MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Llamado a la SEDESO: necesario ampliar el plazo de Programa “Mujer es Vida”

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A principios de marzo, la Secretaria de Desarrollo Social dio a conocer la convocatoria del Programa “Mujer es Vida”, con lo cual se da cumplimiento a uno de los compromisos de la gobernadora Mara Lezama Espinoza. Dicha convocatoria establece como objetivo otorgar a las mujeres quintanarroenses, acceso a beneficios de forma directa y gratuita, en sus modalidades de paquete alimentario y apoyos económicos.

Nadie en su sano juicio puede negar que la gobernadora tiene claro los problemas que enfrenta la mujer mexicana y, por lo tanto, la que habita el estado del cual lleva las riendas. Para empezar las mujeres que trabajan perciben menos salario que sus pares hombres: el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dio a conocer que en los estados de la Península de Yucatán, durante enero y febrero 2023, los hombres percibieron 17.80 pesos más que las mujeres. Esta diferencia salarial es mucho mayor en el caso de Quintana Roo, donde las mujeres perciben 21.83 pesos menos. Y por si no fuera suficiente, para el caso de Chetumal las mujeres ganan 40.28 menos que los varones, lo cual se repite en una proporción más o menos igual, en los casos de Cancún y Playa del Carmen. 

Seguramente Mara Lezama no desconoce la desigualdad salarial que enfrentan las mujeres, es muy probable que haya leído informes de organizaciones como “México ¿Cómo Vamos?, la cual afirma que en el último trimestre de 2022 la informalidad alcanzo al 28.8 por ciento de las mujeres en el estado, lo cual se traduce en que no les alcanzó para adquirir la canasta básica con su salario, tres de cada 10 mujeres enfrenta dificultades para comprar alimentos con el salario que gana. Este problema se agrava porque ante la falta de oportunidades de empleo formal, a las mujeres no les queda otra alternativa que encontrar una oportunidad en el sector informal de la economía, o sea, deben emplearse como vendedoras ambulantes, vendiendo comida y todo tipo de productos. 

La gobernadora no debe ignorar que la informalidad significa no tener ninguna prestación laboral: seguridad social, pago de vacaciones, aumentos de salario, pago de utilidades, accidentes de trabajo, estímulos a la producción, son letra muerta para cualquier mujer con empleo informal. 

Por eso es un acierto de su gobierno lanzar la convocatoria y darles una oportunidad a las mujeres quintanarroenses de acceder a un programa para aliviar las dificultades de todo tipo que enfrentan, como lo revelan los datos arriba expuestos. Sin embargo, el acierto puede verse afectado por la logística que se ha implementado para el registro de quienes solicitan ser beneficiarias y algunos aspectos que se pueden prestar a malas interpretaciones. Veamos.

En primer lugar, el registro es en línea, lo cual es normal en los tiempos actuales, sin embargo, tiene el inconveniente de que son contados los hogares de las familias más necesitadas que cuentan con una computadora e internet, con el agravante de que era predecible que el sistema se saturara con miles de personas intentando registrarse, lo cual es algo que ha ocurrido. 

En segundo lugar, aunque se han habilitado lugares donde las mujeres interesadas en registrarse pueden acudir para llevar los requisitos, tienen que hacer largas colas y esperar horas, o ir de un lugar a otro con la esperanza de lograr inscribirse; lo cual para quienes tienen la dicha de tener un trabajo, no pueden hacer so pena de perder su empleo. 

En tercer lugar, el plazo que estipula la convocatoria, del 13 al 19 de marzo, es muy corto para los miles de mujeres necesitadas de los beneficios del programa, tiempo muy limitado debido a los problemas de logística ya mencionadas. 

En cuarto lugar, el calvario que han tenido que sufrir quienes han gastado dinero que no tienen, para ir de un sitio a otro, las horas de espera, sin que al final del registro tengan la seguridad de que van a ser consideradas beneficiarias, ha llevado a algunas de ellas a desahogar su enojo diciendo “cuando quieren nuestros votos, nos ofrecen de todo y no nos piden requisitos, entonces hasta nos mandan transporte”, lo cual no es acorde con noble propósito de quien impulsa el programa. 

A nombre de los miles de mujeres que están en riesgo de quedarse sin la posibilidad de inscribirse al Programa “Mujer es vida”, quienes confían en que el actual gobierno pretende aliviar un poco los múltiples sufrimientos de las mujeres quintanarroenses, sirva este escrito para solicitar a la Secretaría de Desarrollo Social y a la gobernadora Mara Lezama, que se amplié el plazo para registro una o dos semanas más. De obtener una respuesta favorable a esta petición, demostraría sin lugar a dudas que el actual gobierno estatal, ha dejado atrás la política de oídos sordos, y escucha a su pueblo, especialmente a quienes son la población objetivo del programa, es decir, a las mujeres de los 11 municipios del estado.

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