Con Sócrates, la vida humana se transforma, en reflexiva, antes que nada, en una manera de vivir, pues una vida sin examen no es digna de ser vivida. Sócrates centra el todo de su vivir en el examen interior, buscando e interrogándose a sí mismo. Esta es la tarea principal en que consiste la vida filosófica, se trata de la reflexión de la conciencia humana.
El ojo que se mira a sí mismo y se encuentra con su propio mirar, que se haya empeñado de ser mejor cada día, para él “el bien es sabiduría” y “el mal es ignorancia”, porque la sabiduría no consiste en un puro conocimiento abstracto, ni tampoco el mal es un simple “desconocimiento”, entonces para él la ignorancia seria el que vive en la enajenación de la vida exterior, que no se dedica a la consulta de sí mismo. Cabe reafirmarlo con lo que alguna vez dijo René Descartes; “vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás.” Claro que con Descartes se sugiere que todos deben abrir los ojos.
La interioridad es una dimensión del ser humano que parece y cobra vida en la reflexión misma, y por ello el hombre genera su propia in-dependencia. La autoconciencia es una conversión existencial. El conocimiento socrático no consiste propiamente en un nous (equivalencia a intelectualismo) entendido como puro “pensamiento” o razón. Sócrates busca la verdad de sí mismo y de los otros. Sócrates no quiere poseer cosas, quiere no dominar a los otros, quiere poseerse y dominarse, ser dueño de sí mismo.
El autodominio, la autenticidad y la autosuficiente moral, la autarquía socrática, no rompe la relación del yo con el mundo y con los otros, sino al contrario, permite que surja la genuina comunicación. En este sentido, no se trata de la simple opinión respecto del ser ajeno, pero para lograrla, se requiere una acción transformadora por la cual el hombre traspase “las apariencias” de sí mismo. Se trata de ver lo que es (la verdad de sí mismo es una búsqueda nacida de la conciencia de lo que falta, de lo que no se sabe).
Esta verdad del hombre que Sócrates busca es la verdad filosófica, busca un saber de lo esencial y fundamental de la condición humana. El conocimiento moral es una preferencia y una decisión. La sabiduría consiste en ver el hombre y distinguir el alcance real de sus actos y puede así evaluarlos, seleccionarlos y dirigirlos, la sabiduría se centra en saber la ignorancia del ser, que nos conmina a buscar ese saber. Así es claro que la filosofía es un modo de vida, filosofar es una actividad más en nuestra vida cotidiana.
Por qué se nace en sí mismo, para encontrarse con la conciencia y saber que la inquietud es suya, propia del ser humano, desde un principio, buscando lo que no sabe cómo parte de la vida en libertad. Sócrates dice, el más allá no es otra cosa que la vida aquí; allá seguirá haciendo lo mismo.
Solo entendiendo nuestra forma de vivir, podemos comprender nuestro alrededor, comprendiendo problemas que aquejan a la sociedad. Necesitamos estudiar nuestro comportamiento, reflexionar sobre la base en que estamos y el fin que perseguimos. Los invito a que piensen más de su realidad como la política, problemas sociales, sobre su cultura e identidad, y construyamos una sociedad donde todos estemos consciente de nuestra verdadera naturaleza.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario