Todos hemos escuchado en diversos medios de comunicación que en Cuba y otros países como Bolivia, Venezuela y Ecuador, la población vive carente de muchos satisfactores, hasta los más indispensables para vivir, que son gobernados por "tiranos y dictadores", que no quieren abandonar el poder, que los gobernantes viven rodeados de lujos, comen carne todos los días, mientras que sus pueblos se están muriendo de hambre, y a los ciudadanos no se le respetan sus derechos humanos.
Pero esos mismos medios de comunicación no informan la otra parte, aquella en la que Cuba y otros países padecen de un injusto e ilegal embargo comercial impuesto por los Estados Unidos de Norteamérica, que no permite que tengan relaciones comerciales con las naciones de la región, a esos países tienen prohibido venderles petróleo, materias primas, productos terminados, maquinaria, refacciones, etcétera, y comprar los artículos que producen. Situación que no les permite desarrollar sus respectivas economías, y por tanto, satisfacer de mejor manera las necesidades de sus pueblos. ésta es la verdadera causa de que en esos países exista mucha carencia de distintos productos de primera necesidad.
A pesar de la pobreza y dificultades que padecen estos países, se solidarizan con otras naciones pobres, es el caso de Cuba que desde hace muchos años ha apoyado a países africanos, centro y sudamericanos con maestros altamente capacitados que han contribuido a combatir el analfabetismo real y formal, con su efectivo y didáctico programa de alfabetización "Alfa TV", varios municipios de nuestro país han sido beneficiados con este apoyo solidario de un país hermano pero, desde el punto de vista económico, mucho más pobre que nosotros.
También en el terreno de la salud, Cuba ha sido un ejemplo a seguir, pues ha sido muy humanista y se ha solidarizado con naciones como la República Democrática del Congo que ha sido azotada por una epidemia de ébola, ni el país que alardea ser el más poderoso del mundo, fue capaz de mandar ayuda a este país.
El caso más reciente es el de Brasil, en donde el 14 de noviembre el Gobierno cubano anunció la retirada de 8 mil 332 galenos del Programa Más Médicos, impulsado por la expresidenta Dilma Rousseff, del territorio brasileño, a raíz de unas declaraciones del presidente electo de ese país, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien calificó a los profesionales de la medicina como "esclavos" de una "dictadura".
Este choque desencadenó el precipitado abandono de los médicos cubanos de los puestos de salud de Brasil y, como respuesta, el actual gobierno, presidido por Michel Temer, lanzó un concurso para que doctores suplieran estas ausencias.
Las plazas han sido seleccionadas por los médicos y al menos la mitad ya se han presentado, pero aún quedan un centenar de puestos en los que no se ha inscrito nadie, todas ellos corresponden a zonas de alta vulnerabilidad, especialmente en el norte del país.
Es una realidad muy diferente a la de grandes centros urbanos como Sao Paulo, donde se han inscrito para ocupar casi todas las plazas, mientras que otros profesionales han sido contratados de urgencia a través de acuerdos con hospitales privados.
No existe esta posibilidad en zonas del estado de Amazonas, al que corresponde el 77 por ciento de las plazas que nadie quiere y que ahora está viviendo una situación muy crítica. En esta zona marginada no existen médicos; ni brasileños ni cubanos, no hay ningún tipo de atención médica. Antes de que llegaran los médicos cubanos había problemas, y ahora que se han ido, los problemas regresaron.
Para recibir la asistencia más básica, los habitantes de estas regiones tienen que desplazarse hasta 80 kilómetros para ser atendidos en ciudades más grandes por médicos brasileños, que también son pocos, y en el caso de necesitar atención de urgencia, las distancias se alargan hasta los 400 kilómetros.
La población indígena del este de Amazonas ha quedado exenta de atención sanitaria de "media y alta complejidad", por lo que sus opciones son muy reducidas. Reciben cuidados paliativos provisionales y a veces corren mucho riesgo de agravarse o perder la vida. Realmente se ha vuelto una situación de emergencia y, como siempre, las zonas marginadas son las que más sufren porque, en este caso, los médicos cubanos iban hasta los sitios más recónditos de la selva amazónica, cosa que no quieren hacer los médicos brasileños.
Los pobladores de 56 de los 61 municipios del estado de Amazonas, el más extenso de Brasil deben viajar a Manaos, la capital de la entidad para recibir atención médica, porque los doctores cubanos ya han salido de esas localidades remotas y aisladas donde laboraban. Ahora tienen que realizar recorridos de 10 a 30 horas de viaje, principalmente en lancha.
Los brasileños reprueban la actitud irrespetuosa y denigrante del recién electo presidente Jair Bolsonaro para con los médicos cubanos que laboran en su país y apoyan la declaración del Ministerio de Salud Pública de Cuba de no continuar participando dentro del Programa Más Médicos.
Estas son algunas cifras y datos de la importante labor que realizaron los médicos cubanos en las zonas más marginadas del Brasil:
*En cinco años de trabajo, laboraron 20 mil colaboradores cubanos llegando a cubrir un universo de hasta 60 millones de brasileños.
*Más de 700 municipios tuvieron un médico por primera vez en la historia y en cerca de mil 100 de ellos se ha asegurado el 100 % de la cobertura de salud.
*Los galenos cubanos trabajaron en 2 mil 885 municipios, no en barrios residenciales o céntricos, sino en el norte semiárido, en los municipios rurales, en las zonas alejadas de los centros urbanos.
*En los distritos indígenas garantizaron la atención a más del 90 por ciento de la población, mil 575 municipios sólo poseen médicos cubanos del Programa Más Médicos.
Para realizar esa labor, los médicos cubanos recibieron una preparación en idioma portugués y rindieron exámenes concebidos por las autoridades del Ministerio de Salud de Brasil.
Ninguno de los que parten a cumplir una colaboración médica pierde sus empleos y a todos se le garantiza el ciento por ciento del pago de su salario mensual en Cuba.
El presidente electo de Brasil, con referencias directas, despectivas y amenazantes a la presencia de los médicos cubanos hizo énfasis reiteradamente a modificar los términos y condiciones del Programa Más Médicos. Ello manifiesta su apego a cumplir con los mandatos del imperialismo, esencialmente de Estados Unidos, y dañar la imagen de Cuba que en 55 años de colaboración médica ha desarrollado con éxito 600 mil misiones internacionalistas en 164 naciones, en las que han participado más de 400 mil trabajadores de la salud.
Esas posiciones reaccionarias denuncian su filiación ideológica en defensa de los intereses de la gran burguesía y del gran capital internacional, necesitado de expandirse para apropiarse de los recursos naturales de otros países, lo cual afecta a los pueblos carentes de medios de subsistencia para vivir sin una asistencia médica adecuada para la población.
Así, a pocos días del regreso de los médicos cubanos a su país, son los brasileños más pobres los que ya sufren profundamente las consecuencias de las declaraciones del presidente electo, Jair Bolsonaro, que derivó en la decisión del gobierno de Cuba de retirar a sus profesionales de la salud que participaban en el programa brasileño. Debido a esto muchos brasileños califican a Bolsonaro como racista, presuntuoso y antisocial, que desconoce al pueblo cubano como seres humanos con un elevado sentido de la fraternidad y la solidaridad. Ahí no se habla de blancos o negros, de ricos o pobres porque hay igualdad.
Es admirable que los médicos cubanos que colaboran en estas misiones humanitarias, tengan presente el concepto de ayuda hacia otros pueblos del mundo y sean capaces de alejarse de sus seres queridos, no por dinero o remuneración material sino, en primera instancia, por ser útiles y auxiliar a los necesitados compartiendo sus conocimientos, adquiridos gratuitamente en las universidades cubanas, que los forma desde el primer año en la concepción del humanismo.
En Cuba, todo niño al nacer tiene garantizado su alimentación, vacunación, cultura, educación y una asistencia médica para toda la vida de forma gratuita, porque el gobierno de ese país representa a todos, siguiendo los principios del socialismo en el cual tiene un gran valor el ser humano y no el dinero.
Esto y más es lo que no nos dicen los medios de comunicación que son controlados por los poderosos, por los que viven del trabajo y sudor de millones y millones de seres humanos. Porque están empeñados en esconder la verdad, en difundir la forma en que viven los cubanos y otros pueblos que han decidido, de manera soberana, ensayar otras formas de organización social, económica y política, para que sus respectivos pueblos estudien, trabajen y disfruten del producto de su trabajo en mejores condiciones, y no sean explotados como sucede actualmente con muchos pueblos del mundo, como el nuestro.
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