El gobierno de López Obrador está finalizando su periodo de gobierno, solo faltan 14 meses para su conclusión y a poco de que llegue el final, miles de mexicanos que le dieron su voto, y creyeron fielmente en su palabra, son parte ahora de las estadísticas de pobreza, otros ya no están, murieron de Covid-19, murieron a manos de un homicida o los mató el hambre y la enfermedad.
Los desatinos de Morena no han sido pocos, y aunque muchos ultra seguidores de López, han dicho, al principio de su periodo, que se le diera tiempo para llevar cabo sus propuestas, que se le dejara trabajar; el tiempo del juicio llegó. López Obrador ha hecho con el poder lo que ha querido, haciendo oídos sordos a las necesidades del pueblo. Vemos algunos ejemplos:
Respecto a la salud, la 4T nos prometió un innovador sistema de Salud llamado Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que pretendía entre sus objetivos principales, brindar acceso universal, que todos los ciudadanos contaran con servicio médico gratuito, incluidas las medicinas y otros insumos, en cualquier sistema de salud. Eso se escuchaba interesante pues desde luego que eso es un problema real en nuestro país. Sin embargo, en abril de este año, en el Congreso se votó la extinción del Insabi, al quedar claro que fue un verdadero intento fallido, pues no fue capaz de dar resultados.
En materia de seguridad, la 4T nos prometió acabar con la delincuencia, creando en 2019 a la Guardia Nacional, como un cuerpo militar al servicio de la comunidad, que desde su aparición hasta hoy se le ha incrementado el presupuesto 17 veces. En 2021, se aprobó un presupuesto de 35 mil 671 millones, y para 2022 sus recursos llegaron a 62 mil 825 mdp (véase https://politica.expansion.mx/mexico). Sin embargo, los resultados aún los seguimos esperando, pues los asesinatos no paran en nuestro país, por el contrario van en aumento, por lo que se percibe un descontrol total en la seguridad pública y no hay plan para remediarlo.
En educación, motor del progreso en una sociedad, hemos visto verdaderas tragedias con la 4T. En primer lugar, la cancelación de las escuelas de tiempo completo, que era un programa piloto para comprobar que la educación integral sí es posible, donde se les brindaba, un alimento caliente gratuito a niñas y niños, clases de computación, de danza y de inglés, seis horas de clases continuas.
López Obrador argumentó que en el programa había corrupción, y lejos de investigar y de poner remedio a las deficiencias, prefirió cancelar el programa. Como consecuencia, 36 mil niñas y niños de las zonas rurales más pobres de nuestro país se quedaron sin el alimento más importante de su día, y sin sus clases complementarias, que mucho les aportaba. Además de miles de docentes despedidos, pues ante la cancelación se quedaron sin presupuesto para sus salarios. Pero un daño colateral lo recibieron las madres trabajadoras que, con el programa, podían cumplir con su jornada laboral y recoger a sus hijos e hijas de la escuela con el horario de salida, y ante la cancelación, tuvieron que buscar quien se encargará de dicha labor, en la mayoría de los casos pagando ese servicio. Otras tuvieron que buscar otras opciones de escuelas o definitivamente dejar de trabajar.
Cientos de programas de apoyo a la educación se cancelaron, que servían en su mayoría para garantizar el mantenimiento de las escuelas, y la compra de insumos básicos de los planteles.
En educación, motor del progreso en una sociedad, hemos visto verdaderas tragedias con la 4T. En primer lugar, la cancelación de las escuelas de tiempo completo, que era un programa piloto para comprobar que la educación integral sí es posible
Y ahora, la reforma a la educación. Una promesa de campaña, con la que se ganó a miles de docentes, fue echar para abajo la reforma educativa que el gobierno de Peña Nieto propuso; sin embargo, nunca se dijo con claridad, qué pasaría cuando se cancelara esa reforma, que rumbo tomaría la educación en nuestro país, cómo se atacarían las deficiencias educativas y que estrategias innovadoras se pondrían en práctica para elevar la calidad educativa en México.
Lo dijo anticipadamente el ingeniero Aquiles Córdova Morán, dirigente del Movimiento Antorchista Nacional, el 06 de junio de 2018, días antes de que AMLO ganará las elecciones: “Discrepo de López Obrador, sobre todo, porque no es cierto que el mal sea la corrupción, éste es sólo uno de los síntomas del modelo económico, que es lo que está mal. Pero de eso no dice nada. No dice nada de crear empleos… de que creará vivienda barata para todos los mexicanos; e incluso, no dice con qué va a sustituir la reforma educativa, sólo promete que va a echarla para atrás, pero ¿hacia dónde nos va a llevar que eche para atrás la reforma? Hacia el atraso y la ignorancia, que es de donde venimos” (Córdova Morán, 2023,146)
¿A dónde nos pretende llevar la Nueva Escuela Mexicana? ¿Por qué a 14 meses de concluir su gobierno echa a andar una reforma educativa, sabiendo lo que implica? ¿Qué no es esto justamente lo que criticaba Morena, de gobiernos pasados?
Creo que debemos tener claro, que lo que pase con la educación de los mexicanos, nos impactará a todos en mayor o menor medida, directa o indirectamente; y no podemos ser insensibles ante lo que pasa, ni ignorarlo. En segundo lugar, bien podemos concluir que López Obrador y su partido, están pensando claramente en postergarse en el poder, así se entiende la precipitada y urgente aplicación de la nueva escuela mexicana.
Pero, solo un indolente e insensible, o sordo y ciego, podrá defender a Morena, cuando todos los resultados lo evidencian como un gobierno ineficiente, que solo nos ofreció ilusiones y no nos ha cumplido. ¿Por qué desearía el pueblo de México que padece la falta de atención médica de calidad, que vive en carne propia la muerte por homicidios y desaparición de familiares, más de lo mismo? ¿Será acaso que la educación que propone ahora la 4T, tenga la malévola pretensión de mantener al pueblo ignorante y con ello, más sumiso para seguir soportando tantas desgracias?
Es necesario defender el derecho que todo mexicano tenemos a la educación de calidad, así como lo marca el Artículo 3° de la Constitución, una educación laica, gratuita obligatoria y (por sugerencia de AMLO) universal. Pues no la pedimos en obsequio, trabajamos para ello, pagamos impuestos, que no son pocos, y es obligación del gobierno cumplirnos. Hoy más que antes, queda probado que el gobierno de la 4T, no tiene la más mínima intención de liberar al pueblo pobre de sus ataduras, sino cambiarlas por unas más bonitas.
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