Esta semana en los titulares de los medios de comunicación de Hidalgo, ocupó un lugar importante el reporte de la sequía de la Laguna de Meztitlán, situación recurrente en la región que afecta a más de 120 ejidatarios porque el embalse como la pesca es un importante sostén económico de la zona, cuyas principales actividades son la ganadería y la agricultura.
La causa principal de la sequía en ese cuerpo de agua se atribuye al cambio climático acelerado por el sistema económico capitalista depredador de la naturaleza y de la humanidad, sin embargo, está recurrente situación continúa sin ser resuelta por los gobiernos municipales y estatales.
Esta problemática tiene años, desde 1998, la laguna estuvo por secarse completamente y en diversas ocasiones se ha repetido esta situación, la última se registró en esta semana y la anterior en 2020. La extensión de la laguna es de alrededor de 96 mil 642.94 hectáreas, sin embargo, está conformada por zonas que se desecan estacionalmente; es decir, que el estimado de territorio que siempre estaba cubierto por el agua era de 500 hectáreas, mismas que hoy también están secas.
Aunque la actividad pesquera no es la principal en la región, es la que más se ha visto afectada por esta situación. El 13 de agosto de 2017, el entonces titular de la delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), en Hidalgo, Manuel Camarillo Castillo, informó sobre la siembra de 100 mil crías de tilapia provenientes del estado de Morelos, con lo que aseguró que se tenía un total de 380 mil crías sembradas en la laguna y esperaban recuperar niveles de producción que se tenían cuando la laguna era el principal embalse del estado de Hidalgo. De más de 380 mil peces que se sembraron ahí, hoy no quedan más que los cadáveres en el fondo de la laguna.
Las causas de la desecación de esta laguna no se han establecido, y las autoridades ambientales esperan que “los de arriba” les autoricen emitir informes acerca de lo sucedido. Aunado a la pérdida de la actividad pesquera, se puede observar la ausencia de aves migratorias como los pelícanos canadienses, así como de otras especies en el ecosistema.
Así, la población de la región vive expuesta a sufrir la pérdida de sus ingresos ya sea por la actividad pesquera, la agrícola o la ganadera y en el olvido de los tres niveles de gobierno que no sirven a las masas trabajadoras.
Sin un modelo económico sustentable, que garantice el bienestar de toda la población y, al mismo tiempo, un mundo limpio y sano; los ecosistemas y con ellos los pobladores que los aprovechan se verán amenazados por la depredación del capitalismo.
Es necesario que el pueblo organizado, tome el poder político y ponga en práctica una estrategia integral de protección al ambiente y los recursos naturales, regulando a las corporaciones empresariales, y aplicando los recursos necesarios del gasto público (y de las propias empresas) dirigida y operada por profesionales honrados y técnicamente competentes. Es decir, se necesita un gobierno popular que ponga los intereses del pueblo por encima de los del sector empresarial.
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