Las redes sociales han llegado a un punto en el que marcan, incluso, el rumbo de muchos países, de muchas naciones, de muchas sociedades; han adquirido una importancia de penetración social que ha provocado que la gran mayoría de los seres humanos se enteren de las noticias a través de ellas. En nuestros tiempos ya es muy poca la gente que lee un periódico, que escucha la radio o que ve la televisión, son ahora las "benditas redes sociales" las encargadas de hacer el mayor trabajo de los medios de comunicación.
A enero de 2019, con una muestra de 131. 5 millones de personas, 110.7 millones, es decir el 84 por ciento, tenían acceso a un teléfono móvil; 88 millones (67%) tienen acceso al Internet y esa misma cantidad al uso de las redes sociales. Pero eso no es todo, en promedio cada mexicano dedica 8 horas al día al uso del Internet, 3 horas con 12 minutos a las redes sociales, 2 horas con 53 minutos a visualizar la televisión y una hora con 26 minutos a escuchar música.
Estos datos nos pueden demostrar perfectamente cómo es que son utilizadas y cuánto tiempo de nuestro día a día pasamos frente a estos aparatos, pero difícilmente podemos darnos cuenta de para qué son utilizados. El desarrollo científico y tecnológico de nuestra sociedad ha logrado generar un arma de doble filo, pues no podemos estar siempre seguros de que las noticias que vemos son cien por ciento fiables. Vivimos ya en un mundo donde debemos de aprender a distinguir lo real de lo falso.
Pero, por otro lado, estas redes sociales han logrado hacer movilizaciones sociales importantes, se han hecho campañas de denuncia muy importantes que han logrado poner en el foco a agrupaciones y organizaciones que han alzado la voz en contra de muchos de los atropellos que últimamente se han realizado en nuestro país. La gente utiliza las redes sociales también como un nuevo campo de protesta.
Hago todo este recorrido porque el día 18 de los corrientes, el columnista poblano Mario Alberto Mejía, a quien desde lejos se le nota la afiliación morenista, sacó a la luz una columna titulada "La guerra de los bots de Antorcha Campesina", dicha columna salió después de que el Movimiento Antorchista Nacional se colocara en tercer lugar del Trending Toping de la plataforma de Twitter, con el BarbosaNoAbuses, campaña que se realizó para denunciar los atropellos que el gobernador poblano Luis Miguel Barbosa ha cometido contra dicha organización.
Bien, en esta columna Alberto Mejía "informa" que han quedado atrás los tiempos en que Antorcha Campesina tenía como fortaleza la movilización de sus agremiados para demandar apoyos gubernamentales y que, cito textualmente, "ahora han evolucionado y sus actos golpistas has trascendido las calles irrumpiendo en la arena de las llamadas "redes sociales"". ¡Han evolucionado nuestros actos golpistas, señores! Ahora resulta que salir a las calles o manifestarse a través de las redes sociales para defender la soberanía y la integridad de nuestros líderes es hacer actos golpistas, ¡vaya lógica!
Pero sigo. Menciona también que el HT comenzó a posicionarse a través de cuentas claramente falsas, y llama mi atención que dentro de los 34 mil mensajes que surgieron de esa campaña el señor haya detectado específicamente la de nuestro Diputado Federal y líder antorchista en el Estado de México, el doctor Brasil Acosta Peña, luchador social que ha sabido guiar, durante muchos años, a millones de mexicano. ¿Coincidencia? No lo creo.
En uno de sus párrafos siguientes, el señor periodista hace la invitación a que ojalá la impresionante capacidad que tuvimos en nuestra campaña se utilizara en beneficio de los campesinos y no para buscar espacios de poder. Señor Mario Alberto Mejía, ¿conoce realmente usted toda la historia de nuestra organización? ¿Conoce los municipios donde actualmente gobernamos y cuál ha sido su desarrollo social? Si no es así yo lo invito a que lo conozca, aunque los medios de comunicación sirven siempre al más poderoso.
Y por último, para nadie es desconocido ni causa de asombro que la capacidad de nuestras redes sociales no es nada comparado a nuestra capacidad de movilización. Es de conocimiento público que somos ya más de 3 millones de mexicanos los que pertenecemos al Movimiento Antorchista Nacional y quienes no dudaremos, ni un segundo, en salir a las calles de todos los estados de la República y/o acudir a donde nos llamen con tal de defender, con nuestra vida si fuera necesario, la integridad de cada uno de nuestros agremiados, que es y siempre ha sido, el pueblo más humilde de nuestro país. Que conste.
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