Apenas la semana pasada se dio a conocer que en los estados que colindan con Zacatecas, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ejecuta megaproyectos de infraestructura “para privilegiar el derecho humano al agua” esto en voz del director general de la dependencia Germán Arturo Martínez Santoyo.
Eso confirma que el gobierno federal del presidente Andrés Manuel López Obrador, sigue excluyendo a los zacatecanos de proyectos urgentes en materia hídrica, pues la entidad no figura entre las 15 obras prioritarias que presumió el delegado Martínez Santoyo: presas nuevas, plantas potabilizadoras, líneas de conducción y tanques de almacenamiento en estados como Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí, Jalisco, Durango y Nayarit.
Aun con la sequía extrema que por años se vive también en Zacatecas, el gobierno de la 4t no asignó recursos a la presa Milpillas en el presupuesto de egresos del 2023, tampoco hay un pronunciamiento de las autoridades federales ante la crisis hídrica notándose un trato desigual y de desprecio hacia la entidad.
Este proyecto visionario arrancó en 2017 con la intención de asegurar la demanda de agua en el corredor industrial localizado entre los municipios de Fresnillo, Calera, Morelos y Zacatecas y desde entonces está en la cartera de proyectos de la Secretaría de Hacienda por un monto de alrededor de tres mil 400 millones de pesos, cantidad menor a la que se aplica en los proyectos de otras entidades.
Hasta 2018 el gobierno del estado estuvo a cargo del priista Alejandro Tello y se alegaba entonces “que por ser de los corruptos del pasado”, no se destinaba dinero a esta obra, de tal forma que cuando David Monreal inició su campaña como candidato a gobernador su estrategia se centró en afirmar que una vez alineado con la federación llegaría todo el dinero necesario para pavimentar carreteras y terminar la Presa Milpillas, etc., pero hasta ahora no se ve el respaldo de AMLO y los zacatecanos deben estar decepcionados de Morena.
Ante el abandono de la 4t por falta de financiamiento de Milpillas y de los problemas sociales con ejidatarios de Jiménez del Teúl, se dio a conocer que el gobierno del Estado busca otras opciones para garantizar el líquido. David Octavio García Flores, director general de la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado ha puesto interés en la presa El Chique que está ubicada en el municipio de Tabasco, como otra opción que podría garantizar el abasto en los próximos 30 años.
Además, se supo que el estado está impedido para construir presas en su territorio, con el pretexto de que su altitud afectaría en la captación de agua a entidades como San Luis Potosí, Aguascalientes, Durango y Jalisco aplicando una lógica forzada, porque si la entidad está arriba y si los escurrimientos se dan aquí debe aprovecharse en los embalses naturales y los construidos por el gobierno.
La situación se resiente mucho en la entidad, lo que han denunciado productores y líderes sociales como Martín Cordero Macías, quien dio a conocer que campesinos agremiados de Guadalupe, Pánuco, Vetagrande y Fresnillo lamentan que a cada año llueva menos a consecuencia del evidente cambio climático, por lo que en caso de sembrar es arriesgarse a perder todo; pero la situación también es crítica para los productores de ganado que dependen del agua de lluvia que permite el pastoreo y cosecha de forrajes para la crianza de vacas y cabras semiestabuladas, “pues este año no hay ni nopales para alimentar a los animales”, debido al extenso periodo de sequía que por años ha azotado a la entidad.
La crisis hídrica de Zacatecas es un tema muy conocido y aun así no hay interés de AMLO por atender la problemática social que esto genera mediante un proyecto integral de gran envergadura que solucione el problema a largo plazo, lo que a la larga también afectaría a las industrias como Grupo Modelo y otras empresas que están consumiendo el agua que ya está faltando a los zacatecanos y sorprende que nadie alza la voz buscando la racionalización del recurso.
Esto también demuestra que los mexicanos seguimos inmersos en el modelo económico neoliberal donde prevalece la ganancia concentrada en unas cuantas manos, en este caso con la producción de cerveza no importando la sobreexplotación de los recursos naturales como es el caso del agua que cada vez es más difícil que llegue a los hogares.
¿Y en qué anda ocupado AMLO?
El presidente anda en campaña paseando a sus corcholatas, donde se están gastando recursos del erario que bien se pudieran aprovechar para construir la Presa Milpillas o para limpiar los embalses contaminados y azolvados porque la naturaleza se ha modificado y llueve menos, por lo tanto la poca lluvia debe ser aprovechada al momento, y ser captada en todo lo posible, pero eso no puede hacerse en bordos pequeños, sino que se requiere de dinero contante y sonante para emprender obras que de verdad cambien la situación de crisis hídrica. Hasta el momento AMLO no ha correspondido con los zacatecanos que por eso votaron por la cuatroté.
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