En estos duros momentos que en el mundo y en nuestro país, se sufre los efectos de la pandemia de covid-19, siendo que en México van más de 29 mil muertes y en nuestra entidad, existen más de tres mil 352 casos con 214 defunciones, la situación de México está mal por todos lados.
En el terreno de la salud miles de muertes por el coronavirus y otras enfermedades, en la economía de la cual el Banco de México señala que para este año tendremos un decremento del -12 por ciento del Producto Interno Bruto, y que ya existen más de 12 millones de desempleados, una cifra escalofriante, que está llevando a la ruina y pobreza a millones de mexicanos.
En las colonias y comunidades marginadas donde millones de mexicanos sobreviven en medio de la miseria y abandono, porque el gobierno actual de la autodenominada 4T, para este 2020, acordó negar recursos de la Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) ante la Cámara de Diputados, para la realización de obras de infraestructura básica, como agua potable, drenajes, servicio de energía eléctrica, y entre otras; de infraestructura educativa, pues la gente en estos lugares vive muy mal, y con esta contingencia sanitaria, peor.
Y en medio de todo este oscuro panorama, el Sistema Educativo Nacional, acordó que ante la imposibilidad de poder llevar a cabo las actividades escolares de forma presencial, serían a distancia, a través de programas televisivos y de plataformas de internet, para que los mentores pudieran interactuar con los alumnos, y encargarles tareas y trabajos, para poder evaluar sus conocimientos y que no pudieran perder el ciclo escolar.
Esta política educativa de la educación a distancia ha sido aceptada por la mayoría de los padres de familia y alumnos, sobre todo, en estos momentos de contagios del coronavirus, que se encuentra en sus niveles más altos, para evitar masivos contagios en las aulas de los educandos y además, para que los alumnos se adaptaran a los nuevas formas de la enseñanza a través de la tecnología de la utilización del internet y las redes sociales.
Todos contentos, el sistema educativo nacional y los padres de familia, ante las adversidades de la actual contingencia sanitaria; sin embargo, al revisar los padres de familia la necesidad de la utilización de computadoras, laptops o tablets, como herramienta para las actividades escolares de sus hijos, se dieron cuenta que, ante la falta de esta tecnología en sus hogares, pues sería imposible conectarse a las clases virtuales y a la enseñanza.
Lo peor, de lo peor, es que la mayoría de los estudiantes que viven en comunidades o colonias marginadas en el país, no solo no tienen la tecnología adecuada, sino que no cuentan con el servicio de internet, o de energía eléctrica, así, como se pretende que los estudiantes pobres, tengan acceso a la educación, un derecho consagrado en nuestra Constitución.
Por todo esto, cada vez ha quedado más clara la lucha de mis compañeros antorchistas por luchar porque el gobierno federal distribuya los recursos públicos para obras y servicios elementales, porque los pobres tengan derecho a la vivienda, a la salud y por supuesto, a la educación.
Los antorchistas te invitamos a que te sumes a la organización, más fuerte, más grande y mejor consolidada, porque Antorcha, si sabe luchar por los pobres y también sabe gobernar.
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