Así es, no existen las verdades a medias, éstas siempre serán mentiras.Basta con falsear un pequeño dato, con modificar un número, por pequeño que sea, con, o sin la intención de hacerlo para que la realidad se distorsione, para que la verdad no predomine.Así, toda la información que de ella emane, debe de ser desechada, o por lo menos no tomada tal cual, sino que ahora se requiere de mayores datos, más información que ajuste ésta a la realidad.
Además, la idea de que una mentira repetida mil veces, se terminará convirtiendo en una verdad, es una constante del que la practica (la mentira).Pero no es cierto, a lo más, los demás terminarán creyéndola y al paso del tiempo puede que ya nadie dude de su veracidad, pero en el fondo, seguirá siendo una vil mentira.
El mentiroso recibe por nombre "mitómano".La pregunta sería ¿Por qué lo hace? Se sabe que el mitómano recibe una descarga de adrenalina cada que miente, la emoción por los beneficios obtenidos o por el riesgo de verse descubierto, le agregan algo de sal y pimienta a su miserable existencia, le eleva su baja autoestima y lo empodera sobre sus receptores.Por desgracia es una patología que va creciendo y con ella sus daños, tanto en salud mental, como de orden social.Lo que sí es un hecho, es que se convierte en una dependencia emocional.Terminan mintiendo por todo, para todo, todo el tiempo y a todo el mundo.
Por desgracia la mentira es una lamentable característica del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quien mañana a mañana se presenta en Palacio Nacional ante distintos medios de comunicación para desde ahí falsear toda la información de su gobierno.Entro en detalles.En distintas ocasiones AMLO ha referido que la lucha contra la covid-19 es una cuestión primordial en su gobierno, que se llevan a cabo todas las acciones que se requieren en tiempo y forma y, que además estamos a punto de salir de ella, pues la curva está aplanándose.Además, el personal de salud, médicos y enfermeras están protegidos con todas las medidas sanitarias.Mentira, es un hecho innegable que el personal que está en el frente de batalla, en la primera línea, no cuenta con lo indispensable para evitar contagiarse del coronavirus y, si lo tiene es porque ellos tuvieron que comprárselo para protegerse.El martes 7 de abril, llegó procedente de Shanghái China el vuelo que supuestamente traería el tan anhelado material, 10 toneladas de guantes de mala calidad, así como tapaojos, mismos que se rompieron en presencia de los medios de comunicación que cubrían el evento amén de miles de cubrebocas de ínfima calidad.Las mascarillas adecuadas son las N95 y que son las que deberían usar, pero no es así, ya que solo se les ve a los políticos o sus familiares, porque a los médicos, no.¿Cómo entonces presume de algo irreal? Lo real es que el personal de la salud, trabaja bajo un alto riesgo de contagio, la Secretaría de Salud reportó, que son ya, 8,544 (al día 11 de mayo) los integrantes del personal médico los contagiados por la covid-19, casi la cuarta parte de los más de 38,000 que son las cifras de muertos totales en todo el país, sumando al menos 111 decesos entre ellos.Siendo 37 por ciento médicos, 41 por ciento personal de enfermería y el resto, personal auxiliar, entre ellos los laboratoristas.Si a ello le sumamos las agresiones callejeras que han sufrido por desinformados ciudadanos, así como la opinión emitida por AMLO el pasado día viernes 7 de mayo, donde los acusó de mercenarios de la salud, entonces podemos afirmar que, decir que están protegidos por el gobierno de la 4T, es una falacia, una monumental mentira del mitómano mayor.
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