Antorcha Magisterial, una organización que tiene presencia en el estado, basa su actuar en un proyecto rector llamado “Para crear al hombre nuevo”, el cual se propone lograr en los estudiantes un perfil, que, en primer lugar, se identifique con el pueblo y su causa, como creador de la riqueza; en segundo lugar, que sirva para resolver los grandes problemas de nuestra sociedad actual.
Las actividades extraescolares son una peculiaridad de las escuelas donde existe Antorcha Magisterial. En ellas se fomenta la práctica de las artes y el deporte con concursos estatales de declamación, oratoria, danza y baile, teatro, canto, atletismo, basquetbol, volibol, futbol e incluso ajedrez. Posteriormente, los finalistas de estas disciplinas participan en justas nacionales llamadas espartaquedas, realizadas en Tecomatlán, Puebla, aunque por la pandemia de covid-19, durante los últimos dos años, han sido transmitidas por plataformas virtuales.
Los profesores comprometidos con la educación toman capacitaciones extraordinarias que les imparte su propio magisterio, además de que mantienen una lucha permanente con el estado para mejorar las condiciones materiales que les permitan realizar sus actividades escolares sin preocupaciones económicas. Refuerzan el eros pedagógico con conferencias impartidas por personas con un gran bagaje cultural y experiencia en el sector.
En Chimalhuacán durante el gobierno antorchista fue erradicado el analfabetismo gracias a la implementación completa de este proyecto en el que participaron maestros y maestras cubanas.
Su dirigente nacional, Eleusis Córdova Morán, en una concentración del primero de mayo del año 2017 manifestó lo siguiente: “El maestro obedece ciegamente sin saber por qué ni para qué, (…) por eso Antorcha Magisterial quiere que les quede claro que los maestros tenemos que educar, que obedecer las órdenes de nuestros superiores, pero entendiéndolo muy clara y precisamente, con esto estamos haciendo gentes hábiles para producir lo que a los poderosos les conviene y necesitan, y eso no está mal porque es el modo de producir riqueza, pero vamos a producir riqueza sólo para unos cuantos, mientras el resto nos debatimos entre la necesidad y la ignorancia”.
En este contexto, precisó que los maestros deben formar en las aulas a jóvenes conscientes de su realidad social, a investigadores y técnicos críticos que produzcan riqueza para el país, pero, al mismo tiempo formar en ellos un espíritu de lucha social para que la riqueza sea repartida de manera justa y equitativa entre el pueblo pobre de México.
Hoy por hoy, en un México donde cada vez se fomenta más la ignorancia, donde se limita aún más los recursos a las escuelas de nivel básico y en donde el magisterio tradicional se encuentra sumisos ante los designios del poder cuanta valía tiene el proyecto que enarbola Antorcha Magisterial, pero sobre todo cuanto valor tiene los maestros genuinos que la integran. Después de todo, Hay luz al final del tunel.
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