El 28 de septiembre pasado la organización civil México Unido Contra la Delincuencia (MUCD) hizo público un informe titulado El negocio de la militarización en México. Opacidad, poder y dinero. Este informe fundamentalmente es denuncia de que la militarización en México se ha convertido en un negocio en beneficio de las Fuerzas Armadas (FFAA); es decir, a los cuerpos de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y la Guardia Nacional (GN). La militarización conlleva consecuencias negativas para una sociedad que busca consolidar las garantías individuales, los derechos humanos y políticos. Dichas consecuencias, así como los riesgos de un golpe de estado militar, se acrecientan a medida que las FFAA también se conforman en un poder económico independiente. El informe en cuestión se enfoca en el poder económico que han ido amasando los organismos que conforman estas fuerzas por distintos medios, pero denuncia cómo, en todos ellos, la connivencia del Gobierno Federal ha sido un factor determinante y consciente.
El informe desgrana los mecanismos a través de los cuales ha ocurrido este proceso, es decir, las diversas fuentes de recursos económicos que han ido concentrando las FFAA. La primera de ellas es la asignación de su partida presupuestal en la distribución de gastos federales; esta se ha ido incrementado en los últimos años. A esta se le suman las reasignaciones de recursos hechas por el ejecutivo a discreción y al margen del presupuesto aprobado por diputados y senadores (por ejemplo, a la Sedena, de $8 mil mdp asignados en el PEF de 2021, se le asignó un total de $48 mil mdp ese año; esto es, 5 veces más que lo asignado originalmente). La segunda, es el uso un tanto discrecional que se hace de esos recursos; en las FFAA la mayor parte de las obras se hacen mediante adjudicaciones directas o invitaciones restringidas a los concursos de asignación de esos recursos. La tercera es la asignación de funciones civiles que antes estaban a cargo de otros organismos; esta reasignación de funciones implica transferencias de recursos de organismos civiles a las FFAA (por ejemplo, dice el informe en cuestión, la Semar incrementó su ingreso propio en cinco veces entre 2020 y 2021 como resultado de la integración de las funciones de la Marina Mercante; por ello, su ingreso pasó de $1.1 millones de pesos a 5.4 mdp). Y la cuarta es el acceso a fideicomisos públicos como el Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar (FPAPEM). Solo como resultado de la reasignación presupuestal y del FPAPEM, las FFAA habrían obtenido hasta $71 mil mdp, equivalente al presupuesto de la UNAM, la UAM y el IPN de 2022. De esta suerte, aunque en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) anual se asigne una cantidad determinada de recursos a las FFAA, al cabo, han ejercido cantidades muy por encima del monto fijado en el PEF.
En los últimos 15 años, dice el informe, el presupuesto real de la Sedena aumentó 163%, el mayor incremento ha ocurrido en este sexenio. En 2006, esta secretaría ocupaba el noveno lugar entre las secretarías que recibían mayor monto del presupuesto y en 2021, es la quinta secretaría con más recursos. ¿Qué sectores le han cedido su lugar a la Sedena? La SCT, la Sader y Semarnat.
El documento del informe muestra y destaca el gran flujo de recursos económicos que tienen como destino la Sedena, la Semar y la GN, los organismos que conforman las FFAA de México. Este es solo uno más de los enormes costos que el modelo de AMLO en el que las FFAA son el factótum, le está imponiendo a los trabajadores de México. Este flujo no solo es problemático por las consecuencias que conlleva la militarización para la población de a pie, sino porque va en detrimento de la democracia, del desarrollo de instituciones civiles; es decir que el pueblo pueda ejercer, eventualmente, su soberanía, erigir a sus verdaderos representantes como sus gobernantes, etc. En su aventurerismo y espontaneísmo, el modelo de la 4T ha acabado reproduciendo lo peor de las políticas de gobiernos de derecha y haciendo crecer los riesgos que conlleva incrementar el poder político y económico de un sector como las FFAA.
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