Como ocurre siempre en las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, en las que todos los días construye una realidad alejada de la situación nacional. En una de sus recientes conferencias en Palacio Nacional, presumió que “la inflación bajó un poquito en octubre” y tiene una tendencia a la baja.
Celebró que "bajó un poquito" la inflación en México y explicó que la tasa anual pasó de 8.7 a 8.4 por ciento, dijo que espera que “siga la disminución, ya llegó al límite y va a empezar a bajar en los siguientes meses”.
Pero lo que el titular del Poder Ejecutivo federal no menciona es que el incremento en los precios de las mercancías alimenticias sigue al alza. El Instituto de Estadística Informática y Geográfica (IIEG) dependiente del Inegi, en su boletín económico publicado a inicios del presente mes de noviembre, revela que, en Jalisco, la inflación general rompe tres meses de aumentos consecutivas a tasa anual, al pasar de 8.53 por ciento en agosto a 8.49 por ciento en septiembre. Por rubro, la inflación anual en alimentos aumentó a 14.02 por ciento, de 13.28 por ciento del mes previo.
Con respecto al monitoreo de los precios del índice del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), el IIEG registra que en la primera quincena de octubre el índice PACIC en Jalisco aumentó 15.4 por ciento respecto a la misma quincena del año anterior, ligeramente menor que la inflación PACIC nacional de 16.2 por ciento anual. Sin embargo, los precios de la canasta PACIC están aumentando a una tasa mayor que el índice general de la inflación.
El diario Milenio en su edición del pasado 09 de noviembre publicó una nota bajo el título “Académico de UdeG advierte de inflación histórica”. El texto dice: La inflación se convirtió en una de las principales preocupaciones para la economía mundial y se encuentra transitando hacia una etapa de aceleración no vista en los últimos años, señaló el académico de la Universidad de Guadalajara, Hermes Ulises Ramírez Sánchez. De acuerdo con el profesor investigador de esta casa de estudios, se esperaría que este 2022 se estuviera en el rango de inflación de 8.5 a nueve por ciento de tasa de crecimiento anual, lo cual, sería un récord histórico en más de 20 años.
El académico recordó que se tienen tasas de interés históricamente altas y el hecho de que no estén bajando como se quisiera y que todavía la economía global no se ha recuperado hace difícil que bajen los precios internacionales y nacionales. Debido a todo esto, en el próximo año no se crearán suficientes empleos y tampoco suficiente producción, lo cual significa que los productos que hay en el mercado van a ser relativamente más caros, advirtió.
Sobre todo, hay muchas coincidencias de que el problema más grave sigue siendo el alza de precios de los productos que no responden directamente a condiciones de mercado, sino que se ven altamente influenciados por condiciones externas como el clima o por las regulaciones del gobierno, es decir de los no subyacentes de acuerdo con el Inegi, como los productos agropecuarios y los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno. Es por eso que muchos líderes de opinión, basados en informes de instituciones nacionales e internacionales, señalan que la inflación no pega a todos por igual, golpea más a la población de bajos ingresos.
El Banco de México explica que las familias nucleares concentran una proporción relativamente más elevada de su gasto en el rubro de alimentos, mismos que han experimentado importantes niveles de inflación, lo mismo que el transporte por cuenta propia que está atado al precio de las gasolinas.
En su más reciente actualización sobre seguridad alimentaria, el Banco Mundial reporta que, entre abril y julio de 2022, dependiendo de los datos más recientes que se tengan por país, la inflación de los precios de los alimentos fue de entre 5 y 30 por ciento en nueve de cada 10 países de ingresos medios y bajos. El riesgo de seguridad alimentaria se acompaña de un encarecimiento de hasta 332 por ciento. México y la mayoría de las economías de América Latina resienten una inflación anual de entre cinco y 30 por ciento, lo que implica el segundo mayor grado de alerta sobre seguridad alimentaria que advierte el organismo internacional.
Como se ve, la inflación podría causar estragos en los pobres de nuestro país y del mundo. Bajo esta circunstancia, no podemos aceptar lo que nos pinta diariamente desde Palacio Nacional el gobierno de la 4T con claros fines de propaganda política y electoral.
El panorama nacional está como trazan los expertos basados en datos y cifras surgidos de investigaciones propias o de otros especialistas, es la que debe tomarse en cuenta para que los afectados por la crisis económica emprendan acciones decisivas para la sociedad, la economía, la seguridad, la salud, la educación, el empleo, los salarios y el nivel de vida de la población en general.
Los millones de mexicanos que se encuentran en situación de pobreza y pobreza extrema, deben saber que es obligación del Estado mexicano garantizar la seguridad alimentaria, que actualmente es azotada por la escasez, la sequía, la falta de semillas y el desabasto de herbicidas y fertilizantes del campo mexicano que ha incrementado en más de 400 por ciento los precios de productos del campo.
La solución está en que los trabajadores del campo y la ciudad, no se conformen con algunas dádivas, sino se organicen y exijan organizadamente apoyos reales al gobierno tales como la mejora sustancial de los salarios, creación de empleos sólidos con mejores sueldos, mayor inversión pública, entre otros.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario