Tomando en cuenta los brutales operativos que ha implementado el Gobierno mexicano en las fronteras de nuestro país para frenar a los migrantes en las que se han registrado enfrentamientos y dejado heridos, considero que no es por ingenuidad el hecho de que el presidente Andrés Manuel López Obrador pretenda dar cátedras de políticas antimigratorias a su homólogo estadounidense Joe Biden. Más bien las medidas contra la migración que propone el mandatario mexicano al inquilino de la Casa Blanca, son para hacer propaganda a su autollamado Gobierno de la 4T.
Hace pocos días, medios de circulación nacional dieron a conocer que el presidente López Obrador en una de sus mañaneras afirmó que el gobierno de Estados Unidos debe “empujar al elefante” para aprobar programas sociales en Centroamérica. Consideró que hay que “empujar al elefante reumático” incluso en Estados Unidos para que las autoridades de ese país autoricen el financiamiento de programa sociales en Centroamérica como una forma de evitar la migración. En su planteamiento, el mandatario mexicano expuso que de aplicarse Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en los países centroamericanos, en seis meses se podría contener el flujo de 330 mil migrantes que llegan a la frontera.
Según la prensa, el plan de López Obrador sugiere que Estados Unidos dé a los migrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador visas temporales de trabajo, hasta por seis meses. Cuestionó: ¿qué no podrá el Senado de Estados Unidos aprobar este programa? ¿O se van a llevar estudiándolo un año, discutiéndolo, analizándolo? “No creo que nos ganen a nosotros en eso, aquí el elefante camina”, expresó el mandatario federal. Confió en que su homólogo estadounidense Joe Biden acepte financiar los programas sociales para contener los flujos migratorios. El presidente mexicano informó que enviará una carta a su homólogo de Estados Unidos para insistirle en que se atienda a los migrantes de Centroamérica con programas sociales como los de México.
No es la primera vez que AMLO da lecciones de humanismo y generosidad a un presidente norteamericano, y lo invita a sumarse a su proyecto de combatir la emigración sacando de su atraso a una región entera, hizo lo mismo con Donald Trump y quedó demostrado que a los mandatarios norteamericanos no les interesan los programas sociales del Gobierno de la 4T ni necesitan de su asesoría. Por lo que ha sido y sin duda seguirá siendo infructuosa la invitación de López Obrador para que pongan fin a la pobreza de los países centroamericanos. En este contexto, considero que las propuestas antimigratorias, que tanto presume el mandatario mexicano, no van dirigidas al presidente norteamericano, sino a los mexicanos.
Desde mi modesto punto de vista el presidente, aprovecha la tragedia migratoria para hacer creer al pueblo de México que con sus “ayudas” asistenciales está resolviendo el problema de la pobreza en nuestro país y este éxito debe ser replicado, incluso por el país más rico del mundo para contener la migración. Pero no debemos perder de vista como “camina el elefante” de López Obrador. Los resultados de sus programas estelares Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, están severamente cuestionados.
Basta mencionar que el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” ha perdido beneficiarios en Jalisco. De acuerdo con el Tercer Informe presidencial, en 2020 había 23 mil 947 inscritos que recibían un apoyo por aprender en un centro de trabajo, pero este año ya sólo quedan nueve mil 764; el programa de apoyo para el bienestar de las niñas y niños, hijos de madres trabajadoras, llega sólo a tres mil 482 beneficiarios, cuando el objetivo en el Estado es de 52 mil 060, o sea, solo a un 6.6% del total. Lo que implica que está fallando la política social de la 4T, pues evidentemente son insuficientes sus dádivas para evitar que se multipliquen los pobres, y la necesidad de que muchos jaliscienses se vean obligados, por su situación económica, a salir del país o seguir dependiendo de sus familiares que trabajan lejos de ellos y de su patria.
Con lo anterior, no es extraño que al cierre de 2020, Jalisco se haya convertido en el principal receptor de remesas en el país, según informes del Banco de México, desplazando a Michoacán, luego de más de 15 años en que esa entidad ocupara el primer lugar en la recepción de flujos de mexicanos que trabajan, principalmente, en Estados Unidos.
Los que estamos seguros de que un mundo mejor es posible, debemos entender de que la pobreza, la causa esencial de la migración no es inherente a los países centroamericanos, es parte integrante de la explotación mundial a que están sometidos las naciones menos desarrolladas por el imperialismo, sobre todo el norteamericano, México no es la excepción. El problema migratorio, es un fenómeno social que no es fácil resolver, para tal fin se requiere una distribución mas justa de la riqueza, tarea que solo puede ser llevada a cabo por una fuerza social conformada por millones de trabajadores, educados y organizados. Por el momento cumplamos con nuestro deber de solidarizarnos con los migrantes que están siendo agredidos y perseguidos por el poderoso vecino del norte del país y del mismo Gobierno mexicano. Pongamos en su lugar las propuestas antimigratorias de la 4T.
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