Breve resumen: ¡Se levanta pañuelito blanco contra la corrupción!, con señalamientos en primera fila de funcionarios del gabinete presidencial y familiares del propio presidente, ¡se rifo el avión presidencial sin avión presidencial!, ¡sistema de salud como el de Dinamarca!, después de 4 años no se ha garantizado lo que establece el artículo 4to Constitucional Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución. ¡Inauguración del Aeropuerto Felipe Ángeles, sin vuelos! ¡Tren Maya! Con un largo deterioro de las zonas selváticas. Un largo listado que podríamos enumerar amable lector, pero que por espacio para efecto de lo que queremos denunciar, basta estos botones de muestra. ¡Ah!, la perla de esta semana, inauguración de la refinería Dos Bocas sin petróleo ni producción de gasolina, ¡sí! Pero ya está inaugurada. Y por lo tanto sin gasolina a 10 pesos.
¡Promesas!: cero corrupciones, salud de primer nivel, seguridad, mejor economía, mejor educación, etc. ¡Primero los pobres!, ya a estas alturas “todo mundo”, bueno el que lo quiere ver, se dará cuenta de que no es así. No estamos bien.
Si no hay resultados en lo que prometió, menos lo hay en otros ámbitos. En cuestión económica, ya es conocido que seguimos por debajo del nivel que tenía el país antes del triunfo de López Obrador, pero lo es menos que la demanda interna se ha contraído más que la economía en su conjunto. De acuerdo con el dato observado del PIB al 1T2022, México tiene un nivel similar al del cuarto trimestre de 2016. El PIB actual se encuentra al 98.86% del PIB observado en el 2019. Para alcanzar una recuperación de los ingresos promedio de los habitantes de México se requiere un crecimiento económico que compense el crecimiento demográfico y las afectaciones por grupos de personas. Actualmente, nuestro PIB per cápita está en niveles de 2013, ¡8 años de retroceso!
En el primer trimestre de este año, lo que se consume e invierte en México se encontró -12.5 por ciento por debajo del nivel que tenía en 2018. Con esa destrucción de valor, sorprende a muchos que las opiniones de los mexicanos no sean más negativas en lo que se refiere a la economía. La razón es un espejismo que nos saldrá muy caro. Por un lado, los incrementos salariales de los últimos meses superan el 10 por ciento anual, lo que está sentando las bases de la espiral salarios-inflación, que ya en otras ocasiones ha empobrecido a los mexicanos.
Por otro lado, el gobierno incrementó notoriamente las becas Benito Juárez y las pensiones. En estos dos programas se van 300 mil millones de pesos este año. La administración de los recursos desgraciadamente gira con tintes electoreros. Pues en contra parte, en México hay hambre, enfermedad, insalubridad, ignorancia, analfabetismo, miseria, violencia imparable: La criminalidad como la pobreza y miseria, crecen y son incontenibles a pesar de juegos estadísticos oficiales, pero la percepción social es de alarma, periodistas y sacerdotes acribillados. México vive desigualdad, esclavismo salarial obrero, creciente incapacidad para atender el costo de la vida por la inflación en algo tan vital como adquirir la canasta básica alimenticia. Vemos grave la cada vez más frecuente falta de agua en cientos de colonias, que, con el verano, serán frecuentes los cortes, la falta de vivienda, y un largo listado de problemas que hemos denunciado. Lejos de que la población vea atención real a sus problemas, ¿que ve? Que los tiempos políticos se adelantaron por razones justificables para el poder actual, para garantizar la continuidad de la política de la 4T. Que los funcionarios públicos del nivel más alto hasta el más sencillo en lugar de resolver con eficiencia de recursos, rezagos y problemas de sus comunidades están más preocupados por las elecciones en 2024 dentro de 24 meses y ya están abocados a hacer campaña política. Este adelanto de campañas es un despropósito y contradicción con la realidad; revela insensibilidad y pobre sentido de prioridades sociales, ante el panorama de pobreza extrema, inseguridad pública, violencia, crisis hídrica, migratoria, educación y salud cuestionadas.
Cuatro años después, ¿seguiremos permitiendo que la mañanera sea simple asignación de culpas al pasado y siga siendo un espacio de odio y negación de los derechos de organizaciones y personas que piensan diferente? Ya vimos que la simulación del gobierno federal no tiene límites.
Desde mi punto de vista hace falta que el pueblo se eduque y se deje educar por un verdadero liderazgo, bien formado y capacitado para explicar a sus hermanos de clase la verdadera naturaleza económico-social de sus penurias; y que, sobre esa base social, formule un plan de lucha sistemática y de largo plazo, con objetivos precisos y bien definidos. Mientras esto no ocurra, seguirán patinando en el mismo lugar. No podemos seguir siendo rehenes involuntarios del pensamiento superficial, de que un mesías es el salvador de México, un pensamiento que nos vuelve impotentes para encontrar la causa profunda de nuestros problemas y para plantear acertadamente la solución a los mismos. Todas las medidas de la mal llamada 4T son el resultado de la visión errónea que el presidente tiene de la problemática nacional y en el remedio que nos está recetando para curarla, una monumental equivocación, realidad lacerante que los mexicanos sufrimos en carne propia todos los días y a todas horas.
No nos engañemos ni nos confundamos. Nunca, nadie, en ninguna parte del mundo ha visto una revolución verdaderamente popular llevada a cabo desde el poder y por un solo individuo. Urge la unión del pueblo, tejiendo una gran alianza entre todas las fuerzas progresistas de este país para ganar el poder político y darle un giro de trecientos sesenta grados al rumbo del país, por una patria mas justa y equitativa. Vale
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