Nicolás Romero, México. De acuerdo con las cifras proporcionadas por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del INEGI, durante el mes de octubre del presente año, se identificó un incremento en las cantidades de los grupos de trabajadores que perciben un salario mínimo y en el grupo que está integrado por aquellos que perciben de uno a dos salarios. Paralelamente, se registró una disminución en aquellos grupos que perciben entre dos o más salarios.
La información proporcionada por la ENOE, contiene las siguientes cantidades registradas: 14 millones 009 mil 186 mexicanos que ahora perciben como máximo un salario mínimo lo que significa un incremento de 1.7 punto con respecto a las anteriores mediciones; en este mismo estudio, encontramos que 19 millones 727 mil 685 trabajadores, se sumaron al grupo de los que perciben de uno a dos salarios mínimos, lo que representa un aumento de 0.5% puntos.
Si estos datos se complementan con la información acerca de la contracción de los grupos de trabajadores que perciben más de dos salarios, por ejemplo, los que perciben entre dos y tres salarios se redujo en 1.9 puntos, el que percibe entre tres y cinco salarios disminuyó en 0.3 puntos y aquel grupo de trabajadores que percibe más de cinco salarios mínimos también registró una reducción de 0.5 puntos, se puede percibir con toda claridad, el fenómeno característico de una sociedad con severos rasgos de una crisis económica.
Para el INEGI, sólo significa que aun cuando más personas se incorporaron a las filas de los trabajadores, la mayoría lo hizo en el grupo de los que perciben un salario mínimo; sin embargo, no sólo es eso, ya que, si se nota que hubo una disminución en los grupos que perciben más de tres salarios o más, eso quiere decir que los trabajadores que antes estaban en ese nivel de ingresos, ahora han pasado a incrementar numéricamente al grupo que sólo percibe uno o aquel que percibe dos como máximo; en cifras, al presente mes se tienen 24.9% de la población total de trabajadores en el primer grupo y 35% en el segundo, lo que no quiere decir más que, actualmente, existe un empobrecimiento paulatino de aquellos grupos que, en años anteriores, tenían una mejor percepción económica.
Las consecuencias de este empobrecimiento laboral, son inmediatas; para una persona que perciba sólo un salario mínimo, conseguir los elementos que conforman la canasta básica, es difícil; más aún si a esos productos necesarios para una buena alimentación de los mexicanos, le aumentamos el pago de los impuestos que debe hacer para acceder a los servicios públicos, aunque estos sean de mala calidad que, según los cálculos está valuada en 3 mil 843 pesos por persona.
Ante esta situación, es necesario considerar la propuesta del Movimiento Antorchista nacional para dignificar los salarios; no basta contar con un empleo, para estos tiempos difíciles, ese trabajo debe estar bien remunerado. Sólo de esta manera se podrá enaltecer la vida de todos los trabajadores de nuestro país.
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