MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Lo que no se dice, dice mucho

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Hace poco más de un mes rindió su tercer informe la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la morenista Claudia Sheinbaum. Esta acción es por ley una obligación que todo funcionario debe realizar para rendir cuentas de su labor. Tal acción, más que cumplir con el mandato que la ley dicta, se ha convertido en un faramalloso evento de promoción del gobierno en turno. Esta vez no fue la excepción. 

En un lujoso evento que se realizó en el Palacio de Minería, en el centro de la ciudad, Sheinbaum llenó su discurso de epítetos que son calca y copia de las mañaneras presidenciales. Destacó que los gobiernos frívolos y alejados del pueblo se habían acabado y que su gobierno estaba al servicio de los demás. ¡Abierta contradicción! Tan solo ese día, para lograr su excluido evento, Sheinbaum Pardo mandó a cercar todo el primer cuadro del centro histórico. Miles de personas, al salir de su trabajo, se vieron sorprendidos al no poder regresar a sus casas porque estaban secuestrados por cientos de granaderos que impedían la entrada o salida de cualquier persona. El cerco no era para menos. Fue impuesto para protegerse de los airados reclamos que miles de capitalinos habían venido exigiendo desde el inicio de su administración.

Tan solo en las filas del Movimiento Antorchista, miles se aprestaron para exigir se cumplan los compromisos de elemental necesidad en varias colonias y comunidades de la Ciudad. El servicio de agua potable, acciones de vivienda, drenaje, pavimentaciones, construcciones de escuelas, entre otras, son las demandas que enarbolan miles de capitalinos pobres y que no han visto solución en estos tres años. Ese día, sabedores de sus derechos, se movilizaron para hacer valer su fuerza y número buscando resolver sus necesidades. La represión no se hizo esperar. Montada en su púlpito de soberbia, egoísmo y frivolidad, la jefa de gobierno mandó detener su marcha a pocos minutos de haber iniciado. Miles de granaderos y camiones policiacos impidieron el avance de la manifestación antes de llegar a la Alameda Central. Cercaron a los manifestantes y coartaron su derecho constitucional. Un día más, pues, del “cercano gobierno de la ciudad de derechos para todos”.

Claro que esto no lo dijo en su discurso la jefa de gobierno. Ella está acostumbrada, como todos en su partido, a hacer de la mentira su sostén y columna. Por eso tampoco dijo que entre 2021 y 2022, gastará 1,062.65 millones de pesos en publicidad y propaganda. Un gasto excesivo y muy superior a otras áreas de gobierno como la Secretaría de Mujeres o la Agencia de Protección Sanitaria. Así pues, mientras miles pasan penurias, Claudia Sheinbaum se promueve por todo el país con la confianza del dedazo presidencial para la candidatura a la presidencia del 2024. La frivolidad andando. 

Tampoco dijo que su gobierno tiene un subejercicio de 30 mil millones de pesos. Esto es: del presupuesto asignado en su gobierno para el año 2021 no gastaron en lo que deberían haber gastado. Le quitan la cobija a los pobres, a la gente. ¿Para qué? Lo que no suena lógico suena metálico reza el dicho popular. Ya están llenando el cochinito para la campaña del 2024. Estas son solo algunas de las cosas que no dice Claudia Sheinbaum en su informe ni en sus mañaneras pero que al no decirlas dice mucho. La dibujan tal cual es: una indolente funcionaria que solo utiliza a los pobres para encasillarlos en discursos de falsas esperanzas y mentiras. Así las cosas.

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