El primer huracán de la temporada, Franklin, que evolucionó de tormenta tropical a huracán categoría 1 en la escala Saffir-Simpsom, tocó tierra la madrugada del jueves 10 de agosto en el municipio de Vega de Alatorre en el estado de Veracruz, a su paso dejó severas afectaciones en los cultivos de plátanos y cítricos, desde luego y como siempre los más afectados fueron los productores en pequeña escala, quienes sufrieron una pérdida total en sus cultivos.
Dentro de estas afectaciones se encuentran 400 campesinos antorchistas del municipio de San Rafael, todos ellos pequeños productores de plátano y que con el paso de este fenómeno meteorológico sufrieron de la devastación en 1,200 hectáreas de cultivo. Hablando de montos económicos por las afectaciones, los campesinos señalan que una hectárea produce 70 toneladas de plátano al año, y el costo estimado por el kilogramo de esta fruta en el mercado es de 2 pesos, lo cual les deja una ganancia de 140 mil pesos al año, que multiplicados por las hectáreas desbastadas vendrían siendo alrededor de 168 millones de pesos la perdida de los campesinos.
Esta situación se torna grave para los campesinos, puesto que al no haber producción no tendrán ingresos, y con esto no tendrán para solventar gastos de sus familias en alimentación, educación, salud y para la misma reinversión en sus tierras. A su vez, también se ven afectados los jornaleros, quienes viven de esta fuente de empleo.
Franklin pasó por Veracruz en un momento de crisis económica y política, misma que la actual administración estatal no ha podido hacer frente y al contrario está dejando en total abandono el desarrollo y bienestar de los veracruzanos.
Han pasado 52 días y es la hora en que no se ven los apoyos del gobierno del estado y federal, los recursos del FONDEN no se han puesto en marcha; aun cuando los campesinos han entregado la documentación requerida por la SEDARPA y SAGARPA.
En este contexto, llama la atención la actitud del gobierno del estado al minimizar las afectaciones que sufrieron los campesinos y descartar al estado de Veracruz como zona de desastre, cuando la misma Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpa), ha declarado que fueron 43 municipios afectados y San Rafael de los municipios más devastados. Claramente se ve la poca importancia que se le da al sector campesino, en particular a los campesinos de escasos recursos.
Por si fuera poca la desgracia de los campesinos, la Sedarpa ha señalado que el municipio de San Rafael no está enlistado dentro del Seguro Catastrófico Agrícola, un programa orientado a proteger y apoyar los cultivos de los productores agropecuarios, principalmente de escasos recursos, ante la pérdida total por desastres naturales.
El pasó de este fenómeno meteorológico, deja al descubierto al gobierno de Veracruz, en primera, que no hay compromiso alguno con el sector campesino; en segundo lugar, que no hay políticas para que apoyen al pequeño campesino ante este tipo de situaciones, en conclusión, los humildes campesinos quedan abandonados a su suerte.
La marginación a la que se está llevando a este sector es evidente, pues los humildes campesinos se dan cuenta y señalan que la tendencia de las dependencias encargadas de incentivar el agro, Sedarpa y Sargarpa, niegan los apoyos que tiene que ver con insumos para el campo, puesto que la producción en pequeña escala no retribuye a la economía del estado y del mismo país. Como siempre, en este sistema de gobierno clasista, se busca salvaguarda los intereses de los dueños de las grandes empresas productoras del campo, a los mismos que se han enriquecido a costa de la explotación y despojo de tierras de los campesinos de escasos recursos. El pequeño campesino que solo es dueño de una pequeña parcela, que no cuenta con los recursos necesarios y suficientes para impulsar las cosechas en sus parcelas, que no cuenta con la maquinaria necesaria más que su fuerza de trabajo, se deja en el abandono, como lo que está sucediendo en el municipio de San Rafael.
A este grado ha llegado la indiferencia del gobierno que está llevando a que los campesinos se mueran de hambre por no tener producción que les genere pequeños ingresos para la económica familiar, a esto hay que sumarle el número de jornaleros que quedaron desempleados y que de menos en 10 meses, el tiempo aproximado para que se vuelvan a recuperar los cultivos, tendrán que emigrar en busca de fuentes de empleo.
Abandono social; marginación, desempleo, emigración, viene a ser complementos que se están dando en Veracruz, ante un gobierno que no ha dado muestra de querer cambiar el rumbo del estado, Veracruz es un estado rico, pero dicha riqueza no se ve materializada en mejores condiciones de vida para las familias, son muchas la voces que piden un cambio, el tiempo de agota y los veracruzanos ya no podrán resistir más.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario