El día 21 de abril de este año se decretó oficialmente la Fase 3 de la pandemia del Covid-19 en el país, y hasta el 27 de abril, según las cifras dadas por la Secretaría de Salud, ya se llevaban registradas 1,434 muertes y 15,529 contagiados, 852 más que el 26 de abril. El problema afecta a la ciudadanía en general y especialmente a los que se encuentran en el frente de batalla, y me refiero a los médicos y enfermeras que día con día atienden y tratan de una forma directa a los pacientes infectados. Según datos de la OCDE, México tiene en promedio 2.4 médicos por cada 1,000 habitantes y 2.9 enfermeras por cada 1,000 habitantes. El 26 de abril, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, reconoció que existe desabasto de insumos en clínicas del (IMSS) y agregó: "la falta de material médico es por el mal uso". ¿Será por el mal uso? O será porque el gobierno no los ha abastecido como debe de ser.
Pero en la pandemia no solo hay desabasto de insumos, de equipo e infraestructura, sino que también falta personal Algo que me sorprende, es que los propios médicos y enfermeras se han contagiado. "Los contagios entre personal médico crecen 261% en 10 días" en la publicación del 27 de abril de elfinanciero.com.mx. Entre el 14 y el 24 de abril, la cuenta de los contagiados subió de 535 a 1,934. De los 535 infectados, 242 eran médicos, 184 enfermeras y 109 de otras áreas de los hospitales. Nada más este sufrido sector representa el 15% de los casos totales confirmados en el país, y es por falta de equipo médico y de protección suficiente, amén da la falta de capacitación al personal.
El día lunes 27 de abril, Sergio Enrique Modesto, presidente del Colegio de Médicos Generales de Chihuahua, informó que tres médicos han muerto en la ciudad de Chihuahua por covid-19, así mismo hay varias enfermeras de gravedad, expresó; de los 313 casos confirmados en el estado de Chihuahua, 51 han sido entre médicos y enfermeros de las instituciones del sector salud, y de igual manera, según Modesto, hay una relación directa del contagio entre médicos y personal de enfermería: son 32 doctores contagiados por 19 enfermeros que se encuentran en condición de gravedad. Enrique Modesto advirtió que, ante el aumento en los contagios y la falta de recursos médicos, se corre el riesgo de llegar a una situación en la que no se puedan atender a los pacientes. Sin embargo, los médicos y todo el personal de salud no solamente están dando una dura batalla contra la covid-19, sino también contra la actitud de los ciudadanos que los discriminan. El 25 de abril, El Diario de Chihuahua publicó una nota: "Arrojan cloro a enfermero de Parral". La víctima, quien responde al nombre de Francisco Núñez, en un video que publicó en sus redes sociales, exteriorizó lo ocurrido afuera de un centro comercial en esa ciudad; "Soy el enfermero que bañaste en cloro afuera de un centro comercial, nomás quería decirte que esto no te va ayudar en nada a no contagiarte, ni a ti y a las personas que venían contigo. Utiliza cubrebocas y sobre todo, no salgas de casa. Esto no se hace, no te mal informes en las redes sociales, usa el sentido común y no salgas de casa", finalizó con ejemplar templanza.
Me parece importante recalcar que, como ciudadanos, debemos hacer conciencia y reconocer el trabajo de los médicos; es cierto que probablemente ellos pueden contagiarse dentro de las instituciones donde laboran, pero no nos confundamos: todo el personal de salud está consciente de que debe tomar todas las precauciones necesarias para no contagiarse y tampoco contagiar, y lo están haciendo de una u otra manera, aunque no se les haya dotado del material necesario para tratar con pacientes. Otro caso realmente excepcional es que en el hospital Lázaro Cárdenas del ISSSTE, en la ciudad de Chihuahua, una enfermera que labora ahí hizo mención de que no se les ha proporcionado equipo de protección; guardo el anonimato. Ella y sus compañeros han comprado mascarillas con filtros especiales e incluso trajes protectores por su propia cuenta; y algo preocupante es que les prohíben utilizarlos "para no crear pánico entre los derechohabientes". Esto no termina aquí. El sábado pasado, la supervisora Enya Roacho y el subdirector del Hospital asignado al turno de 24 horas de los sábados, Luis Ortiz, regañaron al personal de urgencias por utilizar el equipo protector. Si los jefes no se preocupan por la vida de sus compañeros, ¿quién se preocupará por ellos? Pero esto no sólo sucede en Chihuahua, sino en varios estados de la república. ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar más para que el gobierno federal reaccione y destine recursos económicos para todos los hospitales que están atendiendo pacientes con coronavirus?
Sin duda alguna, tenemos un presidente nefasto, un gobierno de "cuarta", pero México requiere de un hombre con capacidad para trabajar con el pueblo, y demostrándolo con hechos y no con puros discursos falsos, como lo ha venido haciendo López Obrador desde que inició su función como mandatario. Aprovecho la ocasión para felicitar a todos los médicos y enfermeras, que de sus sueldos han comprado sus materiales necesarios para no contagiarse y no contagiar, y no solamente a ellos, sino de igual manera a todas y todos en general. Decirles que el pueblo pobre de México y con él el Movimiento Antorchista, está y estará con ellos, y sépanlo ahora, que con nosotros siempre encontraran una mano solidaria. Muchas felicidades.
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