria Brito Nájera, dirigente estatal del Movimiento Antorchista en la Ciudad de México, señaló que "el orador revolucionario tiene como reto reconquistar para la humanidad entera el amor a la palabra".
Dijo además, que para su organización el orador tiene que ser un hombre muy sensible que se deje arrastrar, en un momento dado, por la emoción de la lucha, por la causa de los explotados, que ya suman cien millones en nuestro país, que a pesar de trabajar de sol a sol, simple y llanamente no cuentan ni con lo más indispensable para vivir.
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