MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La concentración de riqueza social como causa de pobreza extrema en México

image

La pobreza en México se ha profundizado en los cuatros años (2019-2022) en ese período se enmarca el sexenio del gobierno de la Cuarta Transformación que se proclamó como la más ambiciosa transformación revolucionaria en la historia mexicana. A cuarto años de la administración de este gobierno, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, ¿qué de bueno tiene para presumir? ¿Qué se necesita para salirnos de pobres? La pobreza es más extrema cada vez más.

Recuperemos algunos datos que, a simple vista, se exponen en internet y que nos permiten aclararnos un poco acerca de la desigualdad económica del país.

Los investigadores del Inegi dicen al respecto que el 1% de los mexicanos que son los más ricos del país, capturan el 17% del ingreso nacional, mientras que las familias mexicanas apenas perciben ingresos insuficientes, y ni qué decir del porcentaje de ingreso nacional para ellos.

La pobreza en México tiene profundas raíces históricas y es cada vez más extrema, por eso, este gobierno, la usó como medio en su campaña y convenció a las familias mexicanas. Esto explica las relaciones personales y estructurales que determinan las posibilidades de capturar y retener recursos.

Pero ¿por qué unos tienen y otros no? Algunos ignorantes piensan que con echarle ganas podrán salir adelante y que quien es pobre, elige serlo. No, la realidad es que la pobreza es más compleja y unas de tantas de sus características es la escasez de oportunidades y la carencias de políticas públicas que regulen la justa distribución de las riquezas. Sin políticas públicas se solo genera un abismo entre unos y otros, dejando que los pobres nunca asciendan en la escala de la economía. 

En México siete de cada 10 ciudadanos nacen pobres, según el Informe de Movilidad Social en México 2019 del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY). Además, solo el 3% de las personas que nacieron en la base de la escala económica podrán llegar a lo más alto. Por el contrario, el 57% de quienes nacen en los hogares más ricos del país mantendrán dicha condición de riqueza por el resto de su vida. Y ni qué decir de las regiones más marginadas del país. El mismo informe del CEEY señala que, en el norte del país 25 de cada 100 personas que nacieron en la parte más baja de la escala económica y permanecen en el mismo estrato toda su vida, mientras que en el sur esa cifra se eleva a 675. 

A nivel global, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) nos dice que, en países emergentes como México, a un niño de una familia pobre le tomaría más de seis generaciones alcanzar un nivel medio de ingresos. Con este gobierno de cuarta, la pobreza podría aumentar a un más, ya que México parece tener menos movilidad que otros países de América Latina. Se destaca factores como los altos niveles de pobreza, la informalidad, la baja participación de las mujeres en el mercado laboral, la pobre calidad escolar y la exclusión financiera, influyen en la baja movilidad social y económica de México según la OCDE.

El 1% de la población mexicana, representada por los que son los más ricos, logrará alcanzar la riqueza extrema que soñaron y llegaran a la cima de la felicidad porque, a pesar de la catástrofe de la pandemia lograron aumentar su fortuna. Lo que destroza la política de este gobierno de la promesa de “primero los pobres” que, hasta la fecha, es una promesa vacía.

¿Qué se necesita para salirnos de pobre? Invertir más en la educación porque creo fuertemente que uno de los elementos más importantes y efectivos para el progreso de los países es la educación. 

Este derecho plasmado en nuestra Constitución,  les proporciona a los jóvenes las herramientas y habilidades esenciales para enriquecer sus vidas y desarrollarse como adultos dentro de esta sociedad. Y no lo pienso y lo digo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), considera que la educación es la mejor inversión para alcanzar un futuro sostenible; y en México, la Constitución señala, en su artículo tercero, que todos tenemos el derecho a recibirla. Y cabe preguntar ¿Qué ha hecho el gobierno federal por mejorar la educación? A que la educación llega más jóvenes, a cada rincón del país.

 Somos un país donde aún existe el mayor número de analfabeta por que la educación no alcanza a todos. Es acceso no ha llegado a todos los sectores de la sociedad. Así lo reflejan, una vez más, las diferencias de cobertura y calidad de la educación que prevalecen entre las distintas zonas del país. En donde el sur obtiene los peores resultados. Los contrastes son aún más visibles al agregar a la Ciudad de México como un elemento adicional de comparación. 

Al hablar de calidad, la situación es similar, el rendimiento es menor en el sur tanto a nivel escuela como a nivel alumno. Además, la población de la región sur cuenta en promedio con dos años menos de escolaridad que los residentes de la capital del país y con uno menos que los ciudadanos que habitan en el norte.

En México no basta con echarle ganas para salir adelante ya que existen diversos factores que perpetúan la desigualdad en el país. Primordialmente, el lugar y las condiciones de nacimiento juegan un papel fundamental en la calidad de vida y expectativas a futuro de los ciudadanos. En México, origen es destino.

En México se necesita que el pueblo se organice, se eduque, se politice y luche por un país fuerte, más educado, donde no tenga cabida la desigualdad económica que deja a unos más pobre que otros.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más