"La novela es el levantamiento de los asalariados, el empujón dado a la sociedad que se tambalea por un instante: en una palabra, es la lucha del trabajo y del capital.Es justo ahí donde reside la importancia del libro"
Zola
El siguiente escrito va dirigido a mis hermanos de clase, a aquellas personas que cada día luchan por sobrevivir, a aquellas personas que en tiempo de crisis son olvidadas y que son los últimos en la lista de todo gobernante demagogo y farsante.
émile Zola fue un escritor francés, considerado el padre y el mayor representante del naturalismo.Nacido en París, pero italiano hasta sus veintidós años que es cuando adopta la nacionalidad francesa, vivió la revolucionaria segunda mitad del siglo XIX, tiempos de crisis en que el marxismo demostraba la superioridad de sus tesis frente al socialismo utópico y el anarquismo, debido al heroísmo y caída de la Comuna de París en 1871, ya que fue el primer gobierno revolucionario de la historia, el primer ensayo, aunque breve y limitado, del poder del proletariado.
Si bien es cierto que el Realismo y el Naturalismo son muy parecidos en el sentido de reflejar la realidad tal y como es, la diferencia radica en que el Realismo es más descriptivo y refleja los intereses de la burguesía, mientras que el Naturalismo enfoca su descripción en las clases más desfavorecidas, intenta explicar de forma materialista y casi mecanicista la raíz de los problemas sociales con un sentido pesimista ligado al determinismo.
Es pues en ese marco literario en que se debe entender Germinal, la decimotercera novela de la serie Rougon-Macquart y primera dedicada a los trabajadores de las minas.Redactada entre el 2 de abril de 1884 y el 23 de enero de 1885 salió en folletón en el periódico Gil Blas, entre el 26 de noviembre de 1884 y el 25 de febrero de 1885.Un mes más tarde ya se encontraba en las librerías.Hay que tener presente que la represión de la Comuna de París había acabado con la política sindical.El renacimiento se afianza en 1879 con la reinstauración de la República y el desarrollo del movimiento socialista.Zola leyó seguramente, en 1883 el "libro blanco de las quejas de los mineros franceses", con esa "lista de reformas que los mineros juzgan indispensables".Las huelgas mineras comenzaron en Anzin en 1878, seguidas por las de Denain (1880), Montceau-les-Mines (1882) y nuevamente Anzin, en 1884, cuando Zola preparaba Germinal.
Germinal es un título simbólico, palabra de etimología latina: germen = germe, y germen utilizada en biología para expresar el elemento constante que atraviesa las generaciones, las leyes de la herencia.Por otra parte, Germinal es el nombre del séptimo mes del calendario republicano francés, el primero de la estación primaveral, que dura desde el 20 o 21 de marzo hasta el 19 o 20 de abril, según el año..Estos dos elementos, la herencia y la germinación, constituyen ejes conceptuales fundamentales sobre los cuales se desarrollará la significación del texto.
Zola describe de una forma descarnada, el mundo sombrío y miserable de la mina, donde la hormiga humana se desliza para extraer el pan de la industria que era entonces el carbón, el mundo peligroso en el que la vida del minero está constantemente amenazada por el accidente, su salud comprometida en condiciones infrahumanas y por cuyas venas el escritor hace correr el odio y el rencor; en fin, mundo carcelario en el que la vida entera del minero tiene como única meta el mantenimiento y la reproducción de la fuerza de trabajo necesaria para el enriquecimiento de unos cuantos.
La trama se teje en torno a dos hechos desarrollados paralelamente: la intriga sentimental y el conflicto social.El protagonista, Etienne Lantier, hijo de Gervaise Macquart, es un joven obrero sincero con conocimientos políticos.Obtiene trabajo en una mina en el norte de Francia y se aloja en casa de la familia Maheu.Inspirado en los conocimientos extraídos de la teoría Marx, lucha por la emancipación de la clase obrera.Los sueños de juventud, la búsqueda del amor, todo choca contra la realidad siniestra de la mina, que se cobra vidas y apenas permite vivir a los que logran salir de su oscuro pozo.Pero cuando falta el pan, los mineros inician una huelga que exhibe lo mejor y lo peor del ser humano.
Los mineros de Montsou hartos de esta situación de hambre y enfermedad, indispuestos a continuar con esta "vida", se organizan para iniciar una huelga encabezada por Lantier, pidiendo un aumento que les permitiera por lo menos salir un poco del estado de hambre en el que vivían.Comienza la huelga, todos con una nueva esperanza, la de mejorar su estilo de vida y hacer algo por sus familias.A pesar de haber dialogado con los patrones, no se llega a ningún acuerdo.Los días pasaban y las cosas en El Coron se complicaban, el pueblo minero estaba en casa, desesperado, sin tener qué comer, qué vestir, ni qué más vender para poder tener alimento alguno.El hambre conduce a los obreros a la violencia donde es asesinado Maheu.
En realidad, aunque mucho se ha hablado de la dimensión trágica de la novela, la opción por una visión optimista es posible, según lo aquí expuesto, a pesar de las muertes trágicas e injustas que pueden dar la sensación de fracaso, el título de la novela lo dice todo, Germinal propone un proceso de culminación exitosa, ya que, al marcharse, en el camino, en el momento de partir, la naciente primavera despierta en él la esperanza de que algún día ese sacrificio germinará un nuevo mundo.Ellos no han hecho más que sembrarlo.
Germinal es una novela revolucionaria porque denuncia la situación de la clase obrera y la actitud de los patrones frente a sus demandas, sino porque está animada por el principio de revolución.Hoy, después de más de un siglo, la novela mantiene su vigencia y sigue cautivando nuevos lectores.De lectura imprescindible por su valor histórico y social, es considerada una novela de la modernidad, que, al constituirse en la memoria obrera de finales del siglo XIX, retoma su significación en este mundo en crisis, pues lo que están viviendo los pobres del mundo y de México no está muy lejos de la precaria situación en la que vivían aquellos mineros.
La pandemia saca a relucir los problemas a los que se enfrentan los pobres todos los días, pero también la gran desigualdad, pues mientras unos cuantos corren asustados a sus ranchos, a sus casas en la playa, millones siguen laborando por el miedo al hambre, y algunos simplemente no quieren aceptar la existencia del coronavirus.Con la crisis los problemas se acrecientan.Pero no sólo eso, sino que exhibe a la mayoría de los Estados como aliados de las clases dominantes, como es el caso de la 4T, donde el gobierno está completamente alejado de la realidad y antepone sus proyectos absurdos como la compra de un campo de Beisbol, el Tren Maya, la construcción del aeropuerto de Santa Lucia y rescate a Pemex en medio del hambre del pueblo mexicano y de la corrupción de sus funcionarios.
Pero al igual que en la novela, salen a relucir nuestras más profundas pasiones: hay egoísmo, discriminación y poca solidaridad entre los afectados.Sin embargo, estoy convencido que el pueblo pobre mexicano ha venido aprendiendo de su pasado.Para que no nos pase como a los mineros de Montsou, es necesario que se organice como una roca sólida, porque la única forma para que lo atiendan de manera seria y real, la única arma poderosa frente a la represión y los malos gobernantes es nuestra unidad y organización.Llamo pues, al pueblo de México que está siendo ignorado, humillado y calumniado, a organizarse.Vivimos tiempos en los que las ideas de Carlos Marx vuelven a ponerse a la altura para explicar la situación en la que vivimos: educación y organización popular.Sólo una doctrina científica nos puede llevar a un nuevo amanecer.
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