De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) registra que en México hay 15,529 casos confirmados de Coronavirus y 1,434 mexicanos han muerto por el mortal virus. En Jalisco hay 303 confirmados y 25 decesos por el SARS-CoV-19. Cabe mencionar que los expertos aclaran que estas estadísticas cambian rápidamente y es posible que algunos casos aún no se hayan informado, además, sólo incluyen a quienes se realizaron la prueba de detección.
No debemos olvidar que el Gobierno Federal no ha autorizado la aplicación de pruebas masivas con el claro propósito de ocultar datos, por lo que se sospecha que el número de contagiados y fallecidos por coronavirus pueden ser en un número mucho mayor ya que, también ha salido a la luz pública que se ha incrementado alarmantemente los decesos por neumonía atípica, o sea, el problema puede ser de otras dimensiones. Todo esto por la necedad del presidente Andrés Manuel López Obrador de querer demostrar que hace las cosas mejor que los países más ricos del mundo, quien ha estado presumiendo que ya está domando la covid-19, sin decir claramente como lo está haciendo, sólo porque él lo dice.
Estamos en plena fase 3 de la pandemia del Coronavirus, las consecuencias de la crisis sanitaria y económica se han agudizado. La OXFAM "Comité de Oxford para aliviar la hambruna" (Oxford Committee for Famine Relief) señala que, debido a los altos niveles de pobreza y la persistencia de la desigualdad de nuestro país, han convertido la emergencia de la covid-19 en tres crisis simultáneas: sanitaria, económica y social. Asimismo, el organismo mundial advierte que están en riesgo 3 millones de empresas y 28 millones de empleos en México, y se verán afectados directamente 28 millones de trabajadores, lo cual agudizaría los problemas de desigualdad y pobreza en el país. La OXFAM señala que se requiere subsidiar a las empresas para que los trabajadores estén asegurados ante mayores problemas de desigualdad y pobreza en el país. No hay duda que lo peor está por venir.
Como está enterada la opinión pública, contrario a la irresponsabilidad del mandatario mexicano que fue exhibido ante el mundo como ejemplo de lo que no se debe hacer para contener la pandemia, en Jalisco y en otros estados del país, desde la primera fase coronavirus hace dos meses, se decretó la contingencia sanitaria, los habitantes acataron las recomendaciones de las autoridades de salud. Los gobernadores de las entidades no se han quedado callados ante la falta de seriedad de López Obrador y su gabinete. De esta manera cualquier ciudadano alcanza a ver y sentir que los jaliscienses y los mexicanos estamos afrontando solos el coronavirus, pues, el presidente no actúa en plena contingencia, sólo se le escuchan promesas y más promesas.
AMLO, sigue en campaña mientras que miles y miles de familias con impotencia pierden a un ser querido o están a punto de perderlo por haber sido contagiado por covid-19. De igual manera muchos trabajadores se encuentran sin ingresos y sin poder conseguir alimentos para calmar el hambre de sus hijos. Este es el lamentable panorama que prevalece en Jalisco y en el país, en la fase más crítica de la pandemia del coronavirus. Las actitudes de López Obrador son un insulto para el pueblo de México. Urge un programa nacional de distribución de alimentos para todos los mexicanos que lo necesiten. Las consecuencias de sus malas decisiones las están pagando injustamente los trabajadores de salud quienes, al no tener lo necesario para atender y salvar vidas, están siendo agredidos injustamente por los familiares de las víctimas.
Aprovechando este espacio, le digo al pueblo de México, que siempre ha sido solidario y fraterno con sus compatriotas, que no debemos equivocarnos, que no nos confundamos, que no ataquemos y despreciemos a quienes nos salvan la vida a costa de la suya; en México del total de contagiados, los trabajadores de la salud y en su mayoría doctores, representan el 12.2 por ciento, nos debe quedar claro que si maltratamos o dejamos que los doctores continúen trabajando en condiciones insalubres pésimas, sin el equipo adecuado y un salario raquítico, si se nos infectan y mueren, ¿Quién se va a encargar de cuidar la salud del resto que no somos doctores?. Entonces, el pueblo, los doctores, deben de saber que en el Movimiento Antorchista Nacional los tenemos en alta estima, ya que han hecho el Juramento de Hipócrates, y en su mayoría lo cumplen. Cuentan con todo nuestro poder de difusión y político para exigir que sean tratados en esta pandemia como héroes nacionales.
Ante el complicado panorama sanitario, económico y social que prevalece en nuestra patria, me permito transcribir el discurso del Diputado Antorchista, Omar Carreón Abud, que pronunció el pasado 24 de abril ante el Congreso michoacano y que fue aprobado como punto de acuerdo por unanimidad de los legisladores.
Vaya pues, como un reconocimiento a su valentía, sensibilidad política y oportunidad histórica de la declaración, pero, sobre todo a ese gran compromiso con el pueblo mexicano. Me adhiero incondicionalmente a su propuesta.
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