MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Grandes retos en la nueva agenda política económica

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Suele pensarse, o por lo menos hay una pequeña representación de gente que piensa que el surgimiento de la economía como una ciencia ocurrió desde hace mucho tiempo, sin embargo, se puede decir que es una ciencia social relativamente joven, pues surgió en el siglo XVIII. Otra creencia de la que se parte es que, además de los Actualmente Países Desarrollados (APD) entre los que destacan Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania y Japón, hay al menos otro grupo y son los “Países en Vías de Desarrollo”, o al menos así los han nombrado los economistas ortodoxos para infundir la idea de que en algún momento dichos países, si aplican las políticas “buenas o adecuadas”, finalmente alcanzarán el desarrollo. Para los objetivos de este texto los llamaremos países emergentes.

A partir de la crisis de deuda de los 70´s las instituciones financieras internacionales (encabezadas por el capital norteamericano) recomendaron a los países, sobre todo de América Latina, una serie de medidas que tenían como objetivo crear un plan de pagos y al mismo tiempo generar crecimiento y desarrollo económico en los países emergentes. De acuerdo con esta agenda las “buenas políticas” son las prescritas por el así llamado Consenso de Washington e incluyen intervenciones macroeconómicas restrictivas, la liberalización del comercio y de la inversión internacional, la privatización y la desregulación.

A más de 40 años de estos sucesos, han quedado más que evidenciados los pésimos resultados de estas “buenas políticas”, pues son consecuencias directas son: incremento de la miseria, falta de empleos, de servicios básicos de calidad, la creciente desigualdad y la constante incertidumbre por frecuentes olas de violencia e inseguridad que nos azotan con mayor brutalidad a los países que las adoptaron.

Ante esta situación cabe preguntarse si estas políticas fueron aplicadas por los países que tanto las promueven (APD). Como ejemplo, se abordarán cuestiones más concretas de Estados Unidos ya que es la economía “liberal” por antonomasia.

Estados Unidos, como nación independiente es joven y aproximadamente once años después de que obtuvo su independencia, se promulgó su Constitución en 1787; para que esto pasara hubo quienes pensaron e idearon planes y fórmulas para desarrollar su economía y su sistema jurídico y político.

En una de las cartas dirigidas para la Elaboración de la Constitución de Estados Unidos, uno de los participantes más influyentes escribía en 1787 “se asume que la unión en un solo Gobierno Federal es la más eficiente para la recaudación, ya que ha habido experimentos que han fallado a la hora de implementar cobro de impuestos directos salvo en la Gran Bretaña donde si hay mayor abundancia de riquezas privadas muebles materiales, perfectamente identificables y localizables, este mecanismo puede dar buenos resultados a diferencia, claro está de América donde una buena fuente son los impuestos a las importaciones, para hacer esto posible se debe unificar la actividad recaudatoria en los estados”.

Lo que se pretendía era abonar el terreno y se fundamentaba legalmente la implementación del Federalismo, la forma del sistema recaudatorio, el apoyo al fortalecimiento del mercado interno y sobre todo el proteccionismo vía aranceles, ya que en otra parte indica “la capacidad de un país para pagar impuestos estará siempre proporcionada, en grado principal, a la cantidad de dinero en circulación y a la celeridad con que este circule. Puesto que el comercio contribuye a ambos fines, tiene que facilitar necesariamente el pago de los impuestos, proveyendo al tesoro de las sumas que requiere” (Hamilton).

Él mismo afirma que “existe una relación directamente proporcional entre el crecimiento y desarrollo cada vez más extendido del comercio y el aumento de los ingresos públicos”. Se tuvo que haber analizado la estructura económica del país a detalle para aseverar estos planteamientos, es decir, se conocía como funcionaba el mercado y de qué manera se podían obtener ingresos públicos sin afectar sobre todo la propiedad.

Partiendo de la consideración que él mismo tenía sobre que “el comercio representa la mayor fuente de riqueza nacional se debe reconocer como prioridad en la agenda política de cualquier Jefe de Estado, anterior a ello se planeaba por algunos otros personajes e instituciones la disyuntiva entre la producción agrícola y el comercio, por las mismas condiciones materiales de la sociedad en dicho momento, ha quedado demostrado que estos dos rubros guardan una estrecha relación que nos llevan a la conclusión de demostrar que los intereses de ambos están correlacionados, ya que se afectan mutuamente” (Hamilton). Se daba cuenta de la importancia de esta actividad en proceso de expansión, pero no tomaba en cuenta algunos otros elementos importantes como el nivel de salarios o de empleo.

Regularmente se incurre en este tipo de investigaciones, en dónde se analizan los fenómenos sociales de manera estática, desde una perspectiva sin tomar en cuenta el elemento histórico, con métodos abstractos y deductivos como en el caso de la perspectiva neoclásica en economía.

Ahora se sabe que El Centro Jurídico Nacional para el Libre Comercio Interamericano señala que “la documentación histórica en los países industrializados demuestra que la protección a la propiedad intelectual ha sido uno de los instrumentos más poderosos para el desarrollo económico, el crecimiento de las exportaciones y la difusión de las nuevas tecnologías, el arte y la cultura”. Sin estás prácticas los APD no habrían sido capaces de generar su prosperidad.

La respuesta al cuestionamiento planteado, es que la mayoría de los APD aplicó de manera activa “malas políticas” comerciales e industriales, tales como la protección a la industria nacientes y subsidios a la exportación. (Ha-Joon Chang, 2002) además en Estados Unidos, como señalamos hubo altos aranceles a la importación para impedir que los precios del exterior mermaran el fortalecimiento de su mercado al interior.

Incluso en su Riqueza de las naciones Adam Smith advirtió a los estadounidenses sobre los peligros que pudieran derivarse del fomento de la industria naciente. Smith y algunos teóricos de la época sabían de antemano que Estados Unidos estaba aplicando un proteccionismo fuerte, pero lo veían como una amenaza para sí mismo, finalmente lo que pasó es que mal interpretó las circunstancias de ese país al compararlo con otros con distintas condiciones, por tanto, distintos resultados.

Cabe mencionar que, por la diferencia de condiciones materiales entre ambos grupos de países, no se pueden implementar estas medidas a cabalidad en todos ellos como si se tratara de una receta de cocina, sin embargo, esto deja a la vista un inmenso mar para futuros debates y sobre todo una serie de inmensos retos para la elaboración de políticas económicas bien diseñadas y argumentadas con teorías rigurosas, concretas en pro de nuestro país sobre los puntos que debe priorizar el Estado.

Por ejemplo, hay que tener en cuenta una de las características distintivas de la geografía mexicana es la existencia de un gran número de poblados con pocos habitantes y situados en los lugares más remotos.

En materia de política comercial e industrial, se requieren grandes esfuerzos para su elaboración y ejecución, “el estudio del comercio y su relación con el desarrollo económico” es un concepto todavía inexplorado. A tal grado que en las instituciones financieras internacionales no existe ninguna rama para la evaluación de proyectos comerciales, ni en las escuelas de economía cursos especializados sobre comercialización y desarrollo, como puede ser el caso para la agricultura o la industria. Se trata de un campo poco explorado sumamente atractivo desde un punto de vista analítico o indispensable de estudiar dada la importancia real del sector en la mayor parte de los países y muy especialmente en México. (Solis L. 1970).

Hay dificultades serías ya que en México impera el comercio informal, además de un gran número de comercios pequeños, familiares que no pueden competir con los grandes oligopolios del país, que no pueden acceder a las ventajas del comercio al por mayor como los descuentos, por su poco poder de negociación. Ahora bien, cabe preguntarse, por qué ahora los países que utilizaron políticas altamente proteccionistas para su desarrollo, venden la idea de que si se quiere alcanzar el desarrollo lo más eficiente posible es liberalizar la economía y culpan al intervencionismo por las recurrentes crisis económicas en el capitalismo, como en el caso de los 70´s. Simplemente porque esto beneficia el desarrollo económico de estos países desarrollados per para nada permite el avance de los países atrasados.

Así como esta dificultad hay muchas más que se deben tomar en cuenta para un cambio sustancial en la economía de México, lo que ha promovido el Movimiento Antorchista Nacional, precisamente es el debate público, y la investigación científica para implementar un nuevo modelo económico que cierre la brecha tecnológica y la desigualdad económica con la intervención y guía de un Estado fuerte que pueda dinamizar la economía en su conjunto.

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