La situación para los millones de mexicanos, en particular para los pobres, nunca ha sido fácil. Su poca capacidad para adquirir bienes que les permitan vivir "bien", ya no dijéramos una vida de lujos, sino una vida modesta, —que en lo particular la resumo en tener un trabajo bien remunerado, que les permita pagar los servicios de agua, renta, de luz eléctrica, así como también solventar sin muchos problemas los gastos de alimentación, salud, educación y demás—, siempre ha sido una cuestión que se viene repitiendo generación tras generación, y esto se explica por el sistema capitalista que impera no solo en México, si no en la mayor parte del mundo.
Mencioné en mi artículo anterior, sobre esta lucha que ya venían dando los humildes, y que ahora con esta pandemia que azota al mundo, viene a complicar la subsistencia de la clase pobre. Hay un tema en particular al que el gobierno de la 4T no ha querido entrarle, que es el tema de los servicios públicos, como el del agua, de arrendamiento, de servicio de la luz y otros, y que vemos que en otros países sí han implementado una serie de medidas para apoyar a sus gobernados. En el caso de México, no ha habido algún pronunciamiento sobre la suspensión o apoyo en el pago de servicios públicos, pareciera que el presidente no está al tanto de lo que sucede con la economía de las familias pobres en particular.
Uno de los servicios que resulta indispensable para el bienestar de las familias, pero en otras regiones del país resulta ser muy indispensable por las condiciones climatológicas que presenta el relieve, es la energía eléctrica, que es sustentada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Viendo la trayectoria de esta empresa, está claro que su aportación a la nación ha sido muy importante para el desarrollo económico, social y demás derivaciones. Pero en estos momentos, ¿qué papel debería de jugar la CFE en la sociedad? ¿ser una empresa a la que no le importan los problemas sociales y, como le hacen Elecktra y los bancos, amenazar con un insensible "me pagas o me pagas, si no te corto el servicio y busco otros métodos coercitivos para que cumplas"? Yo creo que sí se ha convertido en una empresa a la que le importan poco los problemas sociales, y en estos momentos de crisis, podemos percibir el papel de usurero que juega la CFE. Hace algunas semanas se rumoraba que se iban a condonar los pagos del servicio, pero a los pocos días salió a los medios Manuel Bartlett, quien funge como presidente de la CFE a aclarar que no se condonaría el pago y tampoco se iba aplazar el pago del servicio. Esta empresa no debería actuar de manera insensible, está claro que se tiene que pagar, pero en momentos de crisis, como la que estamos pasando ahora, la gente no tiene ingresos, no por lo menos la gente pobre, y a veces tiene que decidir entre pagar el recibo de la luz o comprar los alimentos, pero se queda sin energía. A ese grado está la situación por la que se enfrentan muchos mexicanos, aunado a ello que en las familias hay enfermos, niños recién nacidos, mujeres embarazadas, gente con discapacidad y los que trabajan ganan una miseria. Así es como ahorcan al pueblo, y en esta cuarentena les dice el gobierno: "quédate en casa", pero cómo va a ser posible eso, si cada mes o dos meses el recibo de luz llega puntual y no hay de otra más que pagarlo. Deberían de suspender por lo menos el cobro de la luz y otros servicios de primera necesidad, pero no, el gobierno se ha olvidado de la frase que tanto pregonaba a los cuatro vientos cuando AMLO era candidato a la presidencia, "primero lo pobre", ¿y dónde quedó esa consigna? En el olvido, ya cumplió su función: ganar votos.
Esta crisis por la que estamos pasando, debe dejarle una buena enseñanza al pueblo mexicano, debe darse cuenta que el sistema en el que vivimos, no está diseñado para ayudar a todos, está pensado para enriquecer a un grupo minúsculo de personas que tienen el poder económico, y que incluso con ese poder pueden acarrear agua para su molino, sin importar que haya mucha gente que necesita mucho más que ellos de esa misma agua. El pueblo mexicano debe de entender que necesitamos un nuevo modelo económico, donde las empresas estatales y de servicios, realmente sirvan al pueblo, que cumplan la función para la que fueron creadas, que es darles un mejor nivel de vida a los ciudadanos. Seguramente vendrán más crisis, pero si el pueblo sigue con este sistema económico, las consecuencias serán más graves para todos.
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