En medio de la peor carestía de la vida vista en México después de la Revolución Mexicana el presidente López Obrador presentó el 4 de mayo su Plan Antiinflacionario de 16 puntos, el PACIC, para garantizar precios justos en los productos de la canasta básica y estabilizar los precios.
De entre las 16 acciones destaca la número 1, para estabilizar el precio de la gasolina y el diésel, gas licuado y electricidad; la número 2, relativa al aumento de la producción de granos, y la 12, que acuerda constituir una reserva de maíz y la compra de 800 mil a un millón de toneladas de maíz. El PACIC es “resultado del acuerdo entre el Gobierno de México, productores, distribuidores y comerciantes”. A casi un mes de haber iniciado todavía no se puede ver con precisión en qué medida va a funcionar, siendo que el aumento de los precios sigue golpeando severamente a la población más pobre del país. Quizás vuelva a ocurrir igual que otros planes que ha firmado con la clase patronal del país cuya realización benefactora no se ha visto hasta ahora y queden los 16 puntos o acuerdos de nueva cuenta en buenas intenciones y promesas sin cumplir. Papel mojado y hasta ahí.
El presidente del país fue enfático al agregar de añadido a su plan que “No habrá control de precios”, no se verá la mano fuerte del régimen para detener y controlar el aumento de precios, todo por la buenas, confía a ojos cerrados en la clase patronal cual si fuera una asociación de damas de la caridad. El acuerdo es de colaboración entre gobierno y la clase rica de México, es decir, nada de confrontación no subirán los precios. ¿Ud. cree tanta belleza? Yo no.
El hambre se extiende a nivel mundial por el alza inclemente de los precios en los alimentos y en los energéticos y se anida sobre los seres menos favorecidos que forman la mayoría de la población. De esta nueva crisis, como siempre los ricos saldrán más ricos y los pobres más pobres. Así funciona el sistema, más todavía cuando el sistema da sobradas muestras que está en agonía y es incapaz ya de resolver los grandes y graves problemas que va dejando. En primer lugar la pobreza, que prácticamente a nivel mundial día a día se extiende y agudiza.
INFLACIÓN AUMENTA RIESGO DE INSEGURIDAD ALIMENTARIA, advierte el CEEMES (Centro de Estudios Mexicanos Económicos y Sociales), menciona que la inflación general es de 7. 58% y la inflación en la canasta básica de 13.5%. Y la inflación anual a la primera quincena de mayo 2022 de los alimentos que proporcionan el 75% de los requerimientos nutricionales es de la siguiente forma: tortilla 20.7%, azúcar el menos 0.2%, harina de trigo 31. 7%, leche 11.8%, carne de cerdo 3.2%, aceites y grasas 16.7%, pollo 14.2% frijol menos punto 0.8%, huevo 7.7%. La inflación afecta especialmente a los trabajadores más pobres. Para que rinda su salario deberán reducir el consumo de alimentos o consumir alimentos de menor calidad. Todo ello aumenta el riesgo de inseguridad alimentaria, desnutrición y hambre.
La inflación es un impuesto más a la población mencionan los economistas. La inflación afecta más las familias que menos tienen afirma el IMCO (Centro de Investigación en Política Pública), 10 de mayo, 2022: “El incremento en los precios de los bienes y servicios en el país ha afectado más a los hogares con menores niveles de ingresos. Para las familias que perciben $3, 310 al mes, en promedio, el incremento en el precio de su canasta de consumo es de 8.74% anual; (en cambio) para aquellas con ingresos promedio de $54 mil 427 al mes el aumento en el costo de la canasta de consumo es de 7.48% (la inflación los afecta menos). Aquellos con menores recursos dedican una mayor proporción del gasto al consumo de productos básicos, que muestran mayores incrementos en precios, mientras gastan menos en cuidados de salud o educación. El efecto del incremento en precios sobre los productos en los que más gastan los hogares con menores ingresos implica que el poder adquisitivo de los estratos socioeconómicos más bajos es también el que más se contrae ante un periodo con altas presiones inflacionarias”. La población de más escasos recursos empeorará en su estado de salud y en la educación de sus hijos. Esta es la tragedia inmensa que ya está pasando en todo el México olvidado.
Los especialistas ya han dado su diagnóstico sobre el PACIC de López Obrador y no lo favorecen en nada. Ramón Martínez Juárez, académico de la Escuela bancaria y comercial (EBC), considera que estas medidas, sobre todo las de producción, son pensadas como una estrategia a corto plazo. “Es como querer dar una aspirina para una gripa: el problema no se está atendiendo de raíz, sino (que es) una solución a los síntomas sin atacar el problema de fondo, ya que además no es sostenible en el largo plazo”. Entonces ¿qué esperamos los mexicanos para hacer una campaña masiva en todo el país y denunciar al gobierno de AMLO por los incumplimientos de lo que promete?
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