En el país ha comenzado a salir a flote la verdad: en estos tiempos, se ha dejado ver lo que es realmente el Estado de derecho, a quién defiende y cuáles son los intereses que protege.Algo que era una realidad, pero que trataba de ocultarse y manipularse, pero que hoy, ha quedado completamente claro.
En días pasados, fueron dos los acontecimientos que llamaron la atención y despertaron nuevamente la indignación de los dos millones de antorchistas que formamos parte de esta organización: el primero fue el atentado contra campesinos del municipio de Yosoñama, que dejó como consecuencia que tres de ellos perdieran la vida y dos más resultaran gravemente heridos; este nuevo ataque se deriva de un conflicto agrario de hace más de 70 años, en el que se encuentra en disputa la propiedad de mil 740 hectáreas, pero que, además, ha rebasado los límites de la violencia, pues durante todos estos años, suman ya 31 campesinos muertos por este mismo conflicto.Ante la Fiscalía General del Estado, el antorchismo durante muchos años también, ha denunciado los ataques tanto mediáticos como la agresión hacia los campesinos de Yosoñama; ¿la respuesta del Estado? Total y absoluto silencio, y total impunidad también para los asesinos, por lo que las agresiones siguen cometiéndose, pues es bien sabido que si no hay castigo al delito, este se repite sin límite.
El segundo hecho a que me refiero más arriba fue el secuestro de cuatro compañeros antorchistas también, del estado de Veracruz, quienes fueron "levantados" y retenidos contra su voluntad durante prácticamente tres días, sin que las autoridades dieran la cara; en este nuevo evento, los antorchistas veracruzanos salieron a manifestarse, exigiendo a las autoridades la búsqueda de quienes habían sido privados de su libertad, y, al mismo tiempo, los antorchistas de todo el país inundábamos las redes sociales con la misma petición; días después, los cuatro secuestrados fueron rescatados, y la única y obtusa explicación que las autoridades supieron dar, fue que habían sido víctimas de ese secuestro porque se encontraban inmiscuidos en la venta ilegal de cigarros, ¡hágame usted el favor, amable lector! Hombres valientes que han dedicado su vida a luchar por los más pobres del país y en específico del estado de Veracruz, ahora, son señalados como vendedores ilegales.
Ante estos dos sucesos, que como ya decía, despertaron la indignación de los antorchistas, el presidente de la República, el mismo que salió cientos de veces en campaña y ahora en su púlpito de las mañaneras a decir que: "abrazos y no balazos", o eso de que "vamos a garantizar la seguridad de todos los mexicanos", no dijo ni pío.Guardó sepulcral silencio.
Ante actos como estos, donde son violentados los derechos, e incluso la vida de mexicanos humildes e inocentes, el gobierno debería salir a explicar y rendir cuentas, pues es responsabilidad suya la seguridad de todos los mexicanos, de todos.La única razón por la que no lo hicieron, por ejemplo en estos lamentables sucesos que acabo de mencionar, es que la vida y el trabajo de los antorchistas poco o nada importan al presidente de la República, pues al ser nosotros opositores de su forma de gobierno y del rumbo por el que ha llevado al país, ha tratado de hacernos desaparecer como organización, primero, atacándonos y calumniándonos de huachicoleros, y como con esto no lo logró, comenzó entonces a atacar nuestros negocios; como tampoco ha podido conseguir evidencias, y al no darle resultado nuevamente, ahora incurre en omisión ante los ataques y embestidas, no dice ni declara nada; total, son antorchistas.
Otra cosa sería si el secuestro o asesinato hubiera sido, por ejemplo, contra alguno de sus allegados; ahí sí, garrote para los culpables, cárcel, persecución e investigación hasta que las cosas se esclarecieran, pero al ser nosotros, no se mueven los organismos que por derecho deberían garantizar la seguridad e integridad de cualquier mexicano.
A los antorchistas nos queda bastantemente claro que las acusaciones o ataques que se nos pudieran hacer como personas físicas, es por la lucha que durante más de 46 años hemos venido realizando.Hemos actuado siempre apegados a la ley ante cualquier circunstancia, y esta no es la excepción.Seguiremos llevando nuestra protesta a los niveles que sean necesarios, seguiremos alzando la voz denunciado las injusticias, la ausencia del Estado de derecho y la aplicación facciosa de la ley a favor de quienes gobiernan o simpatizan con López Obrador, y negligente y omisa para hacer justicia a quienes no se pliegan políticamente al gobierno actual.La justicia, pues, está torcida.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario